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Opinión

Contra una segunda extinción: ¿Qué hacer con los mamuts de Santa Lucía?

21-01-2021, 8:00:23 AM Por:
© Reuters

Desde que se encontró el primer hueso, expertos paleontólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han sacado la casta con tal de proteger a capa y espada los tesoros de este yacimiento.

A mediados del año pasado, tuvo lugar uno de los descubrimientos más importantes de México —y probablemente del mundo— en el predio que pretende ocupar el tan deseado Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”. El primer hallazgo constó de entre 60 y 70 esqueletos de mamut, no obstante, se fue extendiendo al grado de identificar más 8,000 huesos tanto del antiguo paquidermo como de otras especies. Aunque esta magnífica noticia resultó ser única en su clase, la cruda realidad es que ha puesto en jaque uno de los proyectos más ambiciosos de la administración obradorista.

Desgraciadamente, la cultura y la ciencia jamás han sido el fuerte del neoliberalismo. Y un gobierno que desde su instauración ha venido ejecutando recortes presupuestales astronómicos a estos sectores, pareciera que con esta noticia recibió un revés, encontrándose ahora en tremenda disyuntiva: ¿Qué hacer con el yacimiento de mamuts más grande de América Latina?

Desde que se encontró el primer hueso, expertos paleontólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) —institución que se ha visto gravemente diezmada por la austeridad republicana— han sacado la casta con tal de proteger a capa y espada los tesoros de este yacimiento, pues es bien sabido que la mayoría de los vestigios antiguos encontrados al inicio de las excavaciones para cualquier innovador proyecto arquitectónico, ya sea en la ciudad o en cualquier otro lugar de la República Mexicana, terminan como cascajo (o en el mercado negro).

Aeropuerto de Santa Lucia
Notimex

Sin embargo, ésta no es la primera vez que en México se encuentran restos de mamut. En el 2015, en el barrio de San Rafael se creó el museo para “El mamut de Tultepec”, el cual fue encontrado por plomeros locales. El arqueólogo mexicano Luis Córdoba, encargado de la recuperación de este espécimen, ha reconocido que, aunque existan recursos, es muy probable que México nunca sepa qué es lo que existe en su suelo. Incluso reconoce que se han dejado fósiles y restos enterrados, pues no existen los recintos suficientes para resguardarlos, por lo que no se sabe qué hacer con ellos. Si esto ocurre con una cantidad moderada, ¿qué pasará con el hallazgo de Texcoco que rebasa los miles?

El gobierno federal ha anunciado la creación de dos museos como parte del magno proyecto. Uno será el Museo del Mamut, que estará en la misma terminal aérea, el cual contará con un espacio de restauración, de conservación y un depósito de almacenamiento. El segundo, el Museo Militar de Aviación, el cual tendrá una sala especial para la exhibición de los fósiles de mamut. Y aunque ambas ideas no estén tan erradas, ¿qué tan factibles y redituables son con un gobierno que solo se interesa por la cultura y la ciencia cuando tiene que ver con la 4T? La cruda realidad de este proyecto es que está perdiendo credibilidad y la magnífica oportunidad que ofrece para resarcir los vínculos entre sector cultura y gobierno. Así como, la oportunidad de explotar al máximo el intercambio cultural institucional a nivel local e internacional, pues de no poderse almacenar piezas en el museo a falta de espacio, bien podrían irse a otros estados, incluso a otros países. Las autoridades deben tener claro la necesidad de financiamiento para la investigación, salvación y construcción del museo de sitio, y dentro de esta planeación, tener claros los límites del proyecto y de los recursos.

Mamuts
Reuters

El monto de inversión lo aporta la Secretaría de la Defensa Nacional. Sin embargo, los expertos in situ no tienen conocimiento del presupuesto que se tiene contemplado para el diseño arquitectónico, el equipamiento de salas, iluminación, medidas de seguridad, entre otros. Actualmente todo lo que se ha ido encontrando, se ha almacenado en una bodega en uno de los frentes de trabajo. Así como también disponen de otros espacios donde restauradores trabajan con los huesos más propicios para la exhibición en el museo.

La zona donde se ubica el aeropuerto es una pequeña parte de una región llena de mamuts —aunque dispersos— pues se calcula que se puedan localizar aproximadamente entre 20 y 25 mil huesos. No obstante, existe una gran posibilidad que, por la urgencia de completar la obra, el yacimiento de mamuts más grande del mundo, se quedarán sepultado bajo las pistas de aterrizaje. Tal y como lo advirtió nuestro arqueólogo.

En 2020, Sedena asignó 5.3 mil millones de pesos para la etapa intensiva de construcción, misma que se ha visto afectada por este descubrimiento y la cual solo lleva el 40 por ciento de avance. Para este año, se planea usar 21 millones de pesos. Lo más conveniente sería que parte importante de este monto esté destinado a hacer alianzas estratégicas con museos de otros países del mundo y organizaciones internacionales —como la UNESCO— con el objetivo de no solo donar (o vender) aquellos especímenes que no lograron ganar un lugar del museo de Santa Lucía, sino de también conocer mejores prácticas que ayuden a nuestro gobierno a comprender que apostar por la cultura y la ciencia, también hacen de México un país competitivo y abierto a este tipo de inversiones extranjeras.

Tanto renegar de la cultura, que la mega obra de nuestro presidente se topó con esa misma pared. Esto no es fortuito. No hay que olvidar que los museos son un lugar de pensamiento, memoria y reflexión. Quizá este hallazgo llegó precisamente para enseñarnos eso, para entender que la cultura, en un país como México, es un aspecto angular de la economía nacional, al cual se le debe sacar mayor provecho. No expensas de la misma, sino a través del apoyo e inversión.

Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel

autor Periodista con 20 años de experiencia en los medios de comunicación. Colabora actualmente en ADN 40 de Televisión Azteca. Su columna Split Financiero ha sido publicada en la Sección de Finanzas del periódico, Capital de México, El Sol de México, actualmente en Diario 24 Horas y El Economista.
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