Pymes, las más afectadas si se reduce jornada laboral en México
La primera consecuencia de la reducción de la jornada laboral será el pago de horas extra, un costo que no pueden asumir la mayoría de las Pymes.
La mayoría de las empresas en México no tiene las condiciones necesarias para reducir la jornada laboral de sus empleados, por lo que los consorcios sufrirían un impacto económico en caso de que sea aprobada por el Congreso la iniciativa de reforma que plantea establecer dos días de descanso obligatorio para los trabajadores, a fin de que estos laboren 40 horas semanales en vez de las actuales 48 horas.
De entrada, considerando que -según el INEGI- el 72% de los establecimientos productivos en nuestro país son pequeños y medianos negocios, a los que se agregan las microempresas, la primera consecuencia de la reducción de la jornada laboral será el pago de horas extras.
Los patrones tendrán que sustituir de alguna forma a los trabajadores que ya no acudirán a laborar un sexto día a la semana, como ocurre hoy en día, para lo cual hay dos alternativas: Contratar un nuevo trabajador, con la carga fiscal y de seguridad social que eso implica o pagar horas extras a los mismos empleados.
Si bien los consorcios podrían realizar una reestructuración de las funciones y las cargas de trabajo de sus subordinados, en realidad una buena proporción de las empresas mexicanas no tiene esa posibilidad, ya sea por su tamaño o porque opera con lo mínimo necesario ante el costo que debe cubrirse por cada empleado.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha considerado que no es el momento para hacer esta reforma a la Ley Federal del Trabajo, pues las firmas apenas se están recuperando tras las pérdidas que dejó la pandemia de Covid-19, y el aumento de los costos laborales derivados de los importantes crecimientos que ha tenido el salario mínimo en la actual administración.
A esto también se añade la ampliación de los periodos vacacionales, reforma que fue aprobada en definitiva en diciembre de 2022, con la que los empleados ahora gozan de 12 días de vacaciones al cumplir un año en una relación laboral, en vez de los 6 días que antes se les otorgaban.
El sector empresarial ya se ha comunicado con los legisladores manifestando su preocupación por las consecuencias económicas de la posible reducción de la jornada laboral, pues existe el riesgo de agravar la situación que ya padecen las empresas de menor tamaño.
Despidos en lugar de beneficios
De su lado, la Confederación de Cámaras Industriales de nuestro país (Concamin) ha advertido que alrededor de 4 millones de micro, pequeñas y medianas empresas podrían cerrar y desaparecer en definitiva si se reduce la jornada laboral.
Es decir, en vez de que exista un beneficio para los empleados, la reforma haría que muchos de estos perdieran su trabajo, ya que -al imponerse una jornada de 40 horas a la semana- la carga de seguridad social se elevaría 30% para estos consorcios, según la Concamin.
Además, los despidos que pudieran darse, al cerrar las empresas, igualmente tendrían un impacto en la economía nacional, escenario que no es recomendable ante las oportunidades que plantea la relocalización, conocida como nearshoring.
De igual forma, la Concamin asegura que en México existe poca mano de obra, por lo que si se reducen las horas de trabajo esta situación se agravaría en detrimento de quienes hacen posible la creación de fuentes de empleo.
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