Sistema Eléctrico Nacional paga factura por desplome de inversiones durante sexenio
Según la IFC, el país necesitará inversiones por 170,000 mdd durante los próximos 15 años para tener una red eléctrica robusta y competitiva.
El Sistema Eléctrico Nacional está pagando las consecuencias de la caída en inversiones que este sector registró en el presente sexenio, en aras de un cambio de modelo energético con tintes ideológicos nacionalistas, en lugar de la modernidad y la eficiencia.
De hecho, tanto nacionalismo como modernidad y eficiencia no necesariamente se excluyen, siempre y cuándo se realicen las inversiones pertinentes que requiere una industria como la eléctrica, para prestar un servicio eficiente a un país de casi 130 millones de habitantes que además está en un proceso de expansión industrial, impulsado en gran parte desde el exterior por el fenómeno de relocalización de inversiones (Nearshoring).
Las cifras que reflejan la caída en las inversiones y el abandono de la industria eléctrica no dejan espacio para la réplica.
Desplome de inversiones
El cambio de modelo energético quitó, en los hechos, tanto a Pemex como a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), su papel de Empresas Productivas del Estado, para regresarlas en el pasado a su papel de monopolios energéticos estatales, con lo que las llevó al fracaso en ese momento reflejado en: la ineficiencia operativa y financiera.
Pensando en que bastaba con regresarlas al monopolio estatal para hacerlas rentables, se dejó de invertir de manera especial en la industria eléctrica durante el presente sexenio, volcando los esfuerzos financieros a la industria petrolera para conseguir lo que, al final de la administración, no se habrá conseguido: soberanía energética.
El daño por la falta de inversiones en la industria eléctrica está a la vista con la situación de emergencia que se ha declarado en el Sistema Eléctrico Nacional y su más claro reflejo: los apagones que durante 3 días seguidos se han registrado en el país.
De acuerdo con cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), así como de organismos internacionales como la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés), las inversiones al sector eléctrico nacional en el presente sexenio se desplomaron.
Durante el periodo 2014 (cuando entró en vigor la reforma eléctrica) al año 2018, final del sexenio pasado, las inversiones en la industria eléctrica alcanzaron los 10,000 millones de dólares, mientras que para el periodo 2019 a 2023 se ubicaron en 2,800 millones, lo que supone un desplome de 72 por ciento.
La industria eléctrica es intensiva en capital, se requieren inversiones constantes, una caída de tal magnitud en nuestro país no puede llevar a otra cosa que no sea un desabastecimiento de electricidad en momentos de alta demanda, como los que se registran actualmente por las altas temperaturas en todo el territorio nacional.
Pero el cambio de modelo energético también llevó a la industria eléctrica mexicana a cancelar el futuro, al menos por el momento.
Según la IFC, con la entrada en vigencia de la reforma energética de 2014 el país se colocó rápidamente entre los primeros lugares mundiales en generación de energías renovables, llegó a ocupar el cuarto sitio.
Hoy, nuestro país se ubica en el número 20 dentro del ranking de países productores de energías renovables.
Vale la pena recordar que la falta de inversiones en la industria eléctrica nacional proviene del sector privado, pero no porque este no haya querido invertir, sino porque se cambiaron las reglas en la industria y, de facto, se prohibió su participación en este sector, con las consecuencias que hoy conocemos.
“Las inversiones en la industria eléctrica del sector público y privado siempre deben complementarse, nunca se contraponen“, dijo Juan Gonzálo Flores, country manager de la IFC en México, durante una reunión de capitales privados en México.
Inversiones cuantiosas en la industria eléctrica, si México quiere desarrollo
Si México quiere desarrollo de largo plazo y, sobre todo, aprovechar oportunidades que le brindan fenómenos como el Nearshoring, necesitará inversiones cuantiosas para generar la infraestructura eléctrica necesaria.
De acuerdo con la IFC, el país requerirá alrededor de 170,000 millones de dólares los próximos 15 años para generar esta infraestructura eléctrica nacional que le permita competir y ser atractivo a las inversiones que le llegarán por el simple hecho de estar cerca del mayor mercado de consumo en el planeta: Estados Unidos.
¿Nacionalismo o eficiencia?
El desplome de las inversiones en la industria eléctrica durante el sexenio, las fuertes inversiones que se requieren para hacerla competitiva y que sirva de soporte para el crecimiento económico, así como los constantes apagones de los días recientes que afectan a empresas, familias y también a gobiernos, nos llevan a la pregunta: ¿Qué es más importante, el nacionalismo o la eficiencia energética?
Un país con desabasto de electricidad corre el riesgo de rezagarse, por más orgulloso que se sienta de su historia.
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