¿Llegó (ahora sí) la recesión a Estados Unidos?
Analistas consideran que los mercados podrían estar descontando una eventual recesión, incluso sin tener certeza sobre cuándo sucederá.
Estados Unidos está al borde de la recesión, según se deriva de las cifras relacionadas con el empleo difundidas el viernes pasado, y que han contribuido a desatar una auténtica tormenta financiera desde ese día hasta hoy.
Por supuesto, los miembros de la Fed han salido de inmediato a negar tal posibilidad. El lunes 5 el presidente de la Fed de Chicago, Austan Goolsbee, dijo que los datos de empleo de junio solo representan un número y, aunque deben prestar atención a la debilidad del mercado laboral, aún no indican una recesión.
Pero algunos analistas consideran que los mercados en realidad podrían estar descontando una eventual recesión, incluso sin tener certeza sobre cuándo sucederá. Al final el momento es lo de menos, lo relevante es el impacto que se registre sobre las finanzas y los indicadores financieros.
El problema es que estos mismos expertos habían anticipado con plena seguridad una recesión para este año, incluso algunos señalaban la presencia de dicho fenómeno para finales del año anterior, tal cosa no sucedió.
Usualmente en Estados Unidos, el inicio y fin de las recesiones son determinados por la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, es probable que, en esta ocasión, así como en otras, lo sepamos mucho después ya que los avisos generalmente se hacen a destiempo, cuando ya pasó el fenómeno y sus evidencias son irrefutables.
En todo caso, lo que hoy ven los mercados es una recesión cercana con base en los datos laborales que mostraron aumentos del desempleo no esperados por los expertos.
En julio, la tasa de desempleo subió a 4.3 por ciento y el número de desempleados ligó cuatro meses consecutivos de incrementos, algo que no sucedía desde el periodo marzo-junio del 2009, cuando Estados Unidos atravesaba la Gran Recesión.
Ese es el gran dato que ha provocado la tormenta financiera desde el viernes anterior, pero no existe certeza plena sobre si habrá o no recesión en Estados Unidos.
Lo que sí existe es el temor de que el país esté enfilándose a la recesión si la Fed no recorta su tasa de interés pronto para reanimar a la economía, de ahí la apuesta a que en septiembre próximo el banco central estadounidense recortará su tasa.
Incluso, ante la tormenta financiera desatada este lunes, algunos analistas y operadores en los mercados financieros pusieron sobre la mesa la posibilidad de que la Fed lleve a cabo una reunión de emergencia la semana siguiente y suba la tasa, algo que no es imposible, pero que otros participantes consideraron como improbable, a menos que se presente una crisis financiera incontenible.
Mientras los mercados mantienen la incertidumbre, lo cierto es que las expectativas de recesión perdurarán por un tiempo ya que, además de los datos, también están las evidencias históricas que muestran que la economía de Estados Unidos atraviesa por una recesión cuando las tasas de desempleo se mantienen altas por más de tres meses consecutivos, en ese momento aproximadamente seis meses después, inicia el periodo recesivo.
Historia de las recesiones
Sin que exista plena certeza sobre si habrá una recesión en Estados Unidos y cuándo, es importante conocer algunos datos sobre las recesiones ya que, si existe un país en el que se cuentan con datos amplios al respecto, es precisamente Estados Unidos.
En caso de suceder en los próximos meses, esta será la recesión número 48 que se tenga registrada desde el año 1790 cuando empezó la data, por lo que hasta ahora se han reportado 47 recesiones en los Estados Unidos.
Generalmente, las recesiones son impulsadas por los cambios en la reglamentación del gobierno y en las políticas fiscales, comerciales y monetarias.
Aunque también pueden impactar los ciclos en la agricultura, el consumo y la inversión, así como la salud de la industria bancaria.
Desde luego, hoy día las recesiones en Estados Unidos afectan al mundo entero, no se diga a nuestro país.
Según las cifras oficiales, el promedio de duración de las 11 recesiones que tuvieron lugar entre 1945 y 2001 fue de 10 meses, dicho período es mucho menor a los 18 meses promedio que duraron las recesiones entre 1919 y 1945, también es inferior al promedio de 22 meses que se registraba entre 1895 y hasta 1935, incluyendo el periodo de La Gran Depresión.
De cualquier modo, basta con sacar simples promedios y algunas operaciones aritméticas para determinar más o menos cada cuándo Estados Unidos registra una recesión.
Entre 2020, año de la más reciente recesión, y 1790, año base de la historia de las recesiones, existen 230 años de datos; estos años divididos entre 47 recesiones arrojan que cada 4.8 años esta nación reporta un periodo recesivo. Si Estados Unidos sortea la recesión también en este 2024, esa que tanto se ha anunciado desde el año anterior, en 2025 todo parece indicar que la probabilidad crece con mayor fuerza.
Lo que sí es inevitable es un periodo recesivo en algún momento, no hay en el mundo una economía que crezca y crezca sostenida e indefinidamente, ni siquiera la más poderosa.
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