¿Los líderes deben bajarse el sueldo durante la crisis de COVID-19?

Por Margarita Mayo, PhD*

Los líderes en épocas de crisis juegan un papel fundamental no sólo por lo que dicen, sino por lo que hacen. Sus acciones hablan más alto que sus palabras para crear un clima de confianza. En los momentos de máxima incertidumbre con la crisis el coronavirus, un pequeño grupo de altos directivos han decidido reducirse su salario. Primero fue la presidenta del Banco de Santander, Ana Botín, y el consejero delegado, José Antonio Alvarez, quienes decidieron bajarse el sueldo a la mitad. Después, le siguió el presidente de Iberia, Luis Gallego, que renuncia igualmente al 50% de su retribución. Por último, el presidente de Inditex, Pablo Isla, anunciaba una bajada de su salario de 35% y el 50% de su bono anual.

En el deporte, la NBA en Estados Unidos baja el sueldo un 20% a sus cien directivos que más cobran para hacer frente a la crisis del coronavirus. Y futbolistas como Leo Messi, capitán del FC Barcelona, ha anunciado que la plantilla se bajará el sueldo un 70% y harán una aportación extra “para que los trabajadores del club puedan cobrar el 100% de su sueldo mientras dure esta situación.”

¿Por qué otros directivos deberían seguir este ejemplo?

Hay razones morales y empresariales para que un nuevo líder surja con el Covid-19. No es solamente una cuestión de responsabilidad social, sino también una forma de proteger la situación financiera de la empresa contra el coronavirus.

Solidaridad

Moralmente, en momentos de crisis, esperamos que nuestros líderes prediquen con el ejemplo. La reducción del sueldo de los altos directivos es un gesto simbólico de solidaridad y empatía con la ciudadanía. Actúan como referentes para que otros muestren también su generosidad. No se vería bien pedir sacrificios económicos a los más desfavorecidos cuando los que más ganan no lo hacen. Una crisis representa una oportunidad para la empresa y sus líderes de ganar reputación social. El nuevo liderazgo que emerge en esta situación de crisis se tiene que preocupar no sólo por los inversores sino por todas las partes interesadas. Un liderazgo solidario que surge cuando la empresa forma parte de un círculo virtuoso entre empleados, clientes, inversores y la sociedad en general. Este espíritu de cooperación también traspasa fronteras. Por ejemplo, el grupo Inditex destaca “la solidaridad y ayuda ofrecida desde China por diferentes proveedores y colaboradores, muy especialmente de la universidad de Tsinghua.”

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Justicia social

Las diferencias retributivas entre los empleados base y la alta dirección han crecido mucho en las últimas décadas. Sirva como ejemplo los datos de 2019 en el que, según Cincodias, el salario medio en España es de 23,904 euros brutos al año. Mientras que los puestos de alta dirección en banca y consultoría son de 300,000 euros anuales. Además, la brecha salarial entre directivos y empleados creció en 2019, según informa elEconomista. La retribución de los altos cargos subió un 4.58%, frente al 1.89% la de los trabajadores

El nuevo liderazgo ante la crisis tiene que priorizar un reparto de beneficio equitativo y preocuparse que los empleados perciban un sentido de equidad. En este sentido, la brecha retributiva debería ir disminuyendo. Esta situación también invita a una reflexión sobre el tipo de incentivos que valoran los empleados. Cuando el salario no puede ser el gran motivador, el teletrabajo, al que muchos empleados se han acostumbrado debido al confinamiento, puede servir para flexibilizar el horario de trabajo cuando la crisis haya pasado.

Inversión en Salud

La salud no es un gasto, es una inversión. Más allá de razones morales, la supervivencia de la empresa depende de la salud de sus empleados. No es sólo una cuestión de responsabilidad social, sino también de rentabilidad. Si los empleados no están sanos, la empresa no podrá sobrevivir. Teniendo en cuenta que uno de los activos más importantes de una empresa son sus empleados, es necesario tomar medidas para salir cuanto antes de esta crisis sanitaria, con el fin de proteger la viabilidad de la empresa. En medio de la crisis del coronavirus, está emergiendo un nuevo liderazgo que valora la importancia de invertir en salud ocupacional. Los estudios demuestran que el bienestar del capital humano no sólo ayuda al empleado, que se siente valorado y cuidado por la empresa, sino también la rentabilidad de la empresa en el medio y largo plazo. La inversión en salud laboral es la mejor forma de resguardar la situación financiera contra el coronavirus.

Fondo de Ayuda

Finalmente, los líderes están respondiendo con primeras medidas de contención con ayudas económicas. Por ejemplo, CincoDías informa que el banco Santander ha creado un fondo de ayuda previsiblemente de 25 millones de euros para proporcionar equipamiento y materiales sanitarios para cubrir las necesidades más inmediatas en la crisis del coronavirus. Por su parte, según informa Newtral, Inditex ha donado mascarillas y material sanitario y “ha puesto a disposición del Gobierno toda su capacidad logística, de aprovisionamiento, y de gestión comercial, muy especialmente desde China, para atender las necesidades de urgencia.” En el deporte, Cristiano Ronaldo y Jorge Mendes financian el equipamiento de 35 plazas para las Unidades de Cuidados Intensivos en hospitales de Portugal.

La esperanza en un futuro mejor pasa por un nuevo liderazgo que emerge con el Covid-19. Un liderazgo socialmente responsable basado en la solidaridad y la equidad como valores centrales que permiten un desarrollo empresarial sostenible.

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*Margarita Mayo es Doctora en Psicología del Management y Fulbright Scholar en la Universidad de Harvard, es Profesora de Liderazgo en IE Business School, Autora Premiada por el libro “Yours Truly: Staying Authentic in Leadership and Life” en el Reino Unido y Top100 Conferenciante de ThinkingHeads

IE University E University es una las de las instituciones académicas a nivel global con aprendizaje basado en la tecnología para los líderes que buscan hacer una diferencia en el mundo., con más de 500 académicos y estudiantes de 131 países.