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Marketing

¿Cómo posicionar tu producto o servicio? Estas son las estrategias a seguir y los errores que debes evitar

17-09-2021, 6:10:00 AM Por:
© Depositphotos Tu marca personal.

Lograr un buen posicionamiento de mercado es el deseo de toda empresa, ya que una vez que tu marca se encuentra en la mente del consumidor y es percibida como positiva, lo que te hace lograr muchos objetivos.

Cuando se habla de una estrategia de posicionamiento, podemos referirnos a un proceso por el cual desarrollamos un plan que tiene como finalidad llevar nuestra marca, empresa o producto desde su imagen actual a la que deseamos. 

Sin embargo, existen factores que debemos considerar dentro de nuestra estrategia. En primera instancia, la diferenciación, que es aquello que nos distingue y ofrece un valor añadido; por ende, no seremos iguales a los demás productos o servicios. 

Por otro lado, están los beneficios significativos que podemos ofrecer al consumidor, cuyo fin será fungir como un actor relevante para llevar a cabo nuestra planeación de forma exitosa y poder acercarnos más al cumplimiento de nuestros objetivos.

Asimismo, aquella posición que queremos conseguir tiene que ser rentable. Esto significa que tenemos que evaluar aquella inversión que se supone que lograremos. Un ejemplo sería lo que invertiríamos en publicidad y equipararlo con las ventas que pudiéramos lograr y, en caso de que no resulte sustentable, lo mejor será pensar en otra estrategia que sí sea viable.

Hablar de posicionamiento de producto nos deja en claro que lo que buscamos es aumentar un valor añadido en la marca y buscar ventajas competitivas para luego transmitirlas a los consumidores. 

La diferenciación es fundamental, siempre recuerda que el mejor posicionamiento es aquel que no es imitable y que las características para ser exitoso en el mercado tiene que ver con la relevancia, credibilidad, sustentabilidad, claridad, que sea alcanzable y único.

Tipos de estrategias de posicionamiento 

  • Basada en un atributo: Enfoca su estrategia en un atributo que le deja diferenciarse de los demás, puede ser el tamaño o antigüedad de la marca, recuerda que suele ser bueno centrarse en un atributo ya que, si usas demasiados, podrías confundir al consumidor y sería una estrategia contraproducente. 
  • Centrada en beneficios: Resalta los beneficios de uso o consumo del producto, de la evidente necesidad que quiere cubrir el usuario en la compra del mismo. Si la compañía le atribuye al producto beneficios que complementen, podría ayudar a tener un mejor posicionamiento en la mente del consumidor. 
  • Enfocada en el usuario: Se enfoca en un perfil específico, donde podemos analizar los gustos, intereses, pasiones y preferencias del público objetivo. En este caso, podríamos recurrir a una celebridad o famoso que muchas personas sientan admiración por el mismo, por lo que se sentirán identificados y aspirarán a ser como dicho personaje. Esto ayuda a que la imagen se asocie con la marca y se posicione mejor. 
  • En función de la competencia: Aquí es bueno explotar todo lo bueno que tiene tu marca, hacer una comparación con otras que compitan contra ti. La gente suele comparar una empresa con otros, por lo que resulta más sencillo aplicar esta estrategia. Es preciso recordar que no siempre una marca se encuentra como “líder” en el mercado, por lo que existen dos variables para aplicar esta estrategia:
  1. Líder: Esta siempre logra posicionarse en la mente del usuario y ahí se mantiene. 
  2. Segundo en el mercado/Seguidor: Se puede colocar como una alternativa a la marca líder, o bien, como una opción económica. Puedes centrar tu estrategia en calidad y precio, o en una sola de las variables, lo que hará decidir al usuario la mejor opción y saber cuál se ajusta más a lo que necesite.

¡No cometas estos errores! 

  • Sobreposicionamiento: Esto sucede cuando la empresa busca llenar su marca de atributos, incluso hasta un punto donde no puede cumplir con todos estos. El usuario se daría cuenta y evitaría consumir sus productos, dejando de confiar en la marca.
  • Subposicionamiento: Cuando la empresa no tiene la suficiente difusión para darse a conocer, ya sea por recursos insuficientes o poca publicidad. Si esto pasa, es difícil que la marca sea posicionada.
  • Posicionamiento confuso: Sucede cuando el consumidor no tiene claridad en la marca dentro de su mente, pasa cuando la marca realiza varios cambios en poco tiempo, por ende, se siente confundido el usuario. 
  • Posicionamiento dudoso: Es muy complicado de solucionar este error, pues el usuario no confía totalmente en lo que le dice la marca. Podrían hacerse estrategias y campañas promocionales para mitigar este daño, cultivar una mayor confianza y relación entre la marca y el consumidor, donde el usuario ya crea en lo que se le está diciendo.

Es preciso recordar que un posicionamiento adecuado radica en una buena comunicación, donde siempre se sea honesto con el consumidor y se proyecte una imagen que le inspire confianza.

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autor Apasionada por los viajes, la fotografía y la gastronomía. Colaboradora en proyectos de voluntariado.
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