5 lecciones de los Juegos Olímpicos para las marcas
Este evento inspirador en muchos sentidos y la forma en que los mexicanos los vemos da algunas claves para el marketing de tu marca.
Ya están a punto de acabar los Juegos Olímpicos de Río 2016 y sin duda ha sido una edición muy emotiva. Es un momento de convivencia para quienes las ven como para quienes las viven, simplemente recordemos la “selfie” de las gimnastas de las dos Coreas o historias conmovedoras como la de Yusra, la nadadora Siria que aunque actualmente vive como refugiada en Alemania, tuvo la oportunidad de competir gracias a la iniciática del Comité Olímpico Internacional.
Es un evento que genera muchas emociones, por darles un ejemplo en nuestras oficinas, en especial mientras comemos y vemos cómo quienes están viendo alguna competencia, gritan, lloran, se emocionan y hasta les sale su papel de jueces o entrenadores que todos llevamos dentro.
Por ello quiero compartirles algunos aprendizajes que nos dejan los deportes para conocer mejor a los mexicanos.
1. La competencia no es lo más importante
Aunque por definición podríamos decir que las exhibiciones deportivas son competencias en su máxima expresión, es curiosamente la razón por la que menos mexicanos siguen los deportes (solo 12%). Entonces, ¿qué nos mueve a verlos?
2. Simplemente nos apasiona
Partamos de que 57% de los mexicanos (mayores de 7 años) suelen ver deportes (en general). Pero no todos los ven de la misma forma, un 7.5% no sólo los ven, les encantan, son parte de su vida. 6 de cada 10 de los seguidores del deporte la principal razón que tienen para verlos es muy sincera y espontanea: simplemente les apasiona. Realmente no es racional, aunque nos pongamos a pensar por qué realmente es porque nos gusta.
3. Tradición Familiar
Seguir un equipo, un deporte en particular muchas veces no radica en uno, sino que es una tradición familiar o por lo menos es la razón por la que el 49% de los mexicanos es fan de alguna disciplina. Regresamos al punto, no es necesariamente racional por lo que le vamos a un equipo (quizá nunca ha sido campeón en nuestra vida) pero no por eso nos desmotivamos, al contrario los seguimos para poder presenciar ese glorioso momento o simplemente porque disfrutamos de los momentos de convivir con la familia con un gusto en común.
4. Nos identificamos
44% de quienes siguen algún deporte es porque ellos lo practican o lo han practicado. Es volver a vivir esa emoción que sientes al jugarlo cuando lo ves
5. Orgullo por nuestro país
3 de cada 10 de quienes ven los deportes es porque sienten orgullo por el país cuando lo ven jugar. No sólo recordamos nuestra nacionalidad en las fechas patrias, sino al ver partidos. Muchas veces en reuniones donde nos piden llevar algo mexicano, no necesariamente llevamos un traje típico sino una playera de la selección. Cuando vemos partidos lo primero que pensamos e incluso decimos es Vamos México.
Sin duda ver los deportes y las Olimpiadas, es algo emotivo, que nos lleva de la alegría de ver la inauguración, el orgullo de escuchar el himno nacional o la bandera en las competencias. Es un pretexto para reunirnos con los amigos y la familia para convivir y claro como muchas reuniones giran en torno a la comida.
Claves para las marcas
Los mensajes de las empresas de alimentación deben girar más alrededor de estas emociones que sobre el producto. Incluso si habrá deportistas en la comunicación tiene que haber un link con la emoción de verlos.
Los amigos o la familia y los deportes son una dupla ganadora. A 7 de cada 10 nos gusta ver los deportes acompañados, en primer lugar con la familia y seguido de los familiares y amigos. Sólo un 3.4% es fan solitario. Para un 16% no importa con quien lo ve o si lo ve solo, lo importante es el deporte. Principalmente podemos decir que los mexicanos son aficionados sociales. Aunque abiertamente no declaramos que veamos competencias por convivir o por festejar (menos del 10% declara hacerlo). Pero lo hacemos a final de cuentas.
Este tipo de competencias nos recuerdan lo importante que es la unión entre las naciones y que realmente, las fronteras se pueden romper, y bueno como seres humanos nos recuerda que todos tenemos metas, que si bien tenemos ciertos logros, siempre podemos ir por más y este evento es inspirador en muchos sentidos.
