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Opinión

Sistemas tontos, resultados tontos

15-02-2021, 6:00:57 AM Por:
© Depositphotos

En efecto, los sistemas mandan y, si queremos mejores resultados, tenemos que mejorar el sistema. Algo que en México no parecemos entender.

Hace muchos años, 1991, William Edwards Deming, estadístico norteamericano y padre del movimiento de la Calidad, me iluminó con una frase: “85% de los resultados son del sistema, no de las personas”, dijo en su voz sonora, a sus 91 años de edad, montado con aplomo sobre el escenario.

En efecto, los sistemas mandan y, si queremos mejores resultados, tenemos que mejorar el sistema. Algo que en México no parecemos entender, nuestro enfoque suele ser a personas, no a sistemas. Por ello, aún tenemos un gobierno tonto que nos agobia con resultados tontos y que, desde hace dos años, se ha hecho aún más irracional y decrépito.

Sin saberlo, mi enfoque en la vida siempre había sido sistémico y las enseñanzas de Deming me abrían un universo invaluable. Durante muchos años me he dedicado a intentar mejorar los sistemas administrativos que encuentro, en especial, los sistemas de gobierno. Pero, aunque algunos logros han sido impresionantes, el contagio ha sido nulo; a la gran mayoría de los políticos no les interesa el buen gobierno.  Por ello me convertí en activista social.

El Semáforo Delictivo en su inicio fue una aplicación a las gráficas de control de Deming, que luego simplifiqué para hacerlo más didáctico y efectivo. Desde ahí, y con base en la experiencia, pasé a la teoría de Sistemas Complejos en donde el universo se auto-ordena y lo hace desde abajo hacia arriba. Así logramos reducir radicalmente la delincuencia en algunos estados y municipios.

Una idea fascinante que me motivó a proponer conocimientos que no encontraba en los libros, ni dialogando con sus autores: El universo social se auto-ordena con intención, información y reglas básicas.

Nicolás Taleb diría que eso es cierto sólo en tanto no aparezca un evento extraordinario, no contemplado por el sistema, un imprevisto de tal magnitud que cambie todas las reglas, un cisne negro. Que debemos pensar en sistemas anti-frágiles que se adapten rápidamente a los cambios inesperados e incluso se beneficien de ellos. Pero volvemos a lo mismo, aún un cisne negro es una causa sistémica.

¿Hay sistemas anti-frágiles? Sí, las finanzas descentralizadas, DeFI, en ambiente crypto,  son un bello ejemplo, justamente por descentralizadas. Apenas empiezan, pero van a llegar a sustituir por completo a las finanzas tradicionales y van a trastocar todo lo que sea mercadeable, incluyendo la política. Mercados perfectos con reglas claras, oportunidad para todos, información al instante e intención de libertad para el individuo, sin necesidad de intermediación de autoridades gubernamentales. Esta será la revolución del siglo XXI, apenas empieza, pero promete sistemas de colaboración más efectivos. Sin embargo, ojo a los intervencionistas ilusos, al igual que en cualquier mercado, se garantiza la igualdad de oportunidades, no de resultados. 

Todo esto, sin embargo, estaría inconcluso sin el Mapa de la Consciencia de David R. Hawkins, una interesante propuesta para entender los sistemas desde la consciencia. Así como hay personas con mejor nivel de consciencia que otras, hay sistemas con mejor nivel de consciencia que otros. Entre más alto el nivel de consciencia, más efectivo es el sistema. Los sistemas efectivos no necesitan llegar a lo más alto del mapa, a la iluminación, ni siquiera a la paz o al amor, sólo tienen que llegar a la razón.

Si la intención del sistema es racional, se apuntala con reglas racionales y libre flujo de información, el sistema prospera. Por ello, el mundo ha experimentado una explosión de prosperidad en los últimos 200 años con la ayuda del mercado económico y el mercado político, es decir, la democracia.

Sin embargo, países como México se resisten a apoyar al mercado y a fortalecer la democracia. Siguen pensando en líderes carismáticos, jerarquía gubernamental y poder centralizado, en lugar de poder para el individuo y límite para los políticos.

Lo mucho que habíamos avanzado en los últimos 20 años, hoy lo estamos perdiendo en manos de políticos viejos que pretenden centralizar el poder y una población complaciente y sumisa que ni una pandemia despierta. ¿Podemos salir de este embrollo? Sí, pero se requiere un golpe de consciencia masivo.

Las elecciones del 6 de junio pueden ser un parteaguas o cuando menos un golpe democrático en contra del populismo gagá que nos agobia, y quizá ahí podamos retomar el rumbo correcto para seguir construyendo.

Si no, tendremos que esperar a que los sistemas DeFi nos alcancen y nos propongan un sistema DePo, es decir, de política descentralizada; inteligencia colectiva en su máxima expresión, mucho más efectiva que la democracia tradicional, pues no dependerá de la buena intención del político, ni de la cultura de la masa.

Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.

autor Director y fundador de Semáforo Delictivo.
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