Marco Rubio pondrá bajo la lupa la relación México-Cuba
El abogado y político conservador, nacido en Miami hace 53 años, es uno de los llamados “halcones” estadounidenses que pondrán bajo escrutinio a México a partir del próximo 20 de enero.
La relación que México mantiene con Cuba, que le proporciona a la isla miles de dólares a través del envío de petróleo y contratación de médicos; los grupos del narcotráfico; y la migración ilegal que transita por nuestro país en busca del sueño americano, son los temas de la agenda mexicana que estarán en la mira de Marco Rubio, nominado por Donald Trump para ser el próximo Canciller de Estados Unidos.
El abogado y político conservador, nacido en Miami hace 53 años, es uno de los llamados “halcones” estadounidenses que pondrán bajo escrutinio a México a partir del próximo 20 de enero, cuando Trump tome posesión de la presidencia del país vecino.
Rubio, hijo de padres exiliados de Cuba, será el primer secretario de Estado norteamericano de origen latino, si así lo aprueba el Senado de Estados Unidos, lo que -en este caso- no es ninguna ventaja para la región, sobre todo para los países que mantienen regímenes autoritarios o no democráticos.
De hecho, ha sido un férreo defensor de las sanciones de Estados Unidos en contra de la dictadura cubana y del gobierno autocrático de Venezuela, en tanto que crítica con ferocidad a China e Irán.
Las presiones que vienen
En el caso de México, en junio de 2022, arremetió en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador, luego de que este anunciara que no asistiría a la Cumbre de las Américas en Los Ángeles, California.
“Me alegra ver que el presidente Mexicano (sic), que ha entregado secciones de su país a los cárteles de droga y es un apologista de la tiranía en Cuba, un dictador asesino en Nicaragua y de un narcotraficante en Venezuela no estará en EE.UU. esta semana”, dijo el entonces senador en su cuenta de X (antes Twitter).
Esta posición fue reiterada en marzo de 2023 en otra publicación en X, en la que afirmó que “como el Presidente @lopezobrador ha dejado en claro que no utilizará la fuerza para enfrentarse a los grupos narcoterroristas en #Mexico Y el resultado trágico pero predecible es que los grupos del crimen organizado, no el gobierno, ahora controlan grandes porciones de un gran e importante país”.
La postura de Marco Rubio sobre el gobierno mexicano no es nueva ni única, pues las agencias de seguridad de Estados Unidos no solo señalan a los grupos del narcotráfico de nuestro país como los responsables de inundar de fentanilo las calles de esa nación, sino que también los consideran una amenaza para su seguridad nacional.
Por eso el tema del combate al crimen organizado en México será una prioridad para el gobierno de Trump y para quien se encargará de la diplomacia estadounidense, junto con el problema de la inmigración ilegal.
Sobre esto último, en diciembre de 2018, Rubio apuntó que “proteger la frontera sur es bueno tanto para Estados Unidos como para México”, ya que una frontera insegura “es un imán para que los migrantes de terceros países transiten” por territorio mexicano, lo que “permite a los cárteles enviar drogas a Estados Unidos”.
Es decir, el próximo secretario de Estado del país vecino coincide con Donald Trump al mezclar dos temas que son distintos: La migración ilegal y el tráfico de drogas. Si bien estos problemas tienen en común la porosa frontera entre México y Estados Unidos, el tratamiento que debe hacerse sobre cada uno debe ser diferente.
Al menos así se ha hecho en la administración del presidente Joe Biden, quien ha mantenido una agresiva posición en contra de los carteles de la droga mexicanos, y ha tratado por separado la problemática de la inmigración ilegal.
Vigilan por seguridad nacional
Marco Rubio también pondrá bajo la lupa la llegada a México de decenas de médicos cubanos quienes, por un lado, padecen condiciones laborales similares a la esclavitud, y por el otro, también representan, bajo la perspectiva estadounidense, una potencial amenaza a su seguridad nacional, debido a que algunos de los galenos han sido señalados de ser militares o agentes de la inteligencia cubana.
Todo lo que en México se relaciona con actividades de espionaje de países como Cuba, China y Rusia es estrechamente vigilado por diversas agencias de Estados Unidos.
Por ejemplo, en 2022, el general estadounidense Glen VanHerck, entonces comandante del Comando Norte y del Comando de Defensa Aeroespacial, dijo en una audiencia en el Senado de su país que la mayor base de inteligencia de Rusia se encontraba en territorio mexicano.
Al contratar a los médicos cubanos, México le paga esos servicios al gobierno de la isla, pero esos recursos no son transferidos al personal sanitario que labora en nuestro país y en otras naciones, sino que los enviados reciben un sueldo muy inferior a lo que Cuba cobra por su “ejército de batas blancas”.
En noviembre de 2023, Tomoya Obokata, relator especial sobre las formas contemporáneas de la esclavitud de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), denunció que el gobierno de Cuba continúa sometiendo a sus profesionales “a condiciones laborales de explotación en los países de destino en el extranjero”.
“Los salarios del personal cubano serían considerados inadecuados porque no permiten sostener una vida digna”, además de que los médicos estarían acompañados de funcionarios del régimen que les confiscan sus pasaportes, y los mantienen estrechamente vigilados para evitar su deserción, añadió el relator de la ONU.
Según cálculos del relator, el gobierno cubano se queda con el 75% de los recursos que pagan las naciones que contratan a los médicos, mientras que estos reciben salarios que representan solo el 25% de lo cobrado por su país.
Adicionalmente, la organización civil con sede en España Prisoners Defenders (defensores de prisioneros), denunció en 2022 que los médicos que Cuba envió a México son en realidad militares, y tampoco descartó que entre ellos haya personal de inteligencia.
Conociendo la animadversión de Rubio hacia la dictadura cubana, la presencia de los médicos de ese país en suelo mexicano también será un motivo de disenso en la previsible reconfiguración de las relaciones entre México y Estados Unidos, a partir del arribo de Donald Trump a la presidencia de esa nación.
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Surya Palacios Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.