6 formas de proteger tus datos personales de los algoritmos
Los algoritmos facilitan las experiencias de consumo, pero también limitan nuestra libertad y pueden poner en riesgo nuestros datos más sensibles.
El análisis y procesamiento de grandes cantidades de datos, a partir de la tecnología informática que se utiliza en la mayoría de las aplicaciones y redes sociales a las que accedemos cotidianamente, nos proporciona beneficios inmediatos que facilitan nuestras experiencias de consumo, aunque también limitan nuestras libertades y, en ocasiones, pueden poner en riesgo nuestros datos personales más sensibles.
Por ejemplo, hoy en día ya no tenemos que perdernos en el amplio océano de la música o de los libros, pues los algoritmos de las aplicaciones aprenden de nuestros gustos en esa materia, facilitándonos el escuchar solo los géneros musicales que nos gustan, u ofreciéndonos las lecturas que son acordes a nuestras prioridades.
“La máquina aprende de nuestras preferencias, música, películas, libros, rutas de movilidad, preferencias políticas y de consumo, ya vivimos con el análisis predictivo del comportamiento humano” debido a los algoritmos, explicó Guillermo Antonio Tenorio Cueto, profesor de la Universidad Panamericana, y experto en derecho a la información y protección de datos personales.
Si bien esto facilita muchas áreas de nuestra vida, también limita nuestras libertades, ya que los algoritmos hacen un perfilamiento del comportamiento de los individuos, sesgando las alternativas que tienen a su alcance, aseveró el especialista al dar una conferencia en internet organizada por la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información del estado de Nuevo León.
Esta situación se ha acentuado con la pandemia de Covid-19, considerando no solo el aumento de las compras en línea, sino también el obligado acceso a internet que los menores de edad han experimentado a partir de recibir clases de manera virtual.
Por eso es importante contar con un esquema que nos permita proteger mejor nuestros datos personales, para evitar el uso extendido de nuestra información sensible.
Alternativas de protección
Aunque podemos estar preocupados por la cantidad de información que nosotros mismos ya proporcionamos a las redes sociales, y en todo tipo de páginas de internet o aplicaciones a las que hemos accedido, hay opciones que, de llevarse a la práctica, nos pueden proteger de ser segmentados por los algoritmos.
Para Guillermo Tenorio Cueto desconectarnos por completo de internet no es la opción, pues eso significaría vivir completamente aislados del mundo actual. “Desconectarte para vivir una vida libre de algoritmos” es una solución extrema que tiene altos costos, considera.
No obstante, para el experto, lo mejor es intentar seguir los siguientes pasos, para acotar el uso de nuestros datos personales en internet:
1. Limita tu participación en redes sociales
No compartas fotografías del lugar en donde te encuentras, de la comida o bebida que estás consumiendo, y tampoco le des like a quienes lo hacen. Pues eso les permite a los algoritmos saber cuáles son tus gustos, los lugares a los que viajas, y hasta conocer tus preferencias políticas y de voto.
En este aspecto, los padres deben ser muy cuidadosos con la información que comparten de sus hijos, las fotos de los menores de edad no deben compartirse en las redes sociales, apunta Tenorio.
2. Evita compartir temas de tu vida privada
Todas las experiencias personales que compartimos en internet son datos que son utilizados por los algoritmos. Tus hábitos de consumo, las rutas que sigues para trasladarte, la forma en la que te vistes, si usas lentes o no, si prefieres lo dulce a lo salado, y hasta la huella de todas las pesquisas que has hecho en buscadores son información que te va perfilando en segmentos a partir del aprendizaje de los algoritmos.
Es cierto que la convivencia virtual que tenemos con nuestros amigos en las redes sociales puede tornarse aburrida si dejamos de compartir este tipo de información que en estricto sentido es privada. Puede ser difícil dejar de hacerlo, pero una alternativa es iniciar con algún aspecto de tu vida que usualmente compartes en redes, por ejemplo, puedes empezar dejando de compartir lo que haces o comes los fines de semana.
3. Revisa el manejo de datos de las aplicaciones
Todas las apps tienen términos y condiciones; sí, esas que nadie lee y que todos aceptamos de inmediato cuando bajamos la aplicación a nuestros dispositivos. Por eso es recomendable que te tomes el tiempo para revisar cómo estas manejan tus datos. En el caso de los menores de edad, son los padres quienes deben estar al pendiente de los programas a los que acceden sus hijos, para limitar los permisos que se le otorgan a la aplicación.
Lo mismo sucede con las páginas de internet, mayores y menores de edad deben aprender a desactivar los archivos de seguimiento conocidos como cookies. Y si de plano estas no se pueden inhabilitar, cada que cierres una página en la web debes asegurarte de borrar todas las cookies, de hecho, todos los navegadores de internet tienen la opción de hacerlo en la sección de preferencias.
4. Establece rutinas de borrado
Este punto está muy relacionado con el anterior, además de borrar las cookies, asegúrate que la información que proporcionaste en internet no se quede guardada en las páginas a las accedes. Tu cuenta de correo electrónico, tus contraseñas, y tu historial de navegación son datos que puedes borrar antes de que te desconectes.
Estas rutinas de borrado de datos deben enfatizarse en los dispositivos de los menores de edad que reciben clases en línea, por lo que la vigilancia de los sitios a los que acceden los niños y adolescentes no puede ser ocasional, los padres deben añadirla como una actividad cotidiana para mantener protegidos a sus hijos.
5. Cuidado con las apps gratuitas
La razón de ser de las aplicaciones gratuitas es tu información. En estas “el producto eres tú, pues la app lucra con tus datos”, asevera Guillermo Tenorio Cueto.
Aunque uses poco este tipo de aplicaciones, lo más recomendable es borrarlas de todos tus dispositivos. Si no quieres ser tan tajante, deja -por ejemplo- solo un par de juegos sin costo, aunque debes ser consciente de que este tipo de programas están recabando parte de tu información de manera constante, incluso cuando no los estás usando.
6. No compartas datos biométricos
Si aceptas el reconocimiento facial, de voz o de tus huellas dactilares en aplicaciones y páginas de internet estás admitiendo que tus datos biométricos sean utilizados por los algoritmos. Recuerda que esta información es personalísima y constituye una parte importante de tu identidad.
Si bien nuestra privacidad en internet se ha limitado, justo porque nosotros mismos hemos compartido mucha de nuestra información, aclara Guillermo Tenorio, asegúrate de reducir el enviar información biométrica que no es estrictamente necesaria, pues todos tenemos derecho de proteger nuestros datos sensibles.
Surya Palacios Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.