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Así afectará a tus hijos el nuevo plan de estudios de educación básica de la SEP

23-08-2022, 6:10:00 AM Por:
© Notimex

El nuevo plan de estudios para la educación preescolar, primaria y secundaria de la SEP, formaliza la desaparición de las asignaturas.

El nuevo plan de estudios para la educación preescolar, primaria y secundaria de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que ya entró en vigor luego de ser publicado la semana pasada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), formaliza la desaparición de las asignaturas, no aclara si también se eliminan los grados escolares, y transfiere la elaboración de contenidos a los docentes, en detrimento de los derechos humanos de los niños.

A pesar de que los menores que acuden a las escuelas públicas del país padecen un rezago educativo de por lo menos dos años, debido a la pandemia de Covid-19, las nuevas directrices son poco serias, profundizan la desigualdad, lesionan los derechos laborales de los maestros, además de que fueron emitidas bajo consideraciones políticas y no pedagógicas, considera la organización Mexicanos Primero.

“Apresuran las cosas porque la secretaria saliente (Delfina Gómez) quiere presentar logros que no realizó en su año y medio de gestión”, por eso -de entrada- este plan está incompleto, muestra improvisación, y lo más grave es que “presenta algunos elementos que pueden ser regresivos para los derechos educativos de las niñas, niños y jóvenes”, apuntó Fernando Ruíz, director de Investigación de Mexicanos Primero.

En entrevista con ALTO NIVEL, el especialista detalla que el nuevo plan fractura la continuidad y la coherencia pedagógica que ya se había logrado, no aclara cómo se protegerán los derechos laborales de los docentes, a quienes se les aumenta la carga administrativa que de por sí ya tienen, y tampoco contempla recursos adicionales del presupuesto para su implementación.

Las lagunas y contradicciones del plan son numerosas, denotando la prisa con la que fue elaborado para que coincidiera con las últimas acciones de la titular de la SEP, Delfina Gómez, cuyo relevo en esa dependencia ya fue anunciado por el presidente mexicano la semana pasada.

Si bien, por el momento, no desaparecerán los grados escolares, de acuerdo con las instrucciones que la SEP les está trasmitiendo en esta semana a los directivos de las escuelas, sí se implementarán nuevas fases que en realidad van a complicar tanto la labor docente como el aprendizaje de los menores.

El plan no incluye la ampliación de horarios, mantiene la cancelación de las escuelas de tiempo completo, y transfiere a los maestros la responsabilidad del diseño curricular.

“También queda indefinida la cuestión de las evaluaciones de aprendizaje”, poniendo en riesgo el derecho de los niños a contar “con una identificación clara de los avances logrados”, lamenta Ruíz.

Todo esto “agravará la pérdida de aprendizajes” que ya se padece a partir de la pandemia de Covid-19, y más grave aún es que el plan separó la educación básica de la educación media superior (bachillerato o preparatoria), cuando esta última, desde 2017, ya estaba incluida en México como parte de la educación básica.

Así, se profundiza la desigualdad que prevalece entre los niños que acuden a la educación privada y aquellos que lo hacen en la pública, lo que violenta los derechos humanos de los estudiantes con menos recursos económicos.

Adicionalmente, las autoridades educativas no han definido en cuántas escuelas regirán las nuevas medidas, pues por un lado se dice que el plan “es aplicable y obligatorio” para todo el Sistema Educativo Nacional, al mismo tiempo se menciona que en el ciclo escolar que iniciará la próxima semana se “realizará un piloteo del Plan de Estudio”.

Brechas docentes

Mientras que en las escuelas normales a los futuros maestros se les está formando con el modelo de 2017, en los planteles educativos se aplicará el plan 2022. Esto “abre una brecha en donde los estudiantes van a ser los más afectados”, adelanta Fernando Ruíz.

A su vez, el nuevo plan no aclara cómo van a hacerse compatibles los libros de texto, que formalmente no han cambiado, con los alcances de la educación por fases que se pretende implementar.

En vez de materias, los campos formativos del nuevo plan son cuatro: Saberes y pensamiento científico; Ética, naturaleza y sociedades; De lo humano y comunitario; y Lenguajes. Estos campos tienen a su vez siete “ejes articuladores”, entre los que destacan la igualdad de género, el pensamiento crítico, la interculturalidad crítica y la vida saludable.

En el caso de la educación secundaria, en la que los maestros trabajan a partir de hora-semana-mes, de acuerdo con las asignaturas o materias que imparten, al desaparecer estas y sustituirlas por campos formativos, el plan no establece cómo se hará la coordinación entre dichos campos y las cargas horarias de los docentes, afectándose los derechos laborales de los maestros, enfatiza Ruíz.

Tampoco se define la metodología que los educadores y directivos tendrán que desarrollar, para que los campos formativos coincidan con los nombramientos (contratos) por asignaturas de los docentes.

Por ejemplo, un maestro que actualmente solo imparte matemáticas, con el nuevo plan su materia queda incluida en el campo formativo de “Saberes y pensamiento científico”, aunque la publicación del DOF no especifica la forma en la que se insertará la carga horaria de matemáticas con el resto de “saberes” del campo científico.  

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Lo que sí se apunta en el nuevo plan es que -entre sus objetivos- se persigue combatir el colonialismo que, según la SEP, incluye “el dominio económico como la apropiación de la tierra y la explotación humana; el dominio político, que comprende el control de las autoridades; el dominio social, representado por el control del género, la clase social, la sexualidad, la condición étnica; (y) el dominio epistémico, dedicado al control del conocimiento y las subjetividades”.

La SEP también rechaza el concepto de calidad de la educación, junto con el referente “social neoliberal”, pues en anteriores administraciones “el discurso de la calidad (se utilizó) como fundamento para reducir la formación de las y los estudiantes y el trabajo docente a un criterio instrumental basado en la eficiencia pedagógica y la eficiencia escolar, plenamente vinculada con la medición estandarizada de resultados, que abrió las puertas a la mercantilización de la educación”.

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autor Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.
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