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Peso tiene su transición política más compleja en el siglo

06-09-2024, 1:06:21 PM Por:
Peso tiene su transición política más compleja en el siglo
© Especial

En el periodo postelectoral, la moneda mexicana reporta una depreciación de 21%. Sería la caída más profunda desde el tipo de cambio de libre flotación.

El peso mexicano registra la mayor depreciación del siglo en un proceso de transición política y, por consecuencia, la mayor en la era de la libre flotación considerando que el último proceso de transición del siglo pasado se llevó a cabo en el marco de un régimen cambiario distinto.

Así es, en la transición política del presidente Carlos Salinas de Gortari a Ernesto Zedillo Ponce de León, el peso registró sus últimos meses dentro del régimen cambiario de bandas de flotación controladas, en las que el peso se movía dentro de, como su nombre lo decía, unas bandas de flotación predeterminadas supuestamente por el Banco de México, entidad que también estrenaba sus primeros meses de autonomía.

Llegó el nuevo siglo y con él, una transición política que se caracterizó también por ser la primera en más de 70 años en llevarse, a cabo entre dos presidentes de distintos partidos.

Transición política actual y desplome del peso

Ya bajo el actual régimen de libre flotación, el primer periodo de transición política o periodo postelectoral para el peso, con el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León entregando el poder al opositor y ganador de las elecciones, Vicente Fox Quesada, la moneda mexicana registró una apreciación de 1.16 por ciento.

La segunda transición política del siglo se llevó a cabo entre el presidente saliente Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa, del mismo partido político; en esta transición o período postelectoral transcurrido desde el día después de la elección presidencial hasta la toma de posesión del nuevo mandatario, el peso tuvo una apreciación de 1.03 por ciento, con todo y el célebre conflicto postelectoral.

Felipe Calderón entregó el poder a Enrique Peña Nieto, quien regresó al poder al viejo partido dominante por 70 años en México, con una apreciación para el peso de 2.89 por ciento durante el periodo postelectoral.

Por su parte, Enrique Peña Nieto no pudo mantener la presidencia para su partido y entregó en diciembre de 2018 el poder al actual presidente Andrés Manuel López Obrador, registrándose la primera depreciación para el peso en un proceso de transición política al caer nuestra moneda 4.86 por ciento.

Hoy vivimos un proceso de transición, el quinto durante el siglo, con un escenario muy distinto al de los otros procesos registrados previamente.

Sin embargo, antes de mencionar las cifras, es importante señalar que este proceso de transición o período postelectoral es el más corto de la historia por el cambio constitucional que determinó recortar el tiempo transcurrido entre la elección presidencial y la entrega del poder. Antes, transcurrían casi 5 meses completos para la entrega del mando constitucional por parte del mandatario que se iba y la protesta al cargo del nuevo presidente, o en este caso la nueva presidenta. Ahora, este proceso será de tres meses.

Dicho lo anterior, la depreciación del peso en el actual periodo de transición política o poselectoral, es la más profunda de la historia del régimen de libre flotación y del siglo.

Al cierre del 5 de septiembre, el peso registra una caída de 21.11 por ciento, lo que significa la segunda depreciación en fila, pero muy superior al 4.86 por ciento registrada en la transición EPN-AMLO.

Sin duda, el peso se ha visto afectado por un factor interno, el temor a la reforma judicial propuesta por el presidente López Obrador, ese es el factor que ha provocado la fuerte caída del peso, la más profunda del siglo para un periodo postelectoral o procesos de transición política.

Por cierto, tanto el actual mandatario como quien lo sucederá a partir de octubre, han dicho que México vive un proceso de transición terso e histórico, seguramente no se refieren al mercado cambiario, donde se vive todo lo contrario.

Panorama negativo

Adicionalmente, hacia adelante los analistas consideran que el peso tendrá presiones derivadas de factores externos y también de cómo reaccionarán los mercados a la posible aprobación de la reforma al poder judicial.

En un análisis, Banco Base explica que los procesos político-electorales suelen tener repercusiones económicas en variables sensibles como el tipo de cambio y la tasa de riesgo de cualquier país.

En el caso de México, las evidencias abundan sobre las repercusiones de estos procesos.

Durante las décadas de los años setenta y ochenta del siglo pasado, el peso mexicano enfrentó periodos de incertidumbre y variaciones en los regímenes cambiarios que fueron acompañados por devaluaciones bruscas de la moneda, causando pérdidas económicas significativas para empresas y familias.

Con el establecimiento del régimen de libre flotación desde finales de 1994, en donde el tipo de cambio funciona de acuerdo a las condiciones del mercado, sin la intervención de las autoridades, estas presiones son determinadas por los participantes en función de la oferta y la demanda.

A partir de la transición democrática en el año 2000, la probabilidad de una crisis financiera que igualara la magnitud de aquellas del siglo pasado se ha ido desvaneciendo gracias a un mejor manejo en las finanzas públicas, a la consolidación de la autonomía del banco central, Banxico y a las medidas que las empresas han ido tomando para proteger sus operaciones con divisas.

En el contexto electoral de este año, se detectaron tres factores importantes a considerar para el primer semestre de un año electoral en el país:

1. Existe una tendencia de depreciación en el tipo de cambio que, en promedio, ronda el 12.50% durante estos procesos.

2. El tipo de cambio más alto se generaba en los primeros días de junio de un año electoral.

3. La diferencia de tiempo entre el tipo de cambio más bajo del primer semestre y el más alto en promedio es de 89 días.

La conclusión llevó a que el peso registrara más periodos de volatilidad y posiblemente de depreciación contra el dólar.

Banco Base calcula que el tipo de cambio podría llegar a 21 pesos en la parte final del proceso electoral estadounidense, y cerrar el año alrededor de 20 pesos.

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