5 pasos para que tu marca personal sea un negocio millonario

Muchas veces no nos damos cuenta que no necesitamos de un presupuesto de millones de dólares para echar a correr el negocio que siempre hemos deseado. Con el libro Marketing You, el autor Mario Corona te enseña que los activos que actualmente tienes son suficientes para comenzar a emprender y generar ingresos. Aprende estrategias que te ayudarán a separarte de tus competidores para crear, a partir de tus conocimientos y habilidades, un negocio de seis cifras. A continuación te compartimos cinco puntos clave para iniciar:

1. Conócete antes de conocer a los demás 

Al empezar a emprender, un punto clave es conocernos a fondo para saber qué podemos ofrecer. Una buena manera de empezar esta introspección es hacer una “Hoja de vida” donde reunamos por escrito nuestros conocimientos, experiencias y habilidades. Después de identificar nuestros activos, es conveniente preguntarnos a quién podemos beneficiar, qué necesidades podemos cubrir, qué podemos aportar y de qué manera podemos innovar para ofrecer algo diferente.

El pensar en los problemas que la gente enfrenta a diario nos ayuda a entender que allá afuera hay alguien que nos necesita y que puede estar dispuesto a aprender de nosotros. A partir de esta información podemos crear una categoría de mercado que abarque terrenos poco explorados y que nos permita ocupar un espacio único en la mente del consumidor.

2. Conviértete en el role model de tu cliente

¿Cuántas veces no hemos reído, sufrido y hasta llorado con algún personaje de televisión? La industria del entretenimiento es especialista en generar empatía con sus audiencias. Una historia poderosa siempre hará que, sin darnos cuenta, nos pongamos en los zapatos de los protagonistas; que vivamos sus problemas y celebremos sus victorias. Y lo hacemos, sobre todo porque sus experiencias nos recuerdan todo aquello que somos y que aspiramos ser. La influencia llega a ser tal que muchas veces estos personajes se convierten en modelos a seguir que trascienden la barrera de la ficción.

Tal como una estrella de Hollywood, desarrollemos una personalidad que nos convierta en un role model para nuestro cliente. Para llegar a este punto, es necesario formar una identidad clara que comparta los valores, rasgos y esencia de nuestra audiencia. Comencemos definiendo quiénes somos, nuestro propósito de vida y cómo fue que te iniciamos en los negocios (demostremos que también empezamos desde cero). Lo importante es dejar en claro el activo que representamos y lo que podemos lograr en conjunto dada nuestra experiencia y habilidades.

3. Define los productos a desarrollar

Antes de decidir qué productos ofrecerás, consideremos las oportunidades de mercado, las necesidades de los clientes y la inversión que necesitamos para lograr nuestros objetivos. Podemos crear categorías de productos de acuerdo a la inversión que requieren: baja, media, alta y premium.

Los productos de inversión baja (ebooks, por ejemplo) nos ayudarán a acercarnos a clientes potenciales, pues su bajo costo permite que las personas que no nos conocen se animen a comprar. Los de inversión media (audios o videos) nos indicarán que ya hay cierto interés del cliente en el tema, mientras que los de inversión alta (certificaciones) o premium (coaching) serán los que generen más ingresos en menos tiempo, pero sobre todo, aquellos que logren el mayor impacto y transformación en nuestro público objetivo.

4. Crea un plan de acción claro y realista 

Hay cientos de personas que además de reunir talento, se empeñan en trabajar con pasión y compromiso en cada uno de sus proyectos. A pesar de ello, Corona indica que solo 1% de quien emprende un negocio logra sus metas financieras. Te preguntarás cómo es que lo logran; pues bien, parte de su éxito se debe a que son personas que plantean estrategias claras y fáciles de accionar que los ayudan a administrar con inteligencia su tiempo, dinero y esfuerzo. 

No hay que concentrarse en ofrecer programas de un solo valor, al contrario, pensemos en un público más amplio y generemos un modelo que contemple productos de distintos niveles de inversión e impacto. Al momento de asignar un precio, distribuyamos las cuotas de ventas sin que ninguno de ellos concentre más del 40% de los ingresos. No olvides desarrollar tu estrategia en metas trimestrales, mensuales y semanales, de esta forma será más fácil darle seguimiento.

5. Lleva tu ADN a cada estrategia de promoción 

La era digital ha traído consigo clientes cada vez más exigentes y mejor informados que evalúan con mayor detenimiento cada una de sus posibilidades de compra. Esto ha hecho que cada vez sea más necesario crear campañas integradas, precisas, emotivas y contundentes que nos diferencien del resto. Es momento de dejar de vender solo por vender. Hay que empezar a contar historias basadas en sus problemas y metas; crear una comunicación con la que se sientan identificados. A través de estos esfuerzos nos catapultaremos como su mejor opción y la venta se dará de manera natural.

Una manera de aumentar nuestra visibilidad es a través de conferencias en vivo, seminarios, entrevistas en medios o libros que nos posicionen como especialista. Compartamos los testimonios de nuestros clientes satisfechos y aprovechemos su mouth to mouth. Hay que crear contenidos a la altura de nuestros clientes, generar interacción y llevar nuestro ADN a cada publicación. Recuerda que una buena promoción siempre impulsará el deseo a la compra. Sobre todo, aprendamos a esperar. No esperemos resultados de la noche a la mañana; recordemos que hay una curva de aprendizaje que todo emprendedor siempre tiene que recorrer.

Javier Rodríguez Labastida Periodista, director digital de Alto Nivel, profesor universitario, amante de la música, deportista, maratonista, spartan y aprendiz de baile.