Sheinbaum inicia su gobierno sin los “guardaditos” que tenía AMLO
Los fondos de estabilización para las finanzas públicas tienen solamente una cuarta parte de lo que recibió el sexenio de López Obrador.
El gobierno de Claudia Sheinbaum, que inicia este martes, no contará con los “guardaditos” que tuvo su antecesor y que le permitieron cierto margen de maniobra en momentos complicados para las finanzas públicas.
En el sexenio pasado, la administración pública federal recibió alrededor de 450,000 millones de pesos en fondos de estabilización, fondos de contingencia o “guardaditos”.
Se trató de una especie de seguro contra crisis, que de hecho sí fueron utilizados precisamente para paliar los efectos más dañinos en las finanzas públicas durante fenómenos como la pandemia, o que fueron redireccionados a gasto público corriente.
“Guardaditos”, tendencia mundial
Los “guardaditos” o fondos de estabilización no son novedosos, México se tardó en adoptarlos, pero en los hechos, muchas economías los utilizan desde hace bastantes años.
Por lo general, los fondos de estabilización son mecanismos que ayudan a los países a enfrentar los problemas que surgen cuando sus ingresos públicos tienen caídas repentinas (como una caída en el precio del petróleo o de otras materias primas, o bien, menores ingresos tributarios a los esperados).
Estos mecanismos funcionan como un fondo de ahorro que puede usarse para mitigar las vulnerabilidades provocadas por la fluctuación de los mercados y de los precios, así como para evitar un alza repentina de los impuestos o una contracción del gasto.
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El Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) es, en teoría, uno de los escudos de protección para las finanzas públicas del país. Los mayores ingresos del fondo ocurrieron de 2015 a 2017, principalmente por los ingresos de administración de riesgos en 2015 y 2016, y por los remanentes de operaciones del Banxico entre los años 2016 y 2017. Al cierre de aquel año, el saldo del fondo era de 220 mil 972 millones de pesos y para el año 2018, al final de la administración de Enrique Peña Nieto, el fondo se entregó con un saldo de 279 mil 770.7 millones de pesos. También se entregaron otros fondos por entre 100,000 y 150,000 millones de pesos, que llevaban a una suma aproximada de 450,000 millones de pesos.
No obstante, Claudia Sheinbaum deberá enfrentarse a una situación muy distinta al heredar dos de los fondos principales con mucho menos recursos de los que tenían al principio del actual sexenio.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda, el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) y el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), los cuales se utilizan para enfrentar emergencias financieras del gobierno federal y de los estados, respectivamente, tienen la quinta y sexta parte de lo que tenían en 2018.
Mientras que el FEIEF reportó un saldo de 12 mil 175 millones de pesos al cierre de agosto pasado, es decir la sexta parte de los 76 mil 348 millones registrados al cierre del último año de la anterior administración.
Los guardaditos representaron para la administración que terminó el lunes la posibilidad de sortear desafíos como la pandemia, así como la reducción en los ingresos presupuestarios derivada del fenómeno sanitario y el impacto al PIB.
Años para recuperar los ahorros
La mala noticia se vuelve peor si consideramos que recuperar los ahorros contemplados en los fondos de estabilización, a los niveles en los que los recibió la administración pasada, tendrán que pasar muchos años.
El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) estima que, al ritmo de acumulación actual, tomaría 17 años alcanzar el saldo nominal de 2018 (año con el mayor saldo), asumiendo que en el período no se presenten crisis económicas y que sólo se percibieran ingresos por excedentes de la Ley de Ingresos Fiscales.
El CIEP advierte que, dado que los fondos de estabilización funcionan como un mecanismo de ahorro para atender posibles caídas en los ingresos públicos, su preservación es fundamental para las finanzas públicas.
Los “guardaditos” brillarán por su ausencia en la administración que inicia, la posibilidad de que choques internos o externos impacten en la economía mexicana es alta y ahora no tendrá el escudo protector que tuvo en los años recientes.
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