Tendencias sobre la gestión del riesgo tributario: Así deben prepararse las empresas ante una nueva era
La gestión del riesgo tributario debe ser parte fundamental de la estrategia de negocio de cualquier organización.
Por Óscar Ortiz*
En la última década hemos sido testigos de los diversos cambios que ha enfrentado el mundo de la tributación de las empresas, muchos de ellos derivados de un proceso sólido de profesionalización y digitalización por parte de la autoridad fiscal, enfocado en promover un mayor cumplimiento.
Lo anterior, además de establecer nuevas tendencias que se han ido adoptando en diversos países de todo el mundo, incluido México, también ha impulsado el crecimiento en el número de solicitudes de información por parte de la autoridad hacia los contribuyentes, por lo cual, si no se cuenta con herramientas tecnológicas para la búsqueda de información y controles adecuados, el cumplimiento de dichas solicitudes puede generar un riesgo importante para los corporativos.
En términos prácticos, dichas solicitudes también pueden representar un sinnúmero de retos para las empresas, no solo en términos de organización de los recursos humanos para reunir los datos y responder en tiempo y forma, sino también en lo operativo por el trabajo que puede implicar consolidar, estandarizar y cotejar grandes cantidades de datos en un periodo corto de tiempo.
Y si bien las empresas están en proceso de adaptarse a esta nueva dinámica de fiscalización, es una realidad que esta tendencia va a continuar presente en los próximos años. Solo por mencionar un ejemplo, más de la mitad (56%) de los ejecutivos de Impuestos y Finanzas que participaron en la encuesta 2023 EY Tax Risk and Controversy Survey prevén más auditorías y con mayor rigor en los próximos dos años, además, atribuyen esta tendencia a solicitudes de información más numerosas o detalladas y a requisitos cada vez mayores de transparencia y divulgación.
¿En qué aspectos deben trabajar las empresas para hacer frente a esta nueva era de gestión tributaria de manera eficiente?
La respuesta depende mucho de la situación en la que se encuentre cada empresa en términos de dos elementos clave: a) el esquema de reporteo interno existente, es decir, la periodicidad con la que se cotejan los datos, la estandarización y el manejo por medios digitales; esto aplica en lo local como en la interacción y el intercambio de reportes con sus filiales u oficinas centrales alrededor del mundo y, b) el nivel de entendimiento y sensibilización respecto a los riesgos que representa para el negocio no contar con información homologada para atender los formatos y las solicitudes de información por parte de la autoridad.
Sin embargo, existen tres parámetros que son de aplicación general, sobre todo para empresas en mercados que han adoptado recientemente este tipo de prácticas de fiscalización:
- Mejorar la estrategia de gobernanza fiscal: definir políticas, roles, controles y responsabilidades de manera clara permitirá una mejor gestión del riesgo fiscal.
- Transformar el enfoque de la gestión de datos fiscales y financieros: las empresas requieren prepararse para tener una buena capacidad de respuesta ante los requerimientos de información por parte de la autoridad, ya que este tipo de procesos no consisten únicamente en responder, sino también hacerlo de manera precisa y oportuna. En este punto es en donde más adolecen las organizaciones, mucho de ello derivado de la falta de tecnología aplicada en los procesos de manejo de información o digitalización de los datos y sobre todo considerando que la autoridad está solicitando grandes volúmenes de información y con mucho detalle. Por muy extraño que parezca, la tecnología aplicada a los impuestos ha tomado relevancia a partir de que las autoridades tributarias comenzaron a innovar los procesos de fiscalización a través de medios digitales.
Por otra parte, el enfoque de la gestión de la información, no solo implica la parte tecnológica y operativa, sino también de una visión clara, no solo por parte del área de Impuestos o Finanzas, sino también del Consejo de Administración, del director general y del equipo de liderazgo de la empresa, respecto al aumento de estas tendencias, los efectos y nuevas obligaciones que representan para el negocio, así como establecer una perspectiva y enfoque de cómo la empresa previene este tipo de disputas fiscales. Este segundo elemento resulta ser el más retador porque implica coordinar a diversos equipos y áreas para establecer un marco de referencia para la gestión adecuada que permee en toda la organización.
3. Enfocar esfuerzos en garantizar la certeza fiscal: buscar formas de gestionar los riesgos fiscales y aprovechar los programas proactivos de prevención y resolución de disputas que ofrecen las autoridades fiscales.
De acuerdo con una encuesta global hecha por EY a 100 entidades, resultó que el 98% de las empresas encuestadas, con sedes globales en países con administraciones tributarias digitales, están organizando su respuesta de manera centralizada y coherente a nivel mundial, en promedio han aumentado un 40% el gasto en transformación fiscal, presupuestos tecnológicos anuales y contratación de habilidades de datos; otro dato relevante es que 73% de las empresas encuestadas planea aumentar la plantilla fiscal con personas con habilidades de gestión de datos y tecnología.
Es una realidad que esta tendencia llegó para quedarse y las empresas tienen que trabajar de manera importante para estar cada vez más preparadas y hacer frente a los retos que se deriven de ello. Al mismo tiempo, deben tomar en consideración que existen otros factores propios del ambiente económico como la inflación y las tasas de interés cada vez más altas que, en conjunto con los constantes requerimientos de información fiscal, crean el escenario perfecto para nuevos y mayores riesgos.
Los profesionales de Impuestos y Finanzas juegan un papel clave para la transformación de las empresas en cuanto a cumplimiento fiscal se refiere, así como a la adopción de una nueva perspectiva de negocio respecto al incremento de las interacciones con las autoridades fiscales. Ellos son quienes pueden sensibilizar a todos los niveles de la organización respecto a esta nueva realidad: la gestión del riesgo tributario debe ser parte fundamental de la estrategia de negocio de cualquier organización.
*Óscar Ortiz es Socio líder de Impuestos y Servicios Legales, EY México
Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.
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