Es ahora o nunca: Sin importar su tamaño, las empresas deben ingresar al mundo digital
Definitivamente no es fácil, pero el primer paso es iniciar, mantener un objetivo y, sobre todo, la receta secreta de las redes: ser constante.
Aunque parezca increíble, aún existen miles de compañías que se resisten a tener presencia en redes sociales y plataformas digitales. La negación, desde mi experiencia, responde al temor a la sobreexposición y, en algunos casos, por los costos que implica tener un manejo profesional del sector digital de la compañía. Sea cual sea la razón, siento decirles que difícilmente tendrán reconocimiento y crecimiento, y quisiera no ser tan drástica, pero estas empresas sin identidad digital no existen.
¿Y por qué esta necesidad de estar presentes en la red? Tan sólo en Latinoamérica, las personas dedican más de seis horas diarias a la navegación en Internet, de acuerdo con el estudio Connecting the dots de GWI, tiempo durante el cual trabajan, pero también consumen, productos e ideas.
Las compañías que ingresan al mundo de las redes sociales se enfrentan a una realidad voraz que exige ir más allá de la venta de un producto o servicio a través de un nuevo canal, también demanda la creación de una experiencia y contenido que aporte y enriquezca la vida de los consumidores, tal como lo hacen los gigantes Amazon, Google o Uber.
Lo sé, la vara ya está muy alta; sin embargo, existen comercios locales que, sin grandes inversiones, han sabido adaptarse y ofrecen diversas facilidades a través de sus redes como descuentos, pertenecer a su comunidad, servicio a domicilio, entre otras. Ellos son un excelente ejemplo del manejo de estas herramientas para garantizar su supervivencia.
Definitivamente no es fácil: las empresas, sobre todo las pequeñas y las medianas, se enfrentan a los problemas tradicionales como el pago de la renta de un local y la nómina y, además, priorizar la experiencia sobre las ventas y, de no ser así, permanecer en una posición vulnerable. Sin embargo, como en todo, el primer paso es iniciar, mantener un objetivo y, sobre todo, la receta secreta de las redes: ser constante.
Señor empresario, ¿no le gustaría ser parte del neuromarketing?, es decir, que a través de su comunicación y contenido pueda conectar con las emociones y los sentimientos de las personas para que éstas se interesen por sus productos o servicios. Para ello, el primer paso es tener presencia y el segundo podría ser la inversión en publicidad dentro de las plataformas para promocionar sus contenidos y segmentarlos hacia el público con el que comparte intereses como organización.
Tan solo en 2018, las empresas a nivel mundial invirtieron cerca de 1.3 billones de dólares en transformación digital, según el más reciente estudio de Harvard Business Review, situación que se aceleró con la pandemia por Covid-19.
Tal como lo dice Carolina Solanilla, CEO de PHD Latam, “la tecnología ya no se debe ver como un elemento externo o exclusivo de ciertos tipos de empresas. La tecnología tampoco vendrá a deshumanizar procesos y organizaciones; por el contrario, servirá para entender más en profundidad quiénes somos, cómo son nuestros clientes y cómo podemos establecer lazos duraderos que resistan los frenéticos tiempos que atravesamos”.
Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.
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Fernanda Ramírez Directora General y fundadora de Comunicación Spread. Publirrelacionista y experta en manejo de crisis.