¿Por qué las apps de rastreo de COVID-19 ponen en riesgo tu privacidad?

Por Arik Brabbing Harris*

COVID-19 ha presentado nuevos desafíos al mundo. Con altas tasas de mortalidad e infección y sin vacuna, la mayoría de los gobiernos del mundo se vieron obligados a adoptar varios niveles de cuarentena mientras buscaban herramientas digitales para el rastreo de contactos tempranos. Si bien estas acciones lograron contener y revertir la tasa de infecciones y muertes, el cierre de ecosistemas comerciales locales y globales enteros provocó pérdidas financieras sin precedentes. Los gobiernos que han ejecutado estrategias de salida para reactivar sus economías están viendo aumentar las tasas de infección. Necesitan herramientas para protegerse contra estas crecientes oleadas de infecciones adicionales.

Según la Organización Mundial de la Salud, “Es esencial identificar y rastrear los contactos cercanos de cada caso confirmado o probable y ponerlos en cuarentena y monitorearlos durante 14 días. Esto asegura que incluso los casos presintomáticos (y potencialmente asintomáticos) que surgen como resultado del contacto con un caso confirmado no se mezclen con la población general.”

La prevalencia mundial del teléfono móvil, junto con sus tecnologías integradas de informes de ubicación, lo convierten en la herramienta preferida en que puede basarse un sistema de monitoreo. Lamentablemente, la mayoría de las soluciones de rastreo existentes se basan en aplicaciones, y requieren una descarga voluntaria. Esto no solo reduce automáticamente su eficacia, sino que también significa que las personas con dispositivos móviles económicos o sin ellos, no son rastreadas en absoluto, descuidando a las poblaciones más vulnerables, como las personas mayores y los grupos de bajos ingresos, que ya están en muy alto riesgo.

La solución digital óptima sería una solución externa no intrusiva basada en la red, que extraiga datos de radio a intervalos cortos del operador móvil, los analice y cree alertas e informes en tiempo real y en forma retrospectiva.

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No requeriría ninguna instalación en la red del operador móvil y no afectaría ni influiría en el nivel de servicio del operador móvil de ninguna manera. Además, y lo más importante, esta solución, que funciona de conformidad con las normas de privacidad relevantes, proporcionaría el paraguas de monitoreo más completo para ayudar en la detección temprana de nuevas infecciones y prevenir futuras infecciones.

Una de estas soluciones está disponible, recientemente introducida por Wave Guard Technologies, que ofrece un sistema único basado en macrodatos y sin aplicaciones que funciona en cooperación con operadores móviles. El motor de análisis proporciona la capacidad de rastreo de contactos y supervisión de cuarentena.

El monitoreo, por supuesto, nos devuelve al aspecto de la privacidad, el elefante en la mayoría de las salas de toma de decisiones. La gente se siente incómoda acerca de la privacidad con la descarga de una aplicación de rastreo. Según MIT Technology Review, las descargas de tecnología de rastreo son notoriamente bajas y están a millones de distancia de la penetración objetivo. Sin embargo, rastrear el movimiento de una persona usando un dispositivo es una necesidad y debe ser abordado por los gobiernos locales, ya que intentan encontrar un compromiso entre la posible invasión de la privacidad y el riesgo de vidas perdidas si no se pueden obtener los datos.

Para limitar la posible invasión de la privacidad, se deben implementar varios pasos dentro del mecanismo de rastreo de contactos. La anonimización de los datos impide la identificación de una persona concreta. Eliminar los datos recopilados después de un determinado número de días asegura que los datos no se utilizarán para otros fines.

Almacenar y transferir los datos dentro de marcos de alta seguridad y limitar el acceso a las partes de confianza solo para el propósito específicamente designado, son requisitos previos.

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Además, la solución solo debe implementarse y activarse en función del consentimiento del usuario o como parte de una situación altamente regulada, como que la OMS declare una pandemia. La solución tendría que caducar en una fecha de finalización predeterminada.

El rastreador óptimo de COVID-19 debe estar basado en la red y debe:

• Rastrear todos los dispositivos independientemente del sistema operativo, los protocolos de comunicación que no sean de voz y la disponibilidad de GPS
• Llevar a cabo una “Activación de día cero”, que iniciaría el proceso de rastreo para todos los dispositivos simultáneamente
• Proporcionar rastreo de contactos en tiempo real y en retrospectiva
• Analizar los datos de los operadores móviles externos a la red móvil
• Informar y alertar de forma independiente
• Utilizar la anonimización de los datos recopilados para evitar la identificación de las personas; solo rastrea y analiza el movimiento del dispositivo

En resumen: la mejor solución es sin aplicaciones, manteniendo los niveles más altos de privacidad y seguridad.

*Arik Brabbing Harris es ex jefe de la División Cibernética de la Agencia de Seguridad de Israel – Shin Bet

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