¿Quiere Trump provocar una recesión en Estados Unidos?

Si sucediera, estaríamos frente a la primera recesión provocada intencionalmente en la historia de ese país y del mundo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece simpatizar con la posibilidad de una recesión provocada intencionalmente en su país. A diferencia de una recesión cíclica, esto podría generar problemas económicos de gran magnitud a nivel global.
Este factor preocupa a los mercados y a los agentes económicos en general.
“Estamos dispuestos a soportar un poco de dolor porque los beneficios que obtendremos para devolver el crecimiento a la economía serán mucho mayores”, ha expresado Trump en diversas ocasiones, refiriéndose a las consecuencias de su política arancelaria para Estados Unidos.
El problema es que los mercados no saben hasta qué punto ese “dolor” incluiría una recesión.
A diferencia de una recesión cíclica, que inicia y termina en períodos relativamente definidos, una recesión provocada no tiene una fecha clara de finalización y puede descontrolarse, generando riesgos y efectos aún más severos en la economía global.
Pero, ¿por qué Donald Trump querría provocar una recesión? El primer efecto de esto es que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), se vería forzada a bajar las tasas de interés, una demanda del mandatario republicano desde hace tiempo. Con tasas de interés bajas, se podría estimular el crecimiento económico, reducir las deudas de millones de estadounidenses y, sobre todo, bajar los intereses que el gobierno debe pagar de deuda pública.
Pero una recesión intencionalmente provocada puede traer otros efectos no deseados e imprevistos.
Si Estados Unidos sufre, el mundo se colapsa
El problema de una recesión —sobre todo si es provocada— radica en que, aunque la economía de Estados Unidos se vea afectada, está demostrado que la economía mundial, o al menos la de los países con mayor dependencia de la potencia, también sufre un colapso, aunque sea momentáneo.
Además, existe una preocupación adicional: en caso de que esto ocurriera, sería la primera recesión 100% provocada de manera consciente y deliberada. Esto significa que no hay precedentes sobre sus posibles consecuencias, lo que nos metería a un territorio desconocido.
Según cifras de la OCDE que datan de 2020, en los tiempos de la pandemia, una recesión en Estados Unidos puede provocar que los países más influenciados por su economía registren una caída del PIB entre dos y tres veces mayor a la de la propia economía estadounidense.
En términos nominales, esto es grave, pero en términos reales el impacto es aún mayor. No es lo mismo una recesión en Estados Unidos que en países con economías más vulnerables.
Si bien la recesión de 2020 fue seguida por un “efecto rebote” al año siguiente, en términos de crecimiento económico, México aún no ha logrado recuperar lo perdido en aquel periodo.
Otro ejemplo contundente se encuentra en las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado. Una serie de factores, como deficiencias económicas estructurales, llevaron a México a pagar un alto costo por las recesiones en Estados Unidos.
- En los años setenta, el impacto significó el fin del llamado “desarrollo estabilizador”.
- En los años ochenta, el costo fue la “década perdida”, con una crisis económica profunda que devastó a México, mientras que Estados Unidos logró salir rápidamente del bache.
Trump ha prometido una “era dorada” para la economía de su país: más empleos, crecimiento y prosperidad. Incluso ha asegurado que será el “período de mayor bonanza en la historia de Estados Unidos”. Sin embargo, resulta llamativo que también reconozca que habrá un costo asociado. Ese costo podría llamarse recesión.
Las mayores recesiones en la historia de Estados Unidos
Estados Unidos ha registrado aproximadamente 48 recesiones a lo largo de su historia, según datos del Departamento de Comercio de ese país.
La inmensa mayoría han sido cíclicas, aunque algunas se han generado por factores coyunturales, como la recesión de 2020, que fue consecuencia del confinamiento por la pandemia.
Hasta ahora, no existe registro de una recesión provocada intencionalmente. Lo más cercano han sido recesiones derivadas de errores en política económica, como la registrada en los años ochenta debido a una política monetaria excesivamente restrictiva por parte de la Reserva Federal.
Generalmente, las recesiones en Estados Unidos se identifican con retraso, cuando ya han ocurrido, y a menudo se asocian a períodos de desaceleración económica. Estas son algunas de las más relevantes:
La Gran Depresión (1929-1939)
- Duración: Aproximadamente 10 años.
- Causas: Colapso del mercado de valores en 1929, crisis bancaria y contracción económica global.
- Impacto: La recesión más severa y prolongada en la historia de Estados Unidos.
Recesión de 1973-1975
- Duración: Aproximadamente 16 meses.
- Causas: Crisis del petróleo y alta inflación.
- Impacto: Desempleo elevado y crisis de confianza en la economía.
Recesión de 1981-1982
- Duración: Aproximadamente 16 meses.
- Causas: Políticas monetarias restrictivas para controlar la inflación.
- Impacto: Desempleo elevado, pero inflación reducida.
La Gran Recesión (2007-2009)
- Duración: Aproximadamente 18 meses.
- Causas: Crisis financiera y colapso del mercado inmobiliario.
- Impacto: La crisis más grave desde la Gran Depresión, con efectos prolongados en el empleo y el crecimiento económico.
Recesión de 2020
- Duración: Aproximadamente 2 meses.
- Causas: Pandemia de COVID-19 y medidas de confinamiento.
- Impacto: Aunque breve, tuvo consecuencias económicas profundas y duraderas a nivel mundial.
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