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Gobierno federal publica parte de los archivos de la DEA del caso Ayotzinapa

27-09-2023, 8:59:49 AM Por:
© Europa Press

Se detalla que los normalistas fueron ejecutados y desaparecidos, por lo que las autoridades ya no realizan una búsqueda en vida de los estudiantes.

La desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa fue posible porque el cartel Guerreros Unidos mantenía una red de cooptación “que involucraba a autoridades de los tres órdenes de gobierno”, entre las que se incluyen elementos del Ejército y la Policía Federal que están identificados en los mensajes que interceptó la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), y que el martes dio a conocer -parcialmente- el gobierno federal mexicano.

En esos mensajes aportados por la DEA se vinculan con Guerreros Unidos al entonces coronel José Rodríguez Pérez; al capitán José Martínez Crespo; y al otrora coronel Rafael Hernández Nieto, quienes no solo “brindaban protección al grupo delictivo”, sino que también le “proveían armas y municiones, (y) facilitaban el trasiego de drogas”, detalla el documento titulado “Ayotzinapa. Narrativa de los hechos de acuerdo con la investigación realizada”.

Esta información, difundida oficialmente por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, reitera a lo largo de 34 páginas que los normalistas fueron ejecutados y posteriormente desaparecidos. Es decir, las autoridades federales ya no están realizando una búsqueda en vida de los estudiantes, tal y como lo marcan para este tipo de casos los estándares internacionales de derechos humanos.

De igual forma, en esta narrativa se plantean tres hipótesis sobre las causas de los trágicos hechos ocurridos hace nueve años en el municipio de Iguala, en el estado de Guerrero, posibilidades que son muy similares a la llamada “verdad histórica” que esbozó el entonces titular de la Procuraduría General de la República, Jesús Murillo Karam, en la administración del presidente Enrique Peña Nieto.

Disueltos en ácido

El documento detalla que, en los mensajes de la DEA, el usuario “Vaquero Nuevo”, a quien se ha identificado como “El Gil” (Gildardo López Astudillo), le informó a “Silver” (Adán Zenén Casarrubias) “que iban a arraigar a los policías municipales y que los estaban concentrando en la comandancia estatal de la policía”.

Esta información denota que todas las actuaciones de las autoridades federales y del estado de Guerrero, realizadas después de la desaparición de los jóvenes como parte de la investigación inicial, eran conocidas por integrantes de Guerreros Unidos.

Además, se revela que en la misma noche del 26 de septiembre de 2014 el capitán del Ejército, José Martínez Crespo, se comunicó con algunos de los sicarios que participaron en el ataque en contra de los estudiantes.

“El ‘Capitán Crespo’ del 27 Batallón por mensaje le menciona a ‘El Chino’ que: ‘ai dos pendejos estudiantes tirados aquí en alvarez esquina ya están casi muertos’ (sic). Lo que indica su conocimiento de los hechos ocurridos e incluso su probable participación”, apunta el reporte.

Sobre el destino de los normalistas, esta versión oficial refiere que “es probable” que hayan sido separados “en al menos tres grupos y que los hayan llevado a diferentes lugares para su ejecución y desaparición”.

Un sujeto que es identificado con el apodo de “Juan” refiere que un grupo de estudiantes se le entregó a “los Tilos”, quienes “para deshacerse de los cuerpos disolvieron los mismos en ácido y los metieron a fosas clandestinas”.

Según el gobierno federal, los diferentes sitios a los que fueron llevados los jóvenes se ubican en los municipios de Cocula, Cuetzala del Progreso, Eduardo Neri, Huitzuco, Iguala, San Miguel Totolapan, Taxco, Teloloapan y Tepecoacuilco, detalla el documento.

“Fueron cuatro lados donde se llevaron a los chavos. Peyton dijo que él no se iba a encargar de todos”, le dijo el testigo “Carla” a la Comisión para la Verdad en el caso Ayotzinapa, cuyotitular es el subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas.

Balazos y cremación

Otro mensaje incluido en la narrativa es el de Alejandro Macedo Barrera, alias “El Zorro”, quien “mencionó haber participado: “matando a dos Ayotzinapos”, dándoles un balazo en la cabeza y a ellos no los quemaron, los mataron hincados”.

De su lado, otro hombre a quien se identifica como “Neto” mencionó que su jefe “El Negro” le entregó paquetes de bolsas de plástico negras, “las cuales llevaron al crematorio Urióstegui” y al “horno verde”. El reporte no precisa dónde se encontraría ese horno.

Enseguida se menciona que en un inmueble conocido como el “Rancho de los Tilos”, ubicado al norte del municipio de Iguala, fueron asesinados algunos de los jóvenes “con un tiro de gracia en la cabeza”, además de que a otros se les privó de la vida a golpes, “ya que se pusieron muy violentos cuando estaban secuestrados”.

Sobre estos últimos estudiantes se añade que “usaron la excavadora para enterrarlos en el mismo rancho”, aunque también “a 7 de ellos los quemaron por instrucción de el Chucky”.

Causas como la “verdad histórica”

Las tres posibles causas por las que desaparecieron los estudiantes, esbozadas en este reporte, son similares a la “verdad histórica” que elaboró Jesús Murillo Karam, otrora titular de la Procuraduría General de la República, quien se encuentra en prisión preventiva acusado de desaparición forzada, tortura, y delitos contra la administración de justicia, presuntamente cometidos durante la indagatoria del caso Ayotzinapa.

Según la actual administración federal, el grupo delictivo Guerreros Unidos tuvo una confusión “respecto a la presunta infiltración de (sus rivales) “Los Rojos” entre los estudiantes de Ayotzinapa, en el contexto de la disputa por la plaza de la región de Iguala”.

La segunda hipótesis es que se quiso dar un escarmiento a los normalistas, “en un contexto de amenazas de parte del alcalde José Luis Abarca y Guerreros Unidos, tras las protestas y destrozos al palacio municipal de Iguala”.

Finalmente, el tercer y último planteamiento que pretende explicar las desapariciones es el trasiego de estupefacientes, “y la eventual presencia de droga, armas o dinero en alguno de los autobuses tomados” por los estudiantes.

Cabe aclarar que todo este documento fue rechazado el lunes por los padres de los normalistas, debido a que incorpora elementos nuevos “más cercanos a la verdad histórica” de Murillo Karam, a decir de Vidulfo Rosales, abogado de los progenitores de los normalistas de Ayotzinapa.

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autor Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.
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