De lo familiar a la institucionalización

A menudo se escucha que los dueños de las. empresas familiares quieren que su negocio se maneje de forma más “institucional”, aunque nadie sabe en forma certera de qué se trata, y por qué resulta positivo cuando sucede.

Lo cierto es que las empresas nacen, precisamente, de manera familiar. Durante esta etapa inicial, que puede durar hasta 20 años, el dueño lo hace todo, actúa como una verdadera autocracia, ya que todo funciona en torno a su figura: él decide los precios, a quien se contrata y despide y hasta los días de descanso.

Desafortunadamente todas estas decisiones se encuentran en la cabeza del dueño y se depende totalmente de sus criterios y en algunos casos, de sus estados de ánimo., lo que se intenta eliminar con el proceso de institucionalización.

Cuando hablamos de aquello, nos referimos entonces al hecho de plasmar en documentos escritos, a modo de políticas, para transformarlas en procedimientos y estandarizar con ello la .administración de la empresa. En palabras simples, para que todo lo que esté en la cabeza del jefe, pase a manos del resto..

Al contrario de lo que se cree habitualmente, cuando se alude al tema cuando se contrata a gente con estudios o se adquieren insumos computacionales.

¿Resulta necesario?

La respuesta inmediata a la pregunta es no, no es necesario; es imprescindible para que la empresa pase a la siguiente etapa y siga creciendo, si no quiere quedarse estancada.

No es de sorprender que las empresas con ausencia de documentación pierdan al 50% de sus nuevas contrataciones en menos de un año.

Y es que, por ejemplo, cuando una persona trabaja en empresas estructuradas, sabe perfectamente los límites para la toma de decisiones, conoce hasta donde llegan sus atribuciones y cuando tiene que pedir autorización a sus superiores. Muy distinto a lo que sucede en empresas familiares, donde se toman decisiones en función a la lógica y su experiencia.

No se habla de burocracia, sino de estandarizar los criterios de administración para que la variabilidad disminuya y los dueños o directores se dediquen a lo verdaderamente estratégico; el crecimiento de su negocio.

A continuación destacamos algunas políticas con las que empresas familiares pueden comenzar el camino hacia la institucionalización:

• Planes de contratación

• Uso de tecnologías de información

• Fijar incrementos de sueldo y paquetes de prestaciones por niveles en la organización

• Estandarización de despidos

• Cambios de residencia y pago de viáticos

• Planes de crédito y cobranza

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