¿Tu negocio participa en el Buen Fin? 5 consejos para que no te ‘metan gol’ con las ofertas

Recibir 30,000 pesos en vez de 300,000, al vender sofisticados aparatos electrónicos en el Buen Fin, es uno de los errores más comunes que cometen algunas empresas al participar en el llamado “fin de semana más barato del año”, pues las ofertas no solo deben estar bien escritas, sino que las condiciones de venta también tienen que ser claras para el consumidor.

Lo mismo sucede al recibir pagos con tarjetas de crédito o débito, transacciones con las que deben seguirse ciertas reglas para que no te sorprendan personas que, de manera fraudulenta, pretenden aprovecharse del aumento en la carga de trabajo de los comercios. Por eso, aquí te damos cinco consejos para que tu negocio no pierda si vas a participar en el Buen Fin.

1. Los miles van con coma

En ediciones pasadas del Buen Fin, la Procuraduría Federal del Consumir (Profeco) obligó a varias tiendas de la Ciudad de México a vender decenas de televisiones de alta gama a 1,090.00 (mil noventa pesos), debido a que el precio exhibido en vez de contener una coma se había escrito con un punto.

Otro sonado caso fue el registrado en una tienda de Cancún, en el estado de Quintana Roo, que tuvo que vender a 26 clientes igual número de aparatos electrónicos a un precio por unidad de ocho pesos con noventa centavos, pues eso era lo que mostraba el precio por escrito (8.900).

En este tema, recuerda que no importa cuántos dígitos se coloquen después del punto decimal, en México los miles de pesos se escriben con una coma y no con punto, de lo contrario, la expresión numérica estará mostrando -después del punto- centavos de peso.

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El artículo 7 de la Ley Federal de Protección al Consumidor establece claramente que los proveedores están obligados a informar y a respetar los precios, tarifas, garantías, y demás condiciones aplicables en la comercialización de bienes, productos o servicios, “sobre todos aquellos que se hubiera ofrecido, obligado o convenido con el consumidor para la entrega del bien o prestación del servicio”.

Esto significa que, por ejemplo, si exhibes un precio de “18.000”, los productos no podrán venderse en dieciocho mil pesos (18,000.00), sino en dieciocho pesos, por ende, si un consumidor se encuentra con este error en tu negocio, aunque le aclares que el precio real es de miles de pesos, el cliente puede llamar a la Profeco para que esta autoridad te obligue a respetar el precio equivocado.

2. Ofertas claras y detalladas

Todas las ofertas de cualquier producto o servicio, junto con las condiciones para su venta, deben estar escritas de manera clara, y no pueden cambiarse en el momento en el que los consumidores van a pagar.

Aquí no solo estamos hablando de respetar los precios en el etiquetado que hayas puesto a tu mercancía, sino también de algunos otros detalles que se enlistan en el artículo 7 Bis de la Ley Federal de Protección al Consumidor.

Este numeral dice que “el proveedor deberá informar de forma notoria y visible el monto total a pagar por los bienes, productos o servicios que ofrezca al consumidor. Dicho monto deberá incluir impuestos, comisiones, intereses, seguros y cualquier otro costo, cargo, gasto o erogación adicional que se requiera cubrir con motivo de la adquisición o contratación respectiva, sea ésta al contado o a crédito”.

Así es que, si uno de tus productos tendrá un precio si se paga al contado, y otro si se compra con tarjeta de crédito, debes aclararlo. Al hacer esto, lo más recomendable es no utilizar abreviaturas, sino especificar con palabras completas las distinciones en el precio. No olvides que, si hay alguna confusión, la Profeco -igualmente- puede obligarte a vender la mercancía en las condiciones en las que esté escrita la oferta.

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3. Tarjetas sin comisiones

Si no quieres desaprovechar el aumento en el flujo de consumidores en este Buen Fin se recomienda que tu negocio tenga varias formas de pago, además del efectivo, como aceptar tarjetas de crédito y débito, y quizás transferencias electrónicas.

No obstante, debes tener mucho cuidado al permitir estos medios de pago: De entrada, no puedes cobrar una comisión si el cliente va a pagar con tarjeta, ya que el convenio que se establece para contar con una Terminal Punto de Venta no te cobra ninguna comisión por cada pago hecho con algún plástico.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha sido muy clara al respecto, si cobras comisión por aceptar tarjetas puedes ser multado por la autoridad, ya que estarías incumpliendo el contrato que estableces con las instituciones bancarias, en el cual se especifica que para el uso de Terminales Punto de Venta “el pago de este servicio no debe repercutir en el costo de los bienes” que promueven los comercios con su clientela.

4. Evita los fraudes

Otro aspecto que debe observarse en los pagos que no sean en efectivo es verificar la identidad de la persona usuaria de la tarjeta de crédito o débito, por lo que se recomienda solicitar una credencial oficial a tu cliente si este opta por pagar de esta forma.

En cada edición del Buen Fin se han detectado decenas de casos en los que se utilizan tarjetas de crédito o débito robadas, pues los delincuentes utilizan plásticos que no les pertenecen, aprovechándose del aumento de clientes en los negocios.

En este escenario, los encargados de cobrar deben pedir una identificación a quien esté pagando con tarjeta, no importa que eso implique tardarse un poco más en concretar la venta, toda vez que no todas las tarjetas cuentan con el pin electrónico que debe introducir su portador.

5. Transferencias inexistentes

Algunos negocios, sobre todo aquellos que se dedican a proporcionar servicios, aceptan como medio de pago las transferencias interbancarias o electrónicas, si tú estás en este caso, debes verificar que este tipo de operaciones se realicen de manera efectiva.

En ocasiones, personas que se dedican a delinquir, pueden enviarte o mostrar la imagen de una supuesta transferencia, aunque en realidad esta no se haya efectuado. Así es que no entregues ninguna mercancía hasta no verificar que efectivamente ya recibiste el dinero en tu cuenta.

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Una situación similar se presenta en los casos en los que el negocio acepta pagos con cheque, aunque esto ya es muy raro. Si en tu empresa aceptas este tipo de documento mercantil, sobre todo cuando el precio del producto o servicio es muy elevado, debes verificar en el banco emisor del cheque que la cuenta exista y esté activa.

Aquí la recomendación es que no admitas esta forma de pago, porque en estos fraudes suelen usarse cheques de cuentas que ya fueron canceladas.

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Surya Palacios Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.