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Economía

¿Por qué los candidatos no han prometido una tasa de crecimiento del PIB?

08-05-2024, 12:13:13 PM Por:
© Especial

Las expectativas en torno al PIB reflejan, de cierta manera, lo que se debe esperar de los gobernantes en cuanto a la economía.

Este proceso electoral en el que se elegirá, entre otros cargos, a quien sustituirá al actual presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene una característica que, cuando menos hasta ahora, sí la hace diferente a los más recientes cinco periodos de campañas presidenciales.

Hasta el momento, ninguna de las candidatas ni el candidato han prometido una tasa concreta de crecimiento del PIB del país en caso ganar las elecciones presidenciales eventual administración. Esto no es poca cosa.

Detrás hay una historia de promesas fallidas que han dejado mal parados a, cuando menos, a los cinco mandatarios más recientes, incluyendo al actual. Las promesas en torno al crecimiento del PIB han sido el gran error, incluso algunos no solamente lo prometieron en campaña, sino que lo ratificaron ya en su mandato, la realidad se ha impuesto de manera contundente en todos los casos.

Promesas

El presidente Vicente Fox Quesada ofreció durante su campaña cambiar el modelo económico, pero ya como Presidente se manifestó en diversas oportunidades por mantenerlo y por continuar con la aplicación de políticas ortodoxas. Fox afirmó que su gobierno mantendría la estabilidad monetaria, el control efectivo de la inflación, la reducción de las tasas de interés y la responsabilidad fiscal.

Asimismo, se declaró partidario de continuar con el cambio estructural, pues, según él, llegó la hora de “sacar adelante” las reformas hacendaria, energética, de telecomunicaciones, laboral y rural. Con esa política, Fox prometió como candidato y como presidente en sus primeros años, un crecimiento económico superior al 5 por ciento, “de hasta 7 por ciento del PIB“, señalaba Fox.

En su campaña, el candidato oficialista Felipe Calderón Hinojosa, a la postre ganador de la elección presidencial por un estrecho margen, prometió que durante su sexenio el crecimiento económico sería de “mínimo 5 por ciento y de ahí para arriba“, ya que se autoproclamaba que sería “el presidente del empleo”, y que con un crecimiento como el prometido iba a generar al menos 1 millón de empleos.

El presidente Enrique Peña Nieto prometió como candidato que el PIB del país podría llegar a crecer hasta niveles de 6 por ciento anual, para lo cual las reformas estructurales de la economía serían esenciales, para ello llevó a cabo la reforma energética, pero la promesa no se cristalizó.

En sus tres campañas para la Presidencia de la República el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, llegó a prometer tasas del PIB “arriba del 5 por ciento”, porque según decía “con ahorros y sin corrupción el crecimiento de México a tasas aceptables de más de 5 por ciento será una realidad”. Poco antes de la elección que le llevara a la presidencia del país, llegó a prometer un PIB de hasta 6 por ciento anual en algún momento de su eventual administración.

En concreto, este es un breve cuadro resumen de lo que han sido las promesas de crecimiento del PIB de quienes como candidatos ganaron la presidencia del país, y su realidad una vez que finalizaron su administración.

A poco más de tres semanas de que finalicen las campañas presidenciales, cuando los candidatos ya expusieron sus planes económicos frente a audiencias relacionadas con la economía, como la pasada Convención Bancaria, ninguno de los tres candidatos se han comprometido una tasa específica de crecimiento del PIB, ni siquiera se han referido al tema. ¿Esto es bueno o malo?

Aprender de la experiencia ajena, pero…

Los últimos cinco presidentes han prometido hacer crecer a la economía mexicana arriba del 5 por ciento, pero la realidad es muy diferente. El promedio anual del PIB mexicano apenas supera el 2 por ciento, muy cerca de su tasa natural o potencial de crecimiento de 2.2 por ciento. El país está totalmente atrapado en un ciclo de bajo crecimiento que acumula décadas, y que no parece poder romperse cuando menos al inicio del siguiente sexenio, ya que se prevé que incluso México registrará un PIB menor al de este año, se espera una tasa de 1.5 por ciento.

Todo indica que, luego de las malas experiencias de los últimos cinco gobernantes en el tema, las candidatas y el candidato han aprendido y prefieren no comprometerse con una tasa de crecimiento que después no solamente resulta inalcanzable, sino que se convierte en un rotundo fracaso, tal como ha sucedido en los cinco sexenios recientes.

Pero los gobernantes, junto con sus equipos económicos, en algún momento tienen que pronunciarse al respecto. Quien gane en las próximas elecciones federales y asuma a partir del 1 de octubre la Presidencia del país, deberá informar tarde o temprano cuál es la expectativa de crecimiento económico para México durante su mandato, sobre todo porque este indicador es un factor de certidumbre para los agentes económicos.

Es decir, por un lado, parece un paso adelante que quienes compiten por la presidencia del país hayan aprendido de las experiencias pasadas y no hagan promesas que parecen ocurrencias, como prácticamente ha sucedido con todos los presidentes cuando fueron candidatos.

Por otra parte, en México y en todo el mundo se requiere certeza sobre la economía, fijar un objetivo de crecimiento económico tendrá que abordarse en algún momento, por ahora parece que las candidatas y el candidato prefieren evadir el compromiso el mayor tiempo posible.

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