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Según datos de Trabajando.com, 74% de los .mexicanos está descontento con su trabajo actual y considera un “arduo desafío” desempeñar su empleo cada día. Dichos resultados tendrían una clara explicación, pues al preguntar a las personas si sus empresas han cumplido con lo que prometieron al momento de contratarlos, 43% expresó un rotundo no.
Además, 36% de los .trabajadores cree que la empresa ha cumplido sus promesas “medianamente”, lo que les genera, además, una fuerte desmotivación.
¿Por qué ocurre esto? La .motivación arranca de un estado de equilibrio; cuando surge una necesidad, aparece el estrés benévolo que nos impulsa a realizar una acción para satisfacer dicho requerimiento.
La desmotivación, en cambio, arrancaría desde atrás, es decir, de la insatisfacción que provoca una ruptura de la acción que supuestamente nos permitiría satisfacer la necesidad, genera una apatía que termina por matar el estímulo inicial, sintiéndonos mal por ello.
Muchas personas piensan, que el elemento desmotivador más fuerte es el propio .salario, pero existen ciertos factores que producen insatisfacción en la persona: un trabajo sin sentido, carecer de autonomía, la falta de reconocimiento, pérdida de confianza, la ausencia de expectativas de promoción.
En general, se pueden clasificar en dos grupos:
Las identificamos como las verdaderas razones de la desmotivación y, sin embargo, son las únicas sobre las que no puedes ejercer un control directo. Entre ellas se encuentran la ausencia de promoción, falta de reconocimiento, escaso contacto personal, cuando reiteradamente son rechazadas nuestras ideas por los superiores, el trabajo rutinario, tedioso y la incongruencia de los .jefes.
Entran en esta categoría la culpa, resentimiento, miedo a asumir responsabilidades, la queja, aburrimiento, monotonía, rutina, entre otras.
¿Cómo revertir este proceso? Por lo general, quienes se sienten desmotivados tienden a creer que su única salida es cambiar de trabajo, lo que es un error. Para su tranquilidad, existen varias formas de recuparar esa motivación inicial y satisfacer tus necesidades laborales. Por ejemplo:
Según los especialistas, lo primero es dejar de considerarte una víctima para transformarte en protagonista de tu vida. Debes darte cuenta que eres el propio autor de tus acciones y el responsable de .alcanzar tus objetivos. Una vez realizado este cambio de actitud, acostúmbrate a pensar en positivo: la certeza y la esperanza de que puedes conseguir lo que te propones, te acerca al triunfo.
Para conseguir tus metas debes invertir en ti mismo, con el fin de desarrollar tu potencial. En otras ocasiones, la debilidad pasa por cambiar actitudes personales como tu iniciativa, flexibilidad, o conocer mejor la estructura de tu empresa.
Revisa los aspectos que te pueden resultar desmotivantes, como son un mal jefe o un .bajo salario, y sitúalos en una balanza junto a aquéllos que consideres motivantes (mayor libertades, empleo que te gusta). Descubrirás así si realizaste una mala elección o, tal vez, tus aspectos motivadores no están claramente definidos.
Escribe los plazos, porque el mensaje escrito refuerza tu compromiso y, además, resulta muy motivador ir tachando los avances.
¿Qué acciones has realizado para recuperar el amor por tu empleo?
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