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Opinión

Los retos laborales de las empresas para 2021

17-02-2021, 6:00:00 AM Por:
© Depositphotos

La descentralización del trabajo es una nueva realidad, que traerá consigo un cambio inminente en el mundo laboral.

Por Mtra. Miriam Paniagua Pinto*

Las empresas en los últimos meses se han transformado radicalmente y los directores han tenido que adaptarse en poco tiempo a nuevos estilos de trabajo, pero ¿qué debemos esperar en 2021? Y, sobre todo, ¿cómo debemos reaccionar ante los cambios y oportunidades que se nos presentan?:

El trabajo a distancia es una nueva realidad que no podremos revertir.  La mayoría de la gente no está dispuesta a pasar nuevamente por largos trayectos de tráfico para llegar puntualmente a la oficina, ya que esto va en contra de la productividad de los empleados; o invertir tiempo y dinero en horarios de comida, cuando ahora lo pueden hacer en casa y convivir en familia.  Desde el punto de vista empresarial, esto debe ser una oportunidad de reducir costos:

  • Renta del lugar físico de trabajo,
  • Ahorros en luz, agua, teléfono, etc. 
  • Viajes de negocio -> El 50% de los viajes de negocio se han visto reducidos drásticamente
  • Traslados -> Ya no es necesario trasladarse para llegar a acuerdos y las juntas de trabajo ahora son a distancia
  • Sueldos innecesarios -> Recepción, vigilancia, aseo de oficinas, etc.
  • Eventos -> Fiestas de fin de año, viajes de integración, convenciones, etc

La situación actual lleva a las organizaciones a un proceso de transformación, incluso a enfrentar esta cuestión: ¿Cómo generar identidad y compromiso con los colaboradores?

Debemos entender que actualmente nuestra productividad se medirá en función a resultados. Muchos puestos que ahora no tienen razón de existir, como los mencionados en el punto e, deberán de transformarse. 

Los líderes de equipo deben estar conscientes de que a muchas personas se les ha incrementado la carga de trabajo con esta nueva modalidad “en línea”. Y es su responsabilidad capacitar al personal, cuyas funciones eran presenciales, para que puedan brindar apoyo a los que se les ha incrementado el trabajo por la inminente transformación digital.

Por otro lado, dicha transformación digital pone en jaque a los empleados poco productivos. Despúes de esta revolución, la contratación de personas de cualquier parte del mundo está al alcance de un click. Por lo tanto se incrementa la competencia laboral.

Tenemos claro que las empresas tendrán ahorros, pero esto no significa que pueden bajar la guardia en la generación de ingresos. Hay que transformarse y lograr que el producto siga llegando al cliente, por lo que se puede concluir que las empresas que no destinen por lo menos entre 10 y 20% en nuevas tecnologías, desaparecerán.

¿Cómo mantenerse en la preferencia del consumidor?

Cada empresa deberá incorporar la tecnología más adecuada para identificar las necesidades de sus clientes, con el fin de que estos tengan una inmejorable experiencia digital (cuidando la confidencialidad de datos personales). Si la empresa se dedica a prestar servicios, debe adaptarse a la tecnología digital.

Las empresas deben ser lo suficientemente empáticas con sus clientes y entender que las finanzas personales se han contraído. Las personas gastan solo en lo que realmente les genera valor. Hoy más que nunca, las marcas que generen confianza serán las que prevalezcan.  El mundo tiende a lo saludable y buscará ser responsable con el medio ambiente, los bienes suntuosos no tienen justificación para las nuevas generaciones.

También será responsabilidad de los líderes de equipo integrar a las nuevas contrataciones a la organización, ya que estas no conocen a nadie en la empresa. No tienen amigos y ningún apego, factores necesarios para la permanencia y productividad. Una buena práctica que algunas empresas han implementado, es nombrar a un mentor y que éste lo introduzca a la organización, presentándolo con cada miembro, o área de la organización.

Considerando lo anterior, el reto de la dirección de cualquier empresa es tener flexibilidad en la toma de decisiones, ser ágil y, sobre todo, resiliente. No todo saldrá fácil y a la primera, necesitamos ser disruptivos, pero concientes, muy concientes del perfil de las nuevas generaciones. Es momento de redefinir prioridades.  Los planes no pueden ser a largo plazo, son inmediatos y en función de los primeros resultados.  La empresa necesita un liderazgo reactivo, pero con visión; este perfil, sin duda no es fácil de encontrar. 

Por último, es indispensable discernir entre la ola de información a la que ahora todos tenemos acceso. Contar con mucha información puede confundirnos y retrasar la toma de decisiones.  Tamisar la información y contar con datos veraces y oportunos es una prioridad, por lo que la empresa debe identificar “lo útil” de lo que no lo es.

Como consecuencia de lo previamente expuesto, podemos concluir que la descentralización del trabajo es una nueva realidad, que traerá consigo un cambio inminente en el mundo laboral. Las empresas deberán tomar medidas ante esta oportunidad y hacer uso de tantos recursos como posean para no quedarse atrás en esta revolución del trabajo. Es un hecho que las cosas no volverán a ser como antes. Sin embargo, desde mi punto de vista, si abordamos esta situación de la forma correcta, el cambio que esta podría traer consigo será positivo.

*Miriam Paniagua es Project Manager en Posgrados de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana.

Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.

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