El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció este domingo la posibilidad de que la economía estadounidense entre en recesión este año debido a los efectos de su política arancelaria, aunque insistió en que sus medidas son necesarias para fortalecer el sector manufacturero del país.

Durante una entrevista con Fox News, Trump admitió que “llevará un poco de tiempo” ver los beneficios de sus políticas, pero pidió paciencia a los estadounidenses.

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Las declaraciones de Trump marcaron un cambio de tono respecto a sus promesas anteriores, cuando aseguraba que su política económica generaría beneficios inmediatos.

Sin embargo, los mercados financieros han respondido negativamente ante la posibilidad de mayores aranceles a Canadá, México y China, provocando una caída de más del 4% en el índice Nasdaq, del 2.6% en el S&P 500 y de 2.1% en el Dow Jones, a media hora del cierre de Wall Street.

A pesar de la caída del mercado y el pesimismo entre consumidores, Trump afirmó que la prioridad es fortalecer la industria nacional, aunque esto implique costos a corto plazo. “En China piensan a 100 años, nosotros lo hacemos por trimestres. No podemos guiarnos por eso”, señaló el mandatario.

Al ser cuestionado sobre la reacción negativa de los mercados a los aranceles, respondió: “Lo que tengo que hacer es construir un país fuerte. No puedes estar viendo el mercado de valores.”

El gobierno ha postergado en dos ocasiones la aplicación de aranceles del 25% a productos provenientes de Canadá y México, pero Trump confirmó que el 2 de abril será la fecha definitiva para su implementación. Además, reiteró que mantendrá aranceles del 25% para el acero y aluminio a nivel global, rechazando cualquier flexibilización.

Los efectos inmediatos de estas políticas han sido aumentos en precios de productos básicos, como los huevos, cuyo costo se ha disparado debido a brotes de gripe aviar y mayores costos de importación. No obstante, Trump ha minimizado esta preocupación, compartiendo artículos que desestiman el impacto de los precios.

En contraste, la Reserva Federal de Atlanta prevé una contracción del 2.8% del PIB en el primer trimestre de 2025, lo que podría cumplir con la definición técnica de recesión si se mantiene por dos trimestres consecutivos.

Pese a ello, el Secretario de Comercio, Howard Lutnick, desestimó esta posibilidad afirmando que la economía se fortalecerá cuando se “reduzca la dependencia” (sic) de productos extranjeros.

Trump y su equipo defienden que el costo a corto plazo se verá compensado por un renacimiento manufacturero, impulsado por inversiones como la anunciada por Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC), que destinará 100,000 millones de dólares para abrir plantas en Arizona.

Sin embargo, economistas advierten que reconstruir el sector manufacturero será complejo y no garantizará una reducción del déficit fiscal.

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A pesar del rechazo generalizado a los aranceles, Trump mantiene firme su discurso, afirmando que los estadounidenses deben ser pacientes y confiar en que su estrategia traerá prosperidad a largo plazo.

El costo político podría ser alto si la recesión se materializa, poniendo a prueba el respaldo popular hacia su gobierno y su promesa de “Estados Unidos Primero”.

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