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Opinión

Un solo México

06-05-2022, 6:00:00 AM Por:
© Gobierno de la Ciudad de México

Debemos darnos cuenta de que, profundizando la división, el país se debilita y todos perdemos. Estamos siendo cómplices de la destrucción de México

Por Luis Gerardo Pérez Figueroa*

Es evidente que el día de hoy existe y desafortunadamente crece la gran división entre los mexicanos. Desde su campaña presidencial y durante los poco mas de 3 años, el mismo presidente López Obrador ha hecho de la división su arma y su principal estrategia para llegar al poder, crecerlo y mantenerlo. Sin embargo, debemos de reconocer que no es él quien ha creado la división, mas bien ha sabido sacar provecho de la gran división existente en México, profundizar la división y con ello abonar a su proyecto personal.

De acuerdo con la última información del CONEVAL a fines del 2020, había 55.7 millones de pobres en un país de 126 millones (43.9%). Si analizamos un poco por encima del 50% de menos ingresos al 6º decil, es decir el 10% de la población que gana mas que el 50% de las familias con menos ingresos (información del INEGI del 2020), 4 personas deben vivir con un ingreso promedio de $13,369 al mes. En el otro extremo, el 20% de las familias que tienen mas ingresos se llevan casi el 50% de los ingresos. Es evidente entonces que existe una gran división. Existen mexicanos con buenos ingresos, con educación, con buenos trabajos que tienen una vida digna, y una gran mayoría que no tienen una vida digna, que no ha tenido acceso a educación y que apenas sobrevive.

Lo peor es que estos números no han cambiado mucho en los últimos años, el índice de movilidad social es muy bajo, ya que 49 de cada 100 mexicanos que están en los escalones mas bajos, se quedan ahí toda su vida. Y de los 51 que sí logran subir, 25 nunca logran superar la línea de pobreza (estudio CEEY 2019), es decir que 74 de cada 100 serán siempre pobres.

Ante este escenario, es indispensable que nos demos cuenta de que, de una forma u otra, todos somos corresponsables de la división y que la gran mayoría nos hemos dejado influir con el discurso divisionista del presidente, que como dije, abona a su proyecto y en nada beneficia a la construcción de un México donde quepamos todos, sino al contrario, destruye lo mucho que hemos construido. Desde su campaña el presidente nos invitó a la división con la terrible denominación de “fifís”, y de inmediato mordimos el anzuelo con otro vocablo al mismo nivel: “chairos”, y así le han sucedido una serie de descalificativos, “conservadores” y “liberales”, etc. Podríamos hacer una enorme lista con una breve visita a las redes sociales infectadas de división.

¿Cuántas veces hemos sido testigos o quizá protagonistas de amargos e hirientes calificativos hacia quienes defienden el actual gobierno?, calificándolos de borregos, ignorantes, personas que no piensan, que no ven la realidad. Los invito a ponernos por un instante en el lugar de aquellos a quienes tan ferozmente criticamos. ¿Cuantos años de abusos han sufrido por todos los gobiernos anteriores que han fingido protegerlos y velar por sus intereses haciendo exactamente lo contrario? ¿Cuántas veces hemos sido no solo testigos de los abusos sino cómplices, en los hechos o al menos por omisión? Durante décadas hemos permitido que sean abusados, no una, sino múltiples veces, con promesas falsas. La gran mayoría de votantes y defensores de este gobierno, y en particular de AMLO, han sido y siguen siendo abusados por el actual gobierno. Algunos de ellos no se dan cuenta y otros sí, sin embargo, lo apoyan porque, al menos en el discurso son tomados en cuenta, aunque bien sabemos que en los hechos este gobierno solo quiere a los pobres para tener votos, para abusar de ellos. Ellos son y han sido las víctimas, no son la causa, son el resultado de décadas de omisiones y abusos, la diferencia hoy es que están abusando de quienes antes no lo sufríamos o teníamos los medios para defendernos. En cualquier caso, nos han abierto los ojos a una cruda realidad, un gobierno que está empeñado en regresar al pasado y destruir todas las instituciones.

Debemos darnos cuenta de que, profundizando la división, el país se debilita y todos perdemos. Estamos siendo cómplices de la destrucción de México. Hemos caído en la trampa y no nos damos cuenta. Dejemos atrás la critica y la división, dejemos a un lado los descalificativos de clase. Veamos y hagamos por lo mas pobres y desprotegidos con acciones concretas. Si eres empresario, paga mejores salarios, promueve su acceso a educación y formación de calidad; busca la forma de darles acceso a una salud y vida digna, defiende sus derechos. Como ciudadano, si tienes formación y tienes acceso a un buen ingreso, paga bien a los que te atienden, no obtengas ventaja de tu posición, usa parte de tu tiempo y tu dinero en causas ciudadanas y/o de apoyo a quienes no han sido tan favorecidos como tú.

Pareciera que, consciente o inconscientemente, hubiésemos pensado que podría existir un México cómodo para unos cuantos y un México pobre sin acceso a educación, salud, vivienda digna, seguridad, alimento suficiente para el resto. Hoy la realidad se ha impuesto, no es sostenible ni deseable. No debemos olvidar que somos cohabitantes de la misma casa común, México, y que tarde que temprano lo que sucede en el país nos afecta a todos. Hoy toca ver por los pobres y desprotegidos, habiendo sido testigos que este gobierno no lo ha hecho y no lo hará, de ahí que quienes tenemos los medios para hacerlo, o al menos para contribuir a ello, tenemos una gran responsabilidad. Si procuramos un mejor nivel de vida, mayor educación y un trato digno para los que han sido olvidados y marginados, estaremos construyendo un gran país, donde todos estemos incluidos.

No existen soluciones mágicas, fáciles ni rápidas para nuestro problema. Ningún cambio de gobierno podría lograrlo. Necesitamos un cambio de fondo, construido con la convicción y acción de todos los mexicanos. UN SOLO MÉXICO donde nadie se quede fuera. Es la única vía para construir el país sólido y generoso que todos deseamos. #OpiniónCoparmex

*Luis Gerardo Pérez es consejero delegado de Compromiso Social Empresarial en Coparmex

Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.

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