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Economía

El Año Nuevo Chino 2023 puede traer una nueva ola de consumo (y más inflación)

23-01-2023, 9:32:59 AM Por:
© Depositphotos

Este año nuevo llega con la reapertura de China con su enorme demanda, que en otras épocas fue la base del crecimiento de varias economías.

El año nuevo chino es una de las festividades más importantes en esa enorme nación. Sin embargo, en esta ocasión el año nuevo 2023 podría marcar un antes y un después no solo en la economía de China, sino de todo el planeta.

La festividad del año nuevo se traduce en un feriado de tres días en China, pero es mucho más que eso, la mayoría de las tiendas y restaurantes están cerrados durante siete días. La celebración, a lo largo y ancho del país y más allá de sus fronteras, dura prácticamente dos semanas.

En esta ocasión, a partir del pasado sábado 21 de enero y hasta el próximo 27 del mismo mes China estará paralizada en lo productivo y financiero, pero se desatará un fenómeno que para muchos podría representar un riesgo para el mundo y, por increíble que parezca, los bancos centrales del orbe seguirán de cerca: nos referimos a la mayor ola de consumo del planeta.

La “gran reapertura”, el mayor consumidor del mundo en acción

Los ciudadanos chinos son los mayores viajeros del planeta debido a su poder adquisitivo, no hay prácticamente rincón del planeta a donde no lleguen. También China es el país que más automóviles demanda y el mayor consumidor de granos del mundo. La producción industrial tiene en China su mayor destino a nivel global; incluso la alta tecnología vio crecer su demanda en las últimas décadas por parte de China, al grado de que ya también es el tercer destino más relevante después de Estados Unidos y la Unión Europea, superando ya a Japón.

Todo eso está muy bien, la “gran reapertura” de la economía china después de tres años de confinamiento parece que detonará una ola de consumo que bien podría reactivar muchas de las economías del mundo, también fuertemente afectadas por la dependencia que tenían con el gigante asiático. Esta ola de consumo sería un detonante para el mundo, solo hay un problema.

Los bancos centrales, ¿preocupados?

Precisamente cuando las señales en varios de los países industrializados, y también en otros emergentes como el nuestro, apuntan a una disminución de la inflación, llega la reapertura económica de China con su enorme demanda, que en otras épocas fue la base del crecimiento de varias economías incluso en regiones como Latinoamérica, países como Perú, Bolivia, Colombia y Brasil, fueron directos beneficiarios, pero hoy estas naciones están agitadas política y socialmente.

Sin embargo, de regreso al factor económico, la “gran reapertura” de la economía china genera ya serias dudas en el sentido del aumento de costos, eventuales presiones sobre precios y salarios, así como impulso de la demanda.

En otras palabras, justo en el momento en el que los bancos centrales están preocupados y ocupados por “enfriar” a la economía del planeta, entra en acción el gran tsunami del consumo que significa la reapertura de la economía en China, factor que sin duda podría recalentar muchas regiones económicas y presionar a los bancos centrales y al mismo tiempo hacerlos dudar sobre su política monetaria.

El riesgo es que los organismos monetarios se vean en la encrucijada de tener que aumentar su ritmo y nivel de alza de tasas de interés, o soportar cierto repunte inflacionario generado por esta ola consumista proveniente de Asia, con la esperanza de que ceda en el corto o mediano plazo. En cualquiera de los dos escenarios el factor chino será más que determinante.

Por el momento observan

Muchos economistas señalan que, por el momento, los bancos centrales solamente se limitan a observar, ya que la reapertura de la economía china apenas inició este año y el festivo del año nuevo reflejará sus primeros efectos a partir de la segunda mitad de febrero. De hecho, el temor se centra en lo que venga después de la celebración porque las festividades se llevan a cabo en todo el mundo, pero el 98 por ciento del gran consumo se concentra en China.

No obstante, después de que las fiestas pasen, quizás todo habrá cambiado con respecto a los tres años recientes. Para entonces, los temores de los bancos centrales de Occidente consisten en que quizás el dragón habrá despertado y decidirá que es hora de viajar por el mundo y de consumir con ese enorme poder económico todo, y más, de lo que dejó de consumir en los confinamientos. Vaya reto.

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