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Así es como el reconocimiento facial cambia a las empresas y tu vida

26-02-2019, 2:31:32 PM Por:

Gracias a la inteligencia artificial y otras tecnologías digitales, el reconocimiento facial está extendiéndose rápidamente a mercados que van más allá de la seguridad.  

Por Eduardo Ávila

El reconocimiento facial no es precisamente algo nuevo. Las mediciones y el análisis de nuestra información biológica se introdujeron por primera vez a finales del siglo XIX cuando aparecieron las primeras cámaras fotográficas.

Sin embargo, los avances en informática y el aprendizaje automático lo han sofisticado y automatizado a tal grado que hoy es muy fácil autenticar a una persona, en tiempo real, según sus características faciales.

Gracias al reconocimiento facial, hoy podemos obtener la imagen de una persona y comparar de manera instantánea las características geométricas de sus rasgos faciales (la distancia entre sus ojos o la forma de su nariz) con la información de otras personas, guardada en grandes bases de datos. Por eso, la tecnología se ha extendido en los ámbitos de consumo (¿cuántos de nosotros hemos activado el reconocimiento facial de nuestro teléfono celular?) y la seguridad (la emplean las policías y los gobiernos).

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Es precisamente en estos mercados en los que está enfocándose la japonesa NEC Corporation, aprovechando sus avanzados sistemas de autenticación biométrica, detección y análisis del comportamiento, y su tecnología de redes definidas por software (Software Defined Networking o SDN).

Durante su foro para usuarios más reciente (el C&C User Forum & iExpo 2018, celebrado en noviembre, en Tokio), NEC presentó varias tecnologías cuyo objetivo es resolver problemas mundiales, como el de la inseguridad y con ello anticiparse a la inclusión digital. Una “era en que el internet de las cosas (IOT), la inteligencia artificial, la biometría y otras tecnologías digitales penetren en todos los aspectos de la vida y creen un futuro más brillante para todos”, según palabras de su presidente y CEO, Takashi Niino.

Abordar sin boleto

La primera terminal biométrica de Estados Unidos, lanzada por la aerolínea Delta y el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta, da cuenta de ello. Desde diciembre pasado, los clientes de Delta que vuelen directamente a un destino internacional pueden utilizar la tecnología de reconocimiento facial de NEC para hacer su check-in en los quioscos de autoservicio, dejar su equipaje –registrado– en los mostradores, identificarse en el punto de control TSA (Transportation Security Administration), abordar un vuelo en cualquier puerta de la Terminal F, y para que los viajeros que llegan a Estados Unidos realicen todo el proceso de aduanas.

Lo anterior también aplica para los clientes de la red global de Delta: Aeroméxico, Air France, KLM y Virgin Atlantic Airways,

Los clientes que vuelan directamente a un destino internacional desde la Terminal F y desean usar esta opción tienen simplemente que: 1) ingresar la información de su pasaporte cuando se les solicite al realizar su check-in online (también pueden realizarlo en la terminal, después de un análisis y verificación del pasaporte); 2) hacer clic en la opción “Look” de la pantalla del quiosco en el lobby o acercarse a la cámara que está en el mostrador, el punto de control TSA o al abordar en la puerta (gate); 3) una vez que la luz verde de verificación parpadea en la pantalla, los clientes pueden pasar. Los viajeros siempre deben traer consigo sus pasaportes.

Si un cliente no quiere hacer uso de la tecnología, simplemente puede proceder normalmente, como siempre lo han hecho, a través del aeropuerto.

Según las pruebas iniciales, la tecnología de reconocimiento facial de NEC puede ahorrar hasta nueve minutos por vuelo, gracias a que los viajeros pueden hacer todos los procedimientos del aeropuerto sin necesidad de boleto.

Olimpiadas seguras

La tecnología de reconocimiento facial de NEC también mejorará la seguridad en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Las tarjetas de identificación de los más de 300,000 atletas, del personal de seguridad y de los medios de comunicación incluirán un chip que, en automático (en X tiempo), verificará su identidad. Así podrán ingresar rápidamente a las más de 40 instalaciones, incluido el estadio principal, el centro de transmisiones internacionales y la villa olímpica.

Los usuarios de esta tecnología deberán enviar sus fotografías a una base de datos antes de que comiencen los juegos. Así se irán almacenando y estarán listos para el 24 de julio de 2020, fecha de la inauguración.  

El reconocimiento facial no estará dirigido al público, pues su objetivo es disminuir los tiempos de espera para los atletas en los puntos de control y evitar el préstamo o falsificación de credenciales.

La tecnología fue probada durante los Juegos Olímpicos de Río 2016 y, según la firma japonesa, el 99.7% de las veces el sistema reconoce correctamente la cara de las personas, sin importar su estatura, raza o nacionalidad. Incluso reconoce a aquellas que usan sillas de ruedas.

¿Qué estás mirando?

El NEC Innovation World, centro de innovación que NEC instaló en el distrito de Shinagawa, en Tokio, es otro ejemplo real del uso de la biometría. Ahí, con ayuda del software NeoFace, se pueden identificar personas de entre la multitud, como los malhechores que están registrados en las listas de seguridad, para luego generar una alerta y dar aviso a las autoridades.

De acuerdo con la compañía, NeoFace es tan poderosa que puede reconocer a una persona, sin importar que haya envejecido o la postura en la que se encuentre al momento de ser identificada.

Incluso NEC tiene un software aún más fascinante, el cual puede indicar qué es lo que está mirando una persona. Según la firma japonesa, con ventas anuales por 2,844.4 billones de yenes y 300 subsidiarias en el mundo, las tecnologías convencionales usan luz infrarroja y cámaras avanzadas para detectar cómo se refleja la luz en el ojo de una persona, mientras que la tecnología de NEC emplea herramientas de inteligencia artificial para  detectar puntos de rasgos faciales.

De esta forma se pueden identificar, con precisión, las características en el ojo y alrededor de él, la pupila y las esquinas, a partir de imágenes tomadas con cámaras comunes (cámaras web, de vigilancia, tabletas y teléfonos inteligentes), sin necesidad de equipos especializados.

Las imágenes permiten una detección sumamente precisa de la línea de visión de una persona, con un error de medición de menos de cinco grados desde la izquierda, la derecha, la parte superior y la parte inferior.

Las cámaras pueden colocarse a una distancia de hasta 10 metros de las personas, lo que puede resultar ideal para que una tienda minorista pueda detectar, por ejemplo, qué productos llaman la atención de sus clientes cuando recorren sus pasillos.

Si aparecen varias personas en una cámara, es posible detectar simultáneamente la línea de visión de cada una.

Como puedes ver, el potencial del reconocimiento facial es enorme y va más allá de la seguridad. NEC dice que, basándose en su tecnología, hasta se puede analizar lo que están viendo los peatones para así optimizar la colocación de anuncios en la calle y, desde luego, monitorear el comportamiento de personas sospechosas.

Sin duda, tecnologías avanzadas como las de NEC están haciendo que el mercado crezca rápidamente: en 2017 valía 3,000 millones de dólares y se triplicará para 2023, según las proyecciones.

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autor Equipo de jóvenes periodistas cuyo objetivo es explicar las noticias más relevantes de negocios, economía y finanzas. Nos apasiona contar historias y creemos en el periodismo ciudadano y de servicio.
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