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Líderes

La clave de Monex para enfrentar el escándalo y sobrevivir

14-11-2018, 7:46:37 AM Por:
© Arturo Aguirre

Tanto en las buenas como en las malas, el Grupo Financiero Monex ha mantenido esa agilidad que lo distingue y le permite seguir compitiendo

Agilidad… Ese enfoque en el mundo de los negocios que incluye velocidad y flexibilidad, pero, más específicamente, la capacidad de detectar, crear y adaptarse a los cambios rápidamente y con confianza.

Lograrlo significa conectar el ADN de la organización con el éxito, ya sea el aumento en los ingresos, la satisfacción del cliente o incluso creando nuevas áreas de operación. Y eso es precisamente lo que Monex ha logrado.

Aunque nació como casa de cambio, en noviembre de 1985, hoy se jacta de competir al tú por tú con los monstruos financieros que operan en el país.

El modo proactivo en que Monex ha respondido a los cambios del mercado para ofrecer valor a sus clientes ha fortalecido su presencia.

Durante sus primeros 16 años de vida, Monex se enfocó en un solo negocio: la compraventa de divisas y pagos internacionales de contado, pero a partir de 2001 empezó su proceso de transformación y diversificación. Ese año ingresó al mercado bursátil al comprar CBI Casa de Bolsa (ahora Monex Casa de Bolsa) y en 2006 adquirió Comerica Bank México (ahora Banco Monex).

Entre 2010 y 2012, el grupo compró negocios internacionales de divisas y pagos internacionales en Washington D.C. y Londres, y hoy ofrece una amplia gama de productos para las empresas mexicanas que tienen presencia en otras partes del mundo. La oferta se complementa con servicios de banca privada.

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El camino no ha sido fácil. Aunque el trabajo de más de 30 años hoy le permite a Monex competir con las grandes instituciones financieras del país, ha tenido que enfrentar situaciones difíciles. Una de ellas, tal vez la más importante, fue el presunto empleo ilegal de tarjetas Monex en las campañas electorales de 2012. Monex salió bien librado porque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación estableció que no hubo irregularidades.

“Habíamos sido una empresa de bajo perfil y, de repente, nos vimos inmersos en un ambiente político y mediático distinto al que estábamos acostumbrados en los negocios. En lo personal, esa ha sido la época más retadora”, cuenta en entrevista Héctor Lagos, presidente del grupo financiero.

¿Cómo resolvió la organización tal situación? Con una comunicación clara; dando a conocer su punto de vista y su grado de involucramiento en el proceso.

“Siempre respondimos con velocidad y transparencia a las autoridades y, al final, se demostró que siempre se actuó de manera legal”, subraya el directivo, quien lleva 33 años al frente de Monex.

Tanto en las buenas como en las malas, el grupo financiero mantiene esa agilidad que lo distingue.

“Es un reto para una compañía en crecimiento y que cada día enfrenta un ambiente más complejo y más regulado. Probablemente es más fácil para una empresa más pequeña mantenerse ágil, pero cuando la organización se vuelve compleja, como es nuestro caso, tenemos que tratar de no perder esa ventaja que nos ha diferenciado desde un principio. Nuestra mayor prioridad es satisfacer al cliente a través de la entrega rápida y continua de servicios financieros valiosos”, comenta Lagos.

monex

Grupo Monex ha competido con las grandes instituciones financieras del país.

En la actualidad, Monex trabaja duro para convertirse en un socio de las empresas. Son bien conocidos por su negocio principal, el de divisas, que obviamente no piensan abandonar, pero su mira está puesta en convertirse en un acompañante de sus clientes, sobre todo empresariales, en más aspectos de su quehacer financiero.

“Ya lo estamos consiguiendo en manejo de liquidez y en la parte crediticia. Queremos ser una institución más completa, que pueda ofrecer una gama más amplia de productos sin que esto quiera decir que cederemos el liderazgo en nuestro negocio principal”, finaliza el directivo.

Servicio, honestidad y austeridad

A lo largo de 33 años al frente de Monex, Héctor Lagos ha tenido que reinventarse, pero ha mantenido tres valores que hoy forman parte de su liderazgo: vocación de servicio, honestidad y austeridad.

“El liderazgo es simplemente servir a los demás. Y no solo me refiero a los clientes, porque el líder también debe estar al servicio de su equipo. Con honestidad me refiero a desarrollar relaciones de confianza con los clientes internos y externos, a través de una comunicación franca y clara. Por último, hay que actuar con austeridad, evitando los gastos superfluos y cuidando los recursos. A veces, cuando hay buenos resultados, se puede incurrir en situaciones excesivas, lo que, al final, termina por dañar los negocios”.

autor Equipo de jóvenes periodistas cuyo objetivo es explicar las noticias más relevantes de negocios, economía y finanzas. Nos apasiona contar historias y creemos en el periodismo ciudadano y de servicio.
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