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Liderazgo

Este ‘tiburón’ nos cuenta cómo convertir una empresa tradicional a 100% remota

25-11-2020, 6:00:00 AM Por:
© Especial

Las empresas remotas pueden reducir costos operativos hasta en un 90 por ciento, captar más oportunidades de negocios y hacerse de los talentos más allá de donde te encuentres.

Las circunstancias actuales orillaron a muchas empresas y a su personal a acelerar los procesos para trabajar a distancia. Sin embargo, la pandemia no es la única razón por la que debemos explorar las posibilidades y beneficios de esta modalidad.

La mayoría de las empresas no sólo pueden, deben convertirse al trabajo cien por ciento a distancia, afirma Alexander Torrenegra, uno de los tiburones de la serie Shark Tank edición Colombia. Este emprendedor, junto con Andrés Cajiao, es coautor del libro Remoter: la guía de cómo construir y escalar equipos remotos exitosamente.

Con base en su experiencia en este tipo de procesos, los autores ponen a disposición esta obra que contiene los pasos para construir y escalar equipos bajo la modalidad “remote first”, bajo la premisa de que ser completamente remoto no sólo es una ventaja competitiva hoy, sino que poco a poco se convertirá un requerimiento en el corto plazo.

En entrevista a Alto Nivel, Torrenegra explica que una empresa operada a distancia permite, además reducir costos operativos hasta en un 90 por ciento, captar más oportunidades de negocios y hacerse de los talentos más allá de la localidad en la que se encuentra la empresa.

¿Todas las organizaciones son candidatas a ser remotas?

Si bien no todas las empresas pueden ser totalmente conducidas y operadas a través del trabajo a distancia, la gran mayoría lo son, sobre todo las digitales.

“Si lo que tu compañía hace es lidiar con cuestiones físicas más que con datos, puede ser más complicado. Pero, inclusive en esos casos y obligadas por la pandemia, he visto fábricas que se han vuelto sistemas logísticos distribuidos, es decir, remotos. Ya no tienen fábrica, sino que toda la maquinaria fue distribuida a las casas de los trabajadores y tiene un sistema de logística que distribuye materia prima y recoge productos terminados todos los días, permitiéndole a la fábrica tener toda una línea de producción sin tener un sitio físico donde todo está centralizado”, explica el autor.

Enfocarse en resultados

Existen varios factores ligados al liderazgo que resultan importantes cuando se decide cambiarse al trabajo remoto. El principal es la comunicación a través de estándares, herramientas, así como altos niveles de disciplina y autonomía en el equipo.

“Es importante entender primero por qué una empresa amerita ser remota y, lo segundo, es pasar a una metodología basada en resultados, no en horas sentados al frente de un escritorio”.

En Latinoamérica, a muchos jefes les encanta medir la productividad con base en las horas que las personas “calentaron el puesto”, refiere el también fundador de Torre.com, una plataforma digital que facilita encontrar nuevos talentos y trabajadores remotos. Asimismo, detalla, las personas que operan deben sentirse cómodas al trabajar en esta modalidad.

Sin embargo, “lo que es extremadamente importante, es que el primero que debe trabajar a distancia es el director o gerente de la compañía, para que experimente este tipo de actividad y visualice el panorama desde esta realidad”.

Otro aspecto relevante es que el líder debe delegar responsabilidades, no tareas. Esto permite a las personas del equipo “tener la autonomía necesaria para entregar los resultados esperados, inclusive bajo formas que no se habían imaginado”.

Entonces, ¿cómo se mide la productividad?

La guía, explica Alexander Torreblanca, incluye varios tipos de metodologías para realizar la migración, lo que debe sustentarse en la implementación de Indicadores Clave de Rendimiento (KPIs, por sus siglas en inglés) para saber si se está cumpliendo con los objetivos. “Cada equipo debe tener métricas, cada persona debe tener métricas que dependerán de su rol y de lo que produce la compañía. En esencia, se deben usar métricas que midan calidad y cantidad, cuyo balance dependerá de una buena mezcla”, comentó. 

Los riesgos

Torrenegra afirma que cualquier empresa puede volverse Remote first en un plazo de entre una semana y tres meses. Pero algo que ocurre con frecuencia es que la transición se vuelve lenta, o se queda a medias.

“Cuando padeces apendicitis puedes elegir entre tomar medicinas paliativas o retirar el apéndice en una sola operación. Lo mismo acá. Una transición lenta a trabajo remoto no sólo duele más, sino que hay más probabilidades de que falle”, ejemplifica el emprendedor.

Por ejemplo, hacer una migración larga producirá la percepción de que hay dos tipos de empleados: los que operan físicamente y los que están a distancia.

Los primeros se asumirán como trabajadores de primera, porque tienen acceso a comunicación digital, así como cara a cara durante la jornada. Por el contrario, al tener una sola vía de comunicación, quienes trabajen a distancia pueden percibirse como de segunda clase, ya que sólo podrán interactuar o comunicarse digitalmente, generando así la falsa percepción de que están fuera de la toma de decisiones o lejos de las oportunidades de crecimiento, entre otras.

En forma paralela, debe considerarse que las prácticas de interacción personal en los equipos remotos son significativamente diferentes, “porque ya no almorzarás con tus colegas por la mañana, ni te vas a tomar una cerveza con ellos por la noche”.

Esto conlleva una disminución en la probabilidad de generar amistad entre los miembros del equipo, lo que no es malo. “Las compañías no son familias, y cuando diriges un equipo, no quieres a la persona más amistosa o afín, sino a la que sea más profesional. Si tú quieres ganar la copa mundial, ¿con quién quieres ir a jugar, con tu familia o con los mejores?”, ese cambio de mentalidad es importante.

Otro reto que los dueños o dirigentes de las empresas “Remote first” deben tener en consideración es que, al trabajar a distancia, no sólo tendrán la posibilidad de ampliar sus posibilidades de nuevos negocios, sino que enfrentarán a nuevos competidores.

Añade que “al estar compitiendo con todo el mundo en la búsqueda de talento, no sólo con la competencia en tu ciudad, el talento tiene la posibilidad de seleccionar no sólo a quien paga bien, sino también a la empresa que está alineada con su visión del mundo. Por consiguiente, debes ser explícito en cuál es tu misión y visión, qué es lo que hace tu compañía que la vuelve interesante”, explica con base en la experiencia de su empresa Torre.

Integración de la vida personal con el trabajo

Muchas personas se quejan por las dificultades que acarreó la necesidad de trabajar en casa a raíz de la pandemia. El encierro, largas jornadas y problemas técnicos engrosan el listado de anomalías que, en opinión de Torreblanca, no tienen nada que ver con el trabajo remoto.

Mientras nos ofrece la entrevista, el empresario cuida y entretiene a su pequeño hijo, al tiempo que explica: “el trabajo remoto, sin los problemas de la pandemia, es mucho más divertido, porque es flexible. También permite cambiar la programación que hace pensar que el trabajo y la vida están en los lados opuestos de una balanza, por un esquema de integración vida-trabajo. Lo que estoy haciendo ahorita -explica mientras mece a su bebé- sólo me permite hacerlo el trabajo remoto. Si yo no estuviera trabajando desde casa a esta hora, 5:00 de la tarde, estaría en la oficina sin la posibilidad de disfrutar de mi hijo en este momento”.

“Lo que teníamos en la etapa postrevolución industrial era que el ser humano significaba un engrane más dentro de una maquinaria gigante. ¡Ese es un trabajo que nadie consideraría vida, es sólo supervivencia! Hoy en día, muchas personas pueden trabajar en lo que verdaderamente les llama la atención y el trabajo puede ser parte integral de lo que los hace felices. Y si lo puedes desarrollar compartiendo con tu familia, amigos y distribuir tu tiempo de manera inteligente, no hay mejor forma de vivir la vida que esa”.

El cambio de paradigma

Las nuevas generaciones, están súper preparadas para esta migración al trabajo cien por ciento a distancia. Incluso, explica, los métodos educativos ya han sido desarrollados, “a nivel internacional está Coursera, está Platzi y muchos más en los que uno puede aprender varios temas”. Incluso, vaticina que “las universidades están mandadas a desparecer tal cual como las conocemos”.

Además, afirma que las compañías deben cambiar completamente sus procesos de reclutamiento “Que todavía le pidas a alguien que haya ido a estudiar cuatro años desarrollo de software a una universidad para que lo contrates en ese puesto es gravísimo, porque denota que no entiendes cómo aprende una persona hoy en día; las mejores personas para tu empresa son las que pueden aprender rápidamente y poner en práctica esos conocimientos”, asegura. En resumen, la contratación debe estar basada en competencias, no en un título universitario.

Para quienes buscan hacer más competitiva su empresa y aprovechar los beneficios que ofrece un esquema “remote first”, la brecha no es del todo nueva.

A nivel global hay ejemplos de que la migración vale la pena: WordPress es una empresa remota desde hace más de una década, sin olvidar que, a raíz de la pandemia, empresas como Twitter, Facebook y Google anunciaron que se irían al esquema de trabajo totalmente remoto.

Para Torrenegra, evangelizador de las oportunidades a distancia, su guía “Remoter…” es una forma de mantener el empleo en un escenario de crisis económica, abrir nuevas oportunidades, y mantener la esperanza en que, como sociedad, podemos salir a flote.

autor Comunicador y analista. Se ha desempeñado como creador de contenidos para medios tradicionales y online de la IP e instituciones públicas.
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