En créditos, estas son las diferencias entre “cobranza delegada” y “cobrarse a lo chino”
La cobranza delegada es usada desde hace décadas, incluso en los créditos que el Infonavit y el Infonacot dan a los trabajadores.
La semana pasada los medios de comunicación hicieron eco de una noticia que sin duda fue relevante, la iniciativa que se aprobó en la Cámara de Diputados en lo general y en lo particular, con 227 votos a favor, 7 abstenciones y 210 en contra, para reformar las leyes generales de Títulos y Operaciones de Crédito, de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito, y de la Ley de Protección de Defensa al Usuario de Servicios Financieros.
Lo anterior, con el objetivo de regular los créditos de nómina con cobranza delegada, según decía la iniciativa presentada. Hasta ahí todo parecía algo normal, incluso benéfico para el trabajador ya que, entre otras cosas, quedaría eliminado el martirio mensual de hacer los pagos por concepto de créditos vigentes.
Pero la iniciativa presentada tenía varias irregularidades y sin duda alguna era peligrosa para los trabajadores, de hecho, se trataba de regular, según quienes la presentaron, algo que ya existe.
La forma en la que los medios de comunicación la divulgaron, y muchos de ellos la interpretaron, fue correcta, con una iniciativa en los términos en los que se presentaba, se abría la puerta para que los trabajadores pudieran perder gran parte, o todos sus ingresos, por el pago de los créditos. Era incluso una amenaza para el mercado crediticio organizado y se corría el riesgo de que se creara un mercado informal que, como sabemos, suele ser todavía más caro y riesgoso.
Claramente la iniciativa, por ser poco o nada clara y por intentar regular algo que ya está regulado desde hace muchos años, iba en el sentido de dar las armas necesarias para “cobrarse a lo chino”, para lo cual utilizaban mañosamente la figura de “cobranza delegada”, haciendo creer que esta no se encuentra regulada o que era necesario hacer ajustes, y que habría que hacerlo.
Aquí un poco de lo que intentaron hacer y de cómo sí había diferencias muy claras entre “cobrarse a lo chino” y la “cobranza delegada”, una misma cara de dos monedas diferentes.
La “cobranza delegada” ya existe
Así es, este mecanismo por medio del cual se descuentan los pagos por concepto créditos a trabajadores ya existe, está vigente desde hace muchos años y es por medio del cual se pagan los créditos del Infonavit, del Infonacot, e incluso de cierta manera hasta los impuestos.
Desde hace décadas se llevan a cabo estos descuentos de las nóminas de los trabajadores, este mecanismo garantiza el pago de los préstamos, está plenamente regulado y para ello incluso se cuenta con porcentajes máximos de descuento del salario del trabajador, precisamente para no afectar en exceso los ingresos del trabajador y que este cuente con los recursos para sus necesidades primordiales.
Pero incluso las instituciones de crédito han utilizado estos mecanismos desde hace varias décadas para ampliar sus posibilidades en el mercado crediticio, lo hacen por medio de acuerdos que firman con empresas para que sus trabajadores puedan acceder a préstamos que se garantizan con el descuento por nómina, también son mecanismos totalmente legales que cuentan desde luego con el visto bueno del trabajador. Los créditos por nómina son usuales en el país y miles de empresas tienen acuerdos firmados con el sistema bancario mexicano por medio de los cuales sus trabajadores acceden a préstamos bancarios.
La “cobranza delegada” ha sido un mecanismo exitoso, pocas polémicas se han generado en su entorno, si no es que ninguna, porque todo se hace mediante documentos aprobados por todas las instancias inmiscuidas. ¿Entonces por qué surgió la polémica?
Se abría la puerta a “cobrarse a lo chino”
La iniciativa presentada en la Cámara de Diputados en realidad era o es un esfuerzo para “universalizar” algo que ya está vigente. Es decir, abrir la puerta para que todo tipo de créditos pudieran ser cobrados vía nómina y que todas las empresas pudieran cobrarlos directamente ya ni siquiera por la vía extrajudicial, sino bastaba acudir al espíritu de la iniciativa plasmada en ley para que se abrieran las puertas para “cobrarse a lo chino”, como coloquialmente se le conoce a esta forma de cobro.
Así, cualquier Sofom, o empresa comercial que otorgara un crédito a un trabajador podría demandar el pago de estos préstamos a la empresa donde el trabajador labora, y la empresa quedaría desde luego obligada a realizar el descuento respectivo y hacer entrega de los recursos al demandante de los mismos, es decir a quien le otorgó el crédito al trabajador.
Ya no solamente los bancos, ni el Infonavit o el Infonacot, sino cualquier empresa que le prestara a los trabajadores y que pudiera comprobar con un contrato que le había otorgado un crédito, se trataba de “universalizar” los pagos de los créditos vía nómina, es decir simplemente “cobrarse a lo chino” en caso de que un trabajador no cumpliera con sus obligaciones o incluso si lo hiciera.
La iniciativa sigue vigente, de hecho fue turnada al Senado de la república en donde supuestamente fue “congelada” luego de que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que en caso de ser aprobada ejercería su derecho de veto. Lo que no significa que vaya a ser desechada.
Es necesario estar muy atentos sobre el rumbo que tome esta iniciativa o algún otro esfuerzo similar para “universalizar” la cobranza delegada, que como tal ha funcionado con éxito en México, pero que debe tener límites.
Definitivamente, los cobros directos a los salarios de los trabajadores deben estar limitados no sólo en los montos sino en las instituciones que la ley permite o permitirá, abrir la ley para el “cobro a lo chino” será un factor de riesgo para millones de trabajadores a los que primeramente, debemos educar, antes de atosigar con mecanismos que a la larga puede llevarlos a registrar más problemas económicos de los que ya tienen.
Si tienes más dudas al respecto, te compartimos ¿Puedo ir a la cárcel por no pagar mis deudas? Además, es importante que conozcas las 22 cosas que agentes de cobranza no pueden hacer.
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