Buscador
Ver revista digital
Economía

¡Make China Great Again! El gigante asiático quiere ser (otra vez) la fábrica del mundo

26-03-2025, 11:56:27 AM Por:
¡Make China Great Again! El gigante asiático quiere ser (otra vez) la fábrica del mundo
© Depositphotos

China está regresando la manufactura a su país para ser más competitivo y aumentar sus exportaciones a otras naciones, una estrategia similar a la que quiere imponer el presidente Donald Trump en su país.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China empieza a afectar a los países emergentes tanto en empleo como en consumo. La primera potencia mundial lleva a cabo una ofensiva comercial con la probable imposición de aranceles a prácticamente todo el mundo, con el objetivo de devolverle a su país la bonanza de otras épocas, según afirma el presidente Donald Trump.

Pero todo indica que Trump no es el único con esta visión: los líderes chinos también buscan hacer crecer su país en términos económicos y mantienen el objetivo de convertirse en las próximas décadas en la mayor potencia global.

China busca la hegemonía

China ha sido conocida por mucho tiempo como “la fábrica del mundo”. Aunque en años recientes pareció perder parte de ese protagonismo, nunca ha dejado de ser un actor clave en el comercio global. De hecho, hoy se habla de la “revolución comercial 3.0” del gigante asiático, cuyos efectos están transformando la economía global y dejando una estela de desempleo en diversas partes del mundo.

En distintos continentes, muchas fábricas que antes operaban a plena capacidad han cerrado. Durante años, China delegó parte de su producción a otros países debido al aumento del costo de la mano de obra y a la creciente especialización de su industria. Sin embargo, ahora intenta fortalecer su mercado interno y, ante el posible cierre de mercados de consumo clave como el de Estados Unidos, busca transformar sus antiguos centros de producción en nuevos mercados de consumo. Esto está desplazando industrias enteras en economías emergentes.

Nuevo papel para las economías emergentes

Los vecinos de China son los primeros en sentir los efectos de este cambio. Por ejemplo, en Indonesia se ha registrado la pérdida de hasta 250,000 empleos en un año, una tendencia que contrasta con el auge de la demanda de mano de obra hasta 2023, cuando la actividad manufacturera china impulsó el empleo en el país hasta niveles récord.

Vietnam también ha sufrido un impacto significativo, con la pérdida de alrededor de 50,000 empleos por la misma razón.

China está trayendo de vuelta su producción para ganar competitividad y reforzar sus exportaciones, una estrategia que guarda similitudes con la política industrial de Donald Trump. Sin embargo, el país enfrenta un desafío: su capacidad manufacturera es inmensa, y su mercado interno, por grande que sea, no puede absorber toda su producción. Para sostener su modelo, necesita colocar estos productos en otros mercados, incluidos los mismos países emergentes que antes dependían de la manufactura china.

La economía china, que experimentó un crecimiento sin precedentes en las últimas décadas, se encuentra en una fase en la que debe sostenerse mediante exportaciones masivas, volviendo a la estrategia que la convirtió en la segunda mayor economía del mundo.

China, además, tiene una ventaja que Estados Unidos no posee: un superávit comercial récord de casi un billón de dólares el año pasado, lo que refuerza su dominio en el mercado global.

Las tensiones comerciales con Estados Unidos solo han confirmado a China que su estrategia es la correcta en la coyuntura actual. Los aranceles impuestos por Trump en su primer mandato, con la intención de equilibrar la balanza comercial y proteger el empleo manufacturero estadounidense, obligaron a los exportadores chinos a buscar nuevos mercados, afectando gravemente a las economías emergentes.

Cifras de Bloomberg indican que la participación de China en las importaciones de países como Brasil, Indonesia y Vietnam ha crecido considerablemente en los últimos años, reconfigurando el comercio global.

Medidas contra China

El avance de la maquinaria china parece imparable, aunque algunos países han intentado implementar medidas para contrarrestarlo.

México ha elevado los aranceles de importación de textiles y ropa china hasta un 35%. Tailandia amplió la aplicación del IVA a productos de bajo valor comprados en plataformas chinas como Temu. Malasia impuso un impuesto del 10% a las compras en línea, mientras que India intensificó sus investigaciones por prácticas de dumping en sectores como los paneles solares y la electrónica.

Sin embargo, muchas economías emergentes enfrentan un dilema: proteger sus industrias sin perder los beneficios de sus acuerdos comerciales con China, que sigue siendo un socio clave en inversiones estratégicas.

El éxito de las empresas chinas no se basa solo en subsidios estatales o tácticas desleales, sino también en la escala y eficiencia con la que operan. Hoy, todas ellas tienen un mandato claro del gobierno chino: ¡Make China Great Again!

MÁS NOTICIAS:

Comentarios