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Opinión

Empresa abierta: ¿cuál es su contribución al desarrollo político y social?

06-08-2019, 6:44:46 AM Por:

Toda ‘empresa abierta’ se caracteriza porque contempla fundamentalmente tres tipos de responsabilidades desde la ‘generación de valor social

Hace más de 70 años, el filósofo de la ciencia, el vienés Karl Popper († 1994), publicó un libro, hoy clásico, titulado La sociedad abierta y sus enemigos, escrito durante la Segunda Guerra Mundial y publicada por primera vez en Londres por Routledge en 1945. Donde –dicho muy en síntesis– hablaba sobre la libertad y la responsabilidad en un sistema social en el cual se fortalece la democracia y un sistema abierto proclive al desarrollo de la persona en sociedad.

Hoy, ese afortunado título nos da la pauta para hablar de lo que la nueva empresa debería contribuir en el desarrollo político y social de cualquier sociedad basada en principios democráticos y de libre mercado, como la de México (todavía).

El liberal Popper sentenciaba que los sistemas abiertos por definición son perfectibles y, en ese sentido, el sistema científico y humano, respectivamente, están abiertos y, por tanto, son propicios a la mejora constante.

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El también profesor nacido en Viena, Austria, en 1902, que más tarde se convertiría en ciudadano británico, aseguraba en su obra que solo los sistemas cerrados son dogmáticos y autoritarios, y ellos no contribuyen a la innovación o a la mejora constante de la sociedad, en este caso, de la empresa, e igualmente lo podríamos extrapolar a cualquier sistema político.

Toda ‘empresa abierta’ se caracteriza porque contempla fundamentalmente tres tipos de responsabilidades desde la perspectiva de la ‘generación de valor social (GVS)’: La responsabilidad técnica (RT), la responsabilidad humana (RH) y la responsabilidad con el entorno (RE).

La RT consiste en cuidar todo lo que desde dentro se hace en la empresa y que le da su propia vocación; como, por ejemplo, todos aquellos productos o servicios que se generan, como el tipo de procesos que se configuran, el desarrollo tecnológico, la calidad, capacitación, empleo, salarios, impuestos, etc. La responsabilidad técnica fundamentalmente tiene que ver, además de con el tipo de productos que se ofrecen al mercado, con el cómo se manda y cómo se consiguen las cosas, desde la eficiencia o desde la eficacia.

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La RH tiene que apuntalar los valores e intereses de las personas desde una perspectiva integral y antropológica del ser humano, y en ese sentido algo fundamental para su cumplimiento es generar procesos, ya no solo de capacitación, sino de educación para la distribución justa de la información y la participación de la persona.

En cuanto a la RE, la más difundida y más explotada mediáticamente, porque ha sido asociada en general al concepto de RSE (Responsabilidad Social Empresarial), en lo fundamental se refiere al impacto de la empresa hacia la comunidad y cómo esta puede ayudar a que ese entorno sea más sustentable.

La Generación de Valor Social (GVS) contempla los tres elementos mencionados, pero desde la perspectiva de que la empresa es un sistema abierto y que está llamada a tener una participación en la sociedad y en la política de cualquier sistema nacional.

Como tal, la empresa, como un sistema abierto, es y puede ser un gran centro de fortalecimiento de una cultura abierta y democrática y que, efectivamente, puede impactar en todo el sistema político y social de cualquier país.

Sin duda, vista así la empresa, podría enfrentarse eventualmente a infinidad de enemigos para conseguir esos propósitos.

Sin embargo, hoy en día, una empresa que quiera competir en su propio entorno y a nivel internacional debe dejar atrás esa cultura autoritaria y enfrentarse a ese entorno que, hoy por hoy, se ha configurado.

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Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.

autor Profesor de Entorno Político y Social del IPADE. Ha sido consultor de organizaciones, gobierno y empresas.
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