¿Por qué se apreció el peso en la primera semana de Trump?

La moneda mexicana avanzó 2.5% en dicho periodo, siendo la tercera más apreciada en el mundo, solo detrás del rublo ruso y el zloty polaco.
El peso mexicano cerró el viernes de la semana pasada en 20.2610 unidades en el mercado interbancario, lo que representó una apreciación del 2.5% respecto al cierre de la semana previa, el viernes 17 de enero, cuando se ubicó en 20.7810 unidades. Esta última fecha es un referente, ya que fue el último día hábil previo al inicio del segundo mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.
Antes de su llegada, se anticipaba un periodo de incertidumbre y volatilidad para el peso. De hecho, las primeras acciones de Trump como presidente parecían confirmar estos temores, ya que inició su administración con una serie de medidas relacionadas con México, como las políticas migratorias y de seguridad.
Sin embargo, contra todo pronóstico, el peso no solo resistió durante la primera semana de Trump como presidente, sino que incluso se apreció, como se consigna al inicio de este artículo. En ese periodo, el peso fue una de las monedas más fortalecidas a nivel global, superada únicamente por el zloty polaco, que avanzó 3.2%, y el rublo ruso, que ganó 2.68%. La depreciación del dólar a nivel general, que comenzó el martes, también jugó un papel relevante al momento en que los mercados comenzaron a analizar las estrategias del presidente estadounidense en temas clave.
¿Qué causó la apreciación del peso?
Los analistas coinciden en que hubo tres factores principales que explican la apreciación del peso durante la primera semana del segundo mandato de Trump:
La integración económica en América del Norte es sólida e inquebrantable
A pesar de las amenazas y estrategias de presión de Trump hacia México y Canadá, los analistas consideran impensable romper el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), uno de los acuerdos comerciales más importantes del mundo.
Trump y su equipo son conscientes de que desvincularse de este tratado dejaría a Estados Unidos en desventaja frente a bloques económicos como la Unión Europea o China y sus socios asiáticos. Por ello, aunque Trump dejó entrever cambios en el acuerdo, en sus primeras acciones ejecutivas evitó abordar el tema de los aranceles de manera inmediata. Esto envió una señal positiva a los mercados, que interpretaron esta omisión como un respiro temporal.
La tasa real en pesos sigue siendo atractiva
La tasa real en pesos en el mercado mexicano ronda el 6%, lo que convierte a la economía mexicana en un destino atractivo para los flujos financieros de corto plazo. A pesar de los retos económicos, México mantiene sólidos fundamentales económicos y liderazgo en Latinoamérica.
Según Banco Base, el nearshoring y la diversificación de inversiones hacia mercados emergentes favorecieron la entrada de recursos al país. México ofrece una combinación de ventajas: tasas de interés competitivas, proximidad geográfica con Estados Unidos y, como bono adicional, la expectativa de una apreciación cambiaria.
El contexto geopolítico beneficia al peso
Más allá de las tensiones comerciales, migratorias y de seguridad, Estados Unidos enfrenta desafíos globales que lo obligan a reforzar su bloque económico en América del Norte. Los analistas prevén que el T-MEC permanecerá vigente en la era Trump, aunque es probable que enfrente presiones para renegociaciones. Sin embargo, cualquier cambio significativo en el tratado no se concretaría antes del segundo semestre del presente año o principios del siguiente.
Perspectivas del peso frente al dólar
A pesar del desempeño favorable del peso en la primera semana de Trump, los analistas advierten que esta tendencia no necesariamente se mantendrá. Las presiones derivadas de una posible renegociación del T-MEC y las políticas proteccionistas de Trump podrían debilitar a la moneda mexicana en el mediano plazo.
No obstante, no se espera una depreciación acelerada del peso. Banco Base, Monex y CI Banco proyectan que el tipo de cambio podría alcanzar niveles de hasta 21.50 pesos por dólar en un escenario de alta volatilidad, aunque dentro de los parámetros observados recientemente.
Por ahora, la sorpresiva apreciación del peso es una señal positiva para los mercados y para la economía mexicana, o, al menos, una noticia alentadora en un entorno de alta incertidumbre.
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