Las historias de éxito en seguridad que tiene México
“El país está en crisis”, “los estados no han hecho lo suyo”, “las policías estatales y municipales están rebasadas”. Mentira. No es cierto en seguridad
Hay estados que han hecho cosas muy interesantes en materia de seguridad y han logrado bajar los índices delictivos de manera significativa. Tamaulipas, Sinaloa, Sonora, Nayarit y Durango han salido de los rojos en el Semáforo de Alto Impacto que mide homicidio, secuestro, extorsión, narcomenudeo y robo de vehículo. Yucatán se mantiene con tasas muy bajas de delitos desde hace años.
Nuevo León es un caso muy interesante, pues a pesar de estar en rojo en este semáforo, si observamos más de cerca, veremos que el rojo se debe exclusivamente a un delito: homicidio. En el resto de delitos compara muy bien contra sí mismo y contra los demás; acaba de sacar un honroso primer lugar en ser el mejor del mes. Es un estado muy seguro que ha trabajado la paz desde hace muchos años. ¿Cómo lo hace?
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Nuevo León fue el segundo estado, después de Sonora, en contar con un Semáforo Delictivo. Desde 2008, fue exigido por el movimiento Iluminemos Nuevo León. Ese Semáforo se usa por autoridades, medios de comunicación, cámaras empresariales, organizaciones civiles y ciudadanos para cuidarse y exigir mejores resultados a la autoridad. El Semáforo Delictivo de Nuevo León es muy completo, pues tiene detalle de colonias, días y horas por cada delito, en cada municipio, y se actualiza cada mes. La presión que ejerce la sociedad civil, armada con buena información, ha metido a las autoridades municipales y estatales a un escrutinio permanente y los ha obligado a tomar mejores decisiones. Las policías del estado son muy profesionales y Fuerza Civil, la policía estatal, es un modelo promovido por los empresarios del estado y que se ha exportado a otras entidades.
Sinaloa es otro gran ejemplo. No es un estado fácil como bien comprenderán. Sin embargo, desde hace años los ciudadanos han presionado con éxito. De hecho, en Sinaloa contamos con dos semáforos: el de denuncias y el de llamadas de auxilio, el 911. Cada mes, un grupo de OSC estatales organiza una reunión de evaluación, invita a especialistas y trabaja de la mano con las autoridades en una relación de respeto, pero de exigencia y propuestas. Hace tiempo, incluso, se celebraban reuniones de trabajo mixtas (autoridades, medios de comunicación, ciudadanos y Semáforo Delictivo) y se evaluaba el desempeño de cada municipio.
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No es fácil hacer esto. La autoridad generalmente se resiste al escrutinio público, pero Sinaloa y Nuevo León son magníficos ejemplos positivos. Sonora lo ha sido, aunque últimamente el Estado se ha cerrado. Pero gracias a que trabajaron con esta metodología durante 9 años consecutivos (3 años con el PRI y 6 con el PAN), hay muchos expertos que saben trabajar la prevención social de los delitos. Sonora, salvo en homicidios, es un estado muy seguro.
Y eso nos lleva a un tema final, el 80% de los homicidios en México son por una sola causa: ejecuciones de mercado de drogas. La Federación ha cometido el grave error de intentar combatir el mercado de drogas con violencia y éste ha aumentado. Esa violencia artificial le echa a perder la fiesta a muchos estados, pero afortunadamente tiene una solución muy fácil: la regulación del mercado. No es un tema estatal, mucho menos municipal, es un tema del Congreso y del Presidente y, aunque viene inserto en el Plan de Paz y Seguridad de Andrés Manuel López Obrador, van tarde.
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A pesar de ello, todos estos estados que mencionamos han hecho su trabajo y lo han hecho bien desde hace años. Si el resto de los estados trabajara como lo hacen estas entidades, y si se regulan las drogas, podemos poner a México en los verdes, podemos ser ejemplo internacional, historia de éxito mundial.
Necesitamos seguir presionando a favor de la regulación de drogas. En paralelo, convoco a las cámaras empresariales -estatales y nacionales- a seguir el ejemplo de Nuevo León y Sinaloa, dos sociedades que no esperaron que el gobierno llevara la iniciativa, ellos la tomaron en mano propia y, con su ejemplo, metieron a la autoridad en la dinámica correcta.
El desarrollo de México, la paz, el crecimiento económico y social, no dependen ni dependerán nunca de su gobierno, sino de su sociedad. Esa es la lección.
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Santiago Roel es Director y fundador del Semáforo Delictivo, herramienta de rendición de cuentas, evaluación y análisis del comportamiento de la delincuencia y violencia en México.
Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel
