¿Puede México diversificar sus exportaciones y depender menos de EE UU?

Un eventual proceso de diversificación es complejo y pondría en riesgo a la economía.
La respuesta inmediata a la pregunta es sí: cualquier país puede diversificar sus exportaciones si se lo propone.
Sin embargo, la pregunta implica al menos otras dos cuestiones: ¿cómo? y ¿en cuánto tiempo? Es ahí donde la respuesta se vuelve más compleja.
¿Cómo puede diversificar?
“Por supuesto que México puede diversificar sus mercados y exportaciones, que hoy se concentran en un 81% en Estados Unidos. El problema es que no es algo que se logre de la noche a la mañana“, dice en entrevista Rodolfo Navarrete, economista en jefe de Vector Casa de Bolsa.
Mientras eso sucede, la economía mexicana seguirá expuesta a los vaivenes derivados de coyunturas como la actual, explicó el experto.
Efectivamente, la concentración del mercado exportador mexicano es extremadamente alta. En tiempos de estabilidad y demanda, Estados Unidos es un socio estratégico que impulsa el crecimiento económico. Cuando se inició el entonces Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), México exportaba cerca de 80,000 millones de dólares anuales. En contraste, para 2024, el país destinó al mercado estadounidense prácticamente 620,000 millones de dólares. Es decir, en 30 años, las exportaciones mexicanas a EE.UU. se multiplicaron por 7.75 veces y continúan en ascenso.
El problema es que este es el único mercado que ha registrado crecimientos de tal magnitud para México. Además, los ingresos generados por estas exportaciones son demasiado grandes como para arriesgarlos en un proceso de diversificación sin una estrategia sólida.
Cifras del INEGI señalan que el segundo mercado exportador más importante para México es su otro socio en el ahora T-MEC: Canadá. Sin embargo, la diferencia es abismal. En 2023, las exportaciones mexicanas a Canadá sumaron 30,000 millones de dólares, es decir, 20.66 veces menos que lo vendido a Estados Unidos. Representaron apenas el 4.84% del comercio con su principal socio.
Dado este panorama, diversificar las exportaciones implica encontrar mercados con un potencial de consumo similar al estadounidense, lo cual es una tarea difícil.
Existen economías con una demanda comparable, como China e India, pero enfrentamos dos problemas principales:
- La distancia geográfica, que eleva costos logísticos y complica el intercambio comercial.
- Ambas naciones tienen una fuerte vocación exportadora, por lo que gran parte de su demanda interna ya está cubierta con producción local.
En este sentido, la dependencia de México hacia el mercado estadounidense parece inevitable en el corto y mediano plazo. Un proceso de cambio requiere factores clave, como la existencia de un gran mercado de consumo y, sobre todo, tiempo.
¿En cuánto tiempo podría diversificar?
Supongamos que México logra diversificar sus exportaciones encontrando un mercado con el mismo potencial que Estados Unidos.
El tiempo que tomaría dependería de la velocidad de crecimiento de esa economía y de su capacidad para incrementar la demanda de productos importados. Sin embargo, en el escenario actual, no existe una economía del tamaño de la estadounidense que crezca a un ritmo equiparable.
No es lo mismo que Francia, Alemania o el Reino Unido crezcan un 5% a que Estados Unidos lo haga en un 2%. El tamaño de sus economías es diferente, y, por lo tanto, su capacidad de consumo también lo es.
Si México tardó 30 años en consolidar su relación comercial con Estados Unidos, es probable que un proceso similar de diversificación tome al menos el mismo tiempo. Durante ese periodo, muchos factores pueden cambiar. Por ejemplo, la transición demográfica implicará que los baby boomers habrán desaparecido, la generación X estará en declive y México enfrentará retos derivados de su baja tasa de natalidad y el aumento en los costos por pensiones.
Para Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base, el desafío radica en que muchos productos que México vende a EE.UU. tienen tasas de exportación superiores al 80%. Esto hace que diversificar sea una tarea extremadamente compleja en el corto plazo y con riesgos significativos.
Según los especialistas, México sigue atado al crecimiento —o decrecimiento— de la economía estadounidense. Por ahora, no hay muchas opciones viables para diversificar este rubro, ya que es un proceso largo y que implica riesgos elevados.
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