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México

Se busca un mexicano honesto que sea el próximo Macron

06-08-2017, 6:35:17 AM Por:

México necesita un presidente honesto y que sepa reconocer sus errores, pero también que defienda políticas eficientes. Lamentablemente, en la lista de aspirantes no hay nadie que se aproxime a Emmanuel Macron.

Las empresas saben que tener un buen CEO, un director general capaz y con visión de futuro, es crucial para el éxito. Lo mismo ocurre con los países. Las instituciones son importantes, pero contar con un buen mandatario, ya sea presidente o primer ministro, resulta indispensable. Por eso ha generado tanto desánimo la presidencia del magnate Donald Trump en Estados Unidos y por eso el triunfo de Emmanuel Macron, quien asumió la presidencia de Francia el 14 de mayo, ha sido recibida con tanto entusiasmo en todo el mundo. Macron es un hombre de apenas 39 años de edad, con carisma personal y atractivo para los jóvenes, que defiende ideas liberales en lo económico y lo social, que promueve el libre mercado y la globalización, y que tuvo además la capacidad para vencer a una candidata populista, Marine Le Pen, que mantiene posiciones irresponsables, pero populares. Con el 2018 en la mira, me preguntan: ¿habrá en México un personaje similar a Macron? La ilusión lo obliga a uno a salir a las calles como Diógenes con una lámpara buscando a un hombre honesto. Pero la búsqueda resulta infructuosa. Macron es, en primer lugar, un hombre brillante. Obtuvo una licenciatura en filosofía de la Universidad de París-Nanterre y después títulos en Ciencias Políticas y Administración Pública en instituciones de élite. A los 24 años se unió al Partido Socialista. Ocupó cargos públicos, pero después trabajó en Banca Rothschild, donde se hizo rico. Más tarde se incorporó al gobierno del socialista François Hollande, primero en la Oficina de la Presidencia y después como ministro de Economía. En agosto de 2016 decidió dejar dicho cargo para empezar a construir una campaña presidencial. Declaró entonces algo que muchos pensaron era un suicidio político: “La honestidad me obliga a decir que ya no soy socialista”. El “populista de centro” formó así un partido nuevo. En México, es difícil encontrar a un político que haya tenido un desempeño brillante en la academia y en la actividad privada. Pero Macron no es simplemente una persona que viene del mundo de los negocios, como lo hizo Donald Trump en Estados Unidos, sino un hábil político que sabe manejar una administración pública y lograr alianzas con distintos grupos ideológicos. Su gobierno lo formó con personas de distintos partidos y corrientes ideológicas (socialistas, conservadores y de la sociedad civil). No dudo que en México haya jóvenes carismáticos y brillantes, con experiencia en el sector privado y en el público y con ideas liberales y de apertura. Tenemos una generación de funcionarios de 40 a 50 años que han sido educados en las mejores universidades del mundo. Pero no hay ninguno que destaque en la lista de la docena o más de aspirantes a la Presidencia de la República. Parte del problema es nuestro sistema político. Tenemos restricciones importantes a la creación de partidos nuevos. Las campañas electorales han sido restringidas a un alud de spots de 30 segundos en radio y televisión que no permiten considerar temas de fondo. El populismo y la compra de votos a través de programas sociales son mucho más importantes que las ideas. Quizá la característica de Emmanuel Macron más difícil de imitar en México sería su honestidad personal, la de un hombre que supo hacerse rico en el mundo de los negocios, que cuando quiso ser candidato presidencial reconoció que no podía ya considerarse un socialista, y que defiende políticas que no son populares, pero sí eficientes. No, perdón que lo diga, pero no encuentro en la lista de aspirantes a la Presidencia de México a nadie que pueda siquiera aproximarse a Macron.

autor Escritor y periodista. Colabora en diversos espacios televisivos y radiofónicos.
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