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Organización emocionalmente responsable, ¿qué es y cómo se gestiona?

25-07-2022, 8:57:45 AM Por:
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La organización emocionalmente responsable es un lugar idóneo para que las personas desarrollen su máximo potencial, alcancen los resultados esperados y contribuyan al éxito de la estrategia organizacional.

Por María José Dávila Castro*

Incrementar la calidad emocional del capital humano en la organización es una respuesta creativa y necesaria para afrontar con éxito los desafíos actuales en la vida empresarial.

Daniel Goleman, experto en inteligencia emocional, afirma que al menos el 80% del éxito en la edad adulta proviene de las habilidades emocionales.

Lo anterior cobra gran relevancia, ya que actualmente nos enfrentamos a un mundo tecnológico y globalizado en donde la única constante en la vida de las empresas y personas que las conforman es el cambio, lo que ha provocado la existencia de un nuevo perfil del profesional eficaz, en donde la inteligencia emocional, adaptación, flexibilidad, resiliencia, creatividad y colaboración ocupan un lugar fundamental.

El estrés laboral, la creciente existencia de riesgos psicosociales, el cansancio moral, el burnout, las nuevas tecnologías, las diferentes modalidades de trabajo, la colaboración virtual, son algunos de los principales retos a los que se enfrentan las organizaciones.

Estamos ante un momento en donde resulta imprescindible gestionar los intangibles en la organización, como lo son las expectativas, valores y emociones. Los líderes deben generar consciencia sobre su existencia y aprender a observarlos.

La organización emocionalmente responsable cuenta con una estrategia orientada a la gestión de intangibles a fin de crear un clima emocional saludable que promueva y permita a cada persona aprender y desarrollarse en un ecosistema laboral de respeto y confianza, con crecimiento individual y colectivo que fomenta la creatividad, curiosidad, identidad y sentido del trabajo.

A través de la gestión de intangibles, se generan vínculos entre las personas de la organización basados en el compañerismo, colaboración, contribución y compromiso; se fortalecen los aportes creativos y existe una mayor fluidez de trabajo. La contribución de las personas se fortalece al tener interés en dar lo mejor de sí mismos y esforzarse en construir su mejor versión.

En la organización emocionalmente responsable se habilita a las personas para la autogestión del mundo afectivo, concientizándolas sobre el impacto de sus emociones en el ecosistema a fin de evitar la contaminación organizacional a través de basura emocional como es el rencor, ira, envidia, miedo, incertidumbre, inseguridad y frustración. Por lo que las personas son empoderadas a través de educación emocional que les permita contar con herramientas y habilidades para gestionar eficazmente sus emociones y reciclarlas en emociones adaptativas como la solidaridad, reciprocidad, adaptación, apertura, equilibrio, voluntad y armonía.

A través de la educación emocional organizacional, se extingue el analfabetismo emocional, se impulsa el bienestar, equilibrio y salud organizacional, ya que son las propias emociones las que movilizan a las personas y las llevan en diferentes direcciones; por lo que así se obtienen mejores resultados y una mayor productividad al aumentar el desempeño y el potencial del capital humano.

Las emociones deben jugar a favor en el ecosistema organizacional, no en contra, por lo que cada persona debe contar con madurez emocional, es decir, debe autogestionarse, automotivarse, autodominarse y autoequilibrarse.

La organización emocionalmente responsable requiere líderes C.A.P.A.:

  • Creativo, capaz de generar soluciones innovadoras a los desafíos del entorno, promueve la mejora continua, fomenta el cambio y gestiona eficazmente la incertidumbre.
  • Autónomo, conoce su mundo emocional y lo gestiona eficazmente; acepta la responsabilidad de sus decisiones y acciones. Establece relaciones basadas en el respeto y la confianza.
  • Pacífico, busca soluciones asertivas a las situaciones, expresa con libertad sus puntos de vista, escucha y acepta los puntos de vista de los demás, aunque no se compartan. Habla de sus emociones y sentimientos en el momento y lugar oportuno.
  • Afectivo, es solidario y bondadoso. Es empático al comprender el mundo emocional de los demás. Promueve un clima de empatía y seguridad psicológica en el trabajo.

El líder en la organización emocionalmente responsable tiene interés por el crecimiento y el desarrollo de las personas que habitan en la empresa, crea redes inteligentes de colaboración, tiene una mentalidad abierta y flexible, gestiona eficazmente su territorio interior y exterior y es consciente de que forma parte del ecosistema organizacional en donde sus actos contribuyen y sus omisiones afectan.

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La organización emocionalmente responsable es un lugar idóneo para que las personas desarrollen su máximo potencial, alcancen los resultados esperados y contribuyan con pasión y éxito al cumplimiento de la estrategia organizacional.

*María José Dávila es profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Panamericana, campus Ciudad de México.

Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.

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