Grupo Presidente le apuesta al hospedaje de lujo para adultos mayores
El portafolio multimarca de Grupo Presidente cerrará el 2018 con 20 hoteles y 5,000 cuartos de franquicias internacionales
Grupo Presidente, una de las operadoras hoteleras y de restaurantes de mayor renombre en el país, no trae la premisa de ser la más grande o la que administre más habitaciones, sino la de ser la que mejores servicios ofrece a sus huéspedes y la más rentable para sus accionistas.
Ese es el mandato de Braulio Arsuaga Losada, su director general, quien explica que el grupo tiene el mejor EBITDA y el margen de utilidad neta de operación más alto, lo que lo distingue de otros corporativos de mayor tamaño.
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Aun así, su portafolio multimarca cerrará el 2018 con 20 hoteles y 5,000 cuartos de franquicias internacionales, como Presidente Intercontinental, Staybridge, Holliday Inn y Hyatt.
“Presidente ha cambiado mucho a lo largo de los años –explica el ejecutivo–, pero siempre hemos estado en el segmento de la hotelería de lujo y de larga estancia y en el negocio de los restaurantes, donde hemos innovado con franquicias propias y de terceros, como Chapulín, Le Cap Beach y Faro Blanco”.
Su incursión más reciente y novedosa es una residencia para adultos mayores que lleva operando dos años en Querétaro, y a la que próximamente se añadirá otra en Santa Fe, en Ciudad de México.
“La industria de la asistencia en el retiro está desarrollada en Europa y Estados Unidos, pero poco en nuestro país –apunta Arsuaga–, y tenemos una buena oportunidad porque no lo estamos haciendo solos. Sabemos manejar hoteles y restaurantes, pero para este segmento nos apoyamos en un joint venture con la española Ballesol, que tiene la experiencia necesaria y de la que vamos a aprender los protocolos y las mejores prácticas. Estamos contentos con nuestros primeros resultados y seremos de los jugadores más fuertes a medida que esta industria se desarrolle en el país”.
A lo largo de las últimas décadas, Grupo Presidente ha confiado su éxito a un grupo de dedicados directivos y, sobre todo, al personal encargado de gestionar las propiedades y atender a huéspedes y comensales.
“Es esencial la actitud de la gente, que recibe una capacitación constante y puede entregar servicios de excelencia porque tiene ganas de crecer dentro de la organización y voluntad de hacer las cosas bien. A nuestros hoteles y restaurantes llega gente de todo el mundo buscando una calidad de servicio a la altura de sus expectativas, porque la conocen o han leído o escuchado sobre ella. No los podemos defraudar”.
De los 3,800 colaboradores de la organización, apenas 154 trabajan para el corporativo y las áreas centralizadas, lo que revela la importancia de capacitar y fortalecer a quienes están en contacto con los usuarios.
Otra parte significativa del esfuerzo es mantener los altos estándares de sus instalaciones, así que el grupo realiza inversiones significativas para dar mantenimiento y renovar los hoteles, dotándolos de las innovaciones y amenidades que incluso exceden las preferencias de sus clientes.
En este sentido, Arsuaga observa que la industria hotelera es intensiva en capital, y por lo mismo requiere una administración muy juiciosa.
“Esta es una industria en la cual la inversión se recupera a mediano plazo y bajo esta premisa el reto es seguir siendo una empresa relevante y que crea valor para el grupo y los accionistas”.
La compañía invierte mucho en remodelar y actualizar sus hoteles y cuando termina de hacerlo, vuelve a empezar.
Y tiene que seguir construyendo porque no puede estar ausente en los destinos tradicionales, en los que están creciendo y en los segmentos que pueden aportar otras oportunidades.
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“Es un desafío complejo y multidimensional cuya eficiencia se puede evaluar en la relación deuda/EBITDA. Siempre debemos estar atentos a los resultados”, concluye.
Bueno para el cambio
Arsuaga Losada ha dedicado 12 años a Grupo Presidente, primero como director adjunto y luego comercial, y lleva cinco como director general, pero esta larga trayectoria en el negocio hotelero no le ha quitado iniciativa, sino al contrario.
“Soy inquieto y bueno para el cambio. Me gustan mucho los retos para cambiar nuestra forma de pensar, para innovar en los sistemas o en la forma en que administramos el negocio, y donde hemos encontrado buenas oportunidades de crecimiento”.
Su mayor logro es haber conformado el grupo de directivos que lleva adelante las operaciones: media docena de profesionales jóvenes, con diferentes habilidades y modos de pensar, pero que se entienden y complementan. Y va por más.