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Economía

AMLO quiere que productores de maíz bajen precios, pero el problema (y solución) es externo

08-09-2022, 6:15:00 AM Por:
© Reuters

El presidente afirma que le preocupa el precio de la tortilla y quiere citar a empresas que producen y venden el maíz, pero de poco servirá, pues las razones de los altos precios están fuera del país.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), dijo este miércoles en su conferencia matutina, que le preocupa el precio de la tortilla, base de la alimentación de los mexicanos, y que le pediría a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que cite a los dos principales directivos y dueños de las empresas que dominan la producción y comercialización de maíz para tortilla en México, señalando que en tiempos de crisis los empresarios deben tener ganancias modestas.

El problema es un hecho, los precios de este producto tienen serias presiones desde hace tiempo, aunque vale la pena decirlo, realmente no se han incrementado en exceso si se compara con las presiones que existen en los mercados de la materia prima que se utiliza para fabricar la tortilla: el maíz.

El problema es que México tiene una posición complicada en el mercado mundial de maíz, y las condiciones de los mercados globales son incluso más complejas. Con estos escenarios lo raro sería que no hubieran presiones en precios como los de la tortilla. Hace unas semanas señalamos que este producto tendría presiones si no se modificaban las condiciones globales, todo indica que eso no sucederá en el corto plazo.

Al cierre de 2021, nuestro país ocupó el séptimo lugar mundial como productor de maíz, de acuerdo con cifras reportadas por el USDA y publicadas por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.

Cualquiera pensaría que es una excelente posición de México como productor mundial, y efectivamente así es; nuestro país está en el top ten de los productores de maíz en el mundo. Pero, ocupa el segundo sitio como importador de maíz, solamente abajo de China, el gigante asiático que es el mayor importador del planeta. De poco le sirve ser un productor importante, si además de no ser autosuficiente exporta una parte e importa más de lo que vende, para consumo.

La cotización internacional del maíz es todo un tema, e impacta al mundo entero, México no podría mantenerse ajeno al fenómeno, es casi imposible.

El maíz es el problema

En entrevista radiofónica, Juan Carlos Anaya, Director General del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GSMA), dijo que, si él tuviera que explicarle al presidente AMLO las causas del incremento y las presiones que registra el precio de la tortilla en el país, le señalaría al primer mandatario que el factor internacional que ejerce presiones sobre los precios internacionales del maíz es determinante. y señaló que basta mencionar tres factores para darnos idea de cómo están presionados los mercados agrícolas:

1. La pandemia

La salida de China al mercado a realizar compras masivas, al pasar de una demanda de 7 millones previo a la pandemia a un monto actual de 26 millones.

2. La guerra entre Ucrania y Rusia, dos grandes productores de granos

“El problema está en el maíz, en los precios internacionales, más que en factores internos. Las 110 mil tortillerías que existen en el país y las empresas comercializadoras tienen que repercutir al aumento de costos de alguna manera”, expresó el ejecutivo. Aunque dijo que en realidad los ajustes no han sido considerables. Por ejemplo, en tiendas de autoservicio se ha registrado un incremento de 5.6 por ciento en el último año y en tortillerías de 12.6 por ciento, de acuerdo con sus cifras.

3. Intensa volatilidad global

Efectivamente, al revisar nuevamente los precios internacionales del maíz en los mercados globales, lo que se observa es una volatilidad pocas veces vistas, los mercados están sujetos a shocks de precios constantes.

Pero, además, si vemos las cotizaciones del grano en un plazo más amplio, es un hecho que los precios se han disparado considerablemente, estamos en ese caso ante un shock de precios de largo plazo y eso es un factor que no puede controlar nuestro país.

Si consideramos la cotización internacional de los precios del maíz al cierre de febrero de 2020, es decir, antes de que el mundo entero cambiara para siempre con la llegada de la pandemia, tenemos un incremento de 83.79 por ciento al pasar de 366.50 a 673.38 dólares el bushel (aproximadamente 35.25 kilos).

Pero, si consideramos el precio máximo que ha registrado el maíz en este periodo de crisis, el incremento que ha llegado a reportar ha sido de 123.19 por ciento ya que el precio del grano llegó a cotizar en 818 dólares por bushel. En este periodo, las cotizaciones no han bajado de los 600 dólares, y se observa poco probable que los precios disminuyan en el corto plazo, porque los mismos factores de presión siguen presentes; sin olvidar que las cadenas logísticas y de suministro siguen afectadas, que la inflación sigue descontrolada en casi todo el mundo, y que no dejan de preocupar al planeta potenciales conflictos geopolíticos que siempre generan presiones a los mercados globales, el del maíz entre ellos.

Empresarios, nada que ver

Pedir la comparecencia de los empresarios del sector ante la autoridad hacendaria no tiene lógica, en todo caso deberían presentarse ante instancias como la Secretaría de Economía, o bien la de Agricultura. La SHCP no es un ente regulador del mercado agrícola en México y sus funciones distan mucho de intervenir en los proyectos y actividades de una empresa privada. Tratar de regular las ganancias de las compañías tampoco es algo que abone a la libre empresa, sobre todo porque en tiempos de crisis, las empresas también enfrentan problemas, de hecho muchas de ellas resultan afectadas, con lo que sus márgenes de ganancias se minimizan, o incluso desaparecen.

Por si fuera poco, es muy evidente que el problema está afuera, ante eso las herramientas de control son menos, las soluciones también pasan por el contexto global.

No hay probabilidad de que las presiones sobre la base de la alimentación del ciudadano mexicano se aligeren, mientras el contexto global siga bajo las intensas presiones que registra desde hace al menos dos años.

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