Las razones que explican la escasez de vivienda en la CDMX

Ni Airbnb ni la gentrificación son las causantes de la falta de vivienda asequible, revela un estudio.
El déficit habitacional histórico, y la falta de políticas públicas y de desarrollo urbano, son la verdadera causa de la escasez y encarecimiento de la vivienda en la Ciudad de México, y no la gentrificación ni las plataformas de hospedaje eventual, revela un estudio de la consultora Alquimia Urbana.
Si bien las plataformas tecnológicas como Airbnb son parte de la dinámica del mercado de alquiler, “no son el actor encargado de atender la oferta de vivienda asequible para todas las personas” en la capital del país, apunta el análisis.
El reporte detalla que, de 2010 a 2020, en las alcaldías con mayor oferta de alojamiento a través de plataformas “no hubo cambios drásticos en cuanto a la distribución de población por nivel socioeconómico”.
Con esto, asegura Alquimia Urbana, se demuestra que incluso antes de que existieran las plataformas tecnológicas de alojamiento, en el periodo analizado, la distribución poblacional no se modificó significativamente, aún en aquellas alcaldías donde se concentran las unidades para renta mediante aplicaciones de hospedaje eventual.
Datos duros
En la alcaldía Álvaro Obregón, donde se ubican colonias como Altavista, San Ángel Inn, Florida, y Guadalupe Inn, entre otras, en 2010 la población de clase media alta era de 23.4%; los hogares de clase media representaban el 34.9% de las viviendas, mientras que los de clase media baja eran el 27.9%.
Diez años después, la variación poblacional ha sido mínima: Las clases alta y media alta subieron 1%; la clase media bajó 0.4% y la clase media baja subió 0.3%, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y de la Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión (AMAI), utilizadas por Alquimia Urbana.
En esta demarcación se localizan 1,093 alojamientos listados en Airbnb, que corresponden al 4.1% de todos los inmuebles que se ofertan en esa plataforma en la Ciudad de México, según el sitio Inside Airbnb.

A su vez, en la alcaldía Benito Juárez, entre 2010 y 2020, los hogares de clase media bajaron -3.1%, los de clase media baja disminuyeron -4.1%, mientras que los de clase alta y clase media alta subieron 5.4% y 5% respectivamente.
En esta alcaldía, donde se encuentran las colonias Narvarte, Nápoles, y Del Valle, se observa una variación mayor que la registrada en Álvaro Obregón. Aquí se localizan 3,137 inmuebles que se ofertan en Airbnb, correspondientes al 11.8% de los alojamientos de la plataforma en la capital del país.

De su lado, en la alcaldía Cuauhtémoc, donde se encuentran el 45.9% de los alojamientos listados en Airbnb, debido a que aquí están las colonias Centro, Condesa y Roma, la clase media baja disminuyó -2.2% entre 2010 y 2020.
En ese periodo los hogares de clase media alta subieron 2.2%, guarismo que -de cualquier forma- no es significativo, si consideramos la densidad poblacional de esa demarcación.

En las alcaldías Coyoacán y Miguel Hidalgo, las variaciones entre los hogares de clase media baja y clase media alta fueron del 2.5% y 3.2% respectivamente. “Por lo que se concluye que la población de menores ingresos no ha sido expulsada de esas ubicaciones”, precisa Alquimia Urbana, consultora integrada por un grupo de expertas en ciudades sustentables.


Gobiernos fallidos
Con todos estos datos, se puede argumentar que las plataformas de alojamiento eventual no son la causa de la escasez de vivienda asequible, y tampoco de la gentrificación, pues la expulsión de personas con menos recursos se ubica entre el 2% y el 4% de los habitantes de las cinco alcaldías en donde se concentran los inmuebles ofertados en Airbnb.
La gentrificación es un fenómeno socioeconómico y urbanístico que se caracteriza por un proceso de renovación inmobiliaria, que genera un aumento de personas de clase media o alta que suelen desplazar a los habitantes más pobres de esas áreas.
En ese tenor, el estudio de Alquimia Urbana considera que, a pesar del aumento en la demanda, la oferta de vivienda social en la Ciudad de México “sigue siendo muy limitada”.
Esto se debe a que el gobierno capitalino no ha invertido en la creación de viviendas asequibles, o en esquemas que faciliten el acceso a este tipo de inmuebles, especialmente en las zonas más céntricas de la metrópoli.
Las fallas que en esta materia han observado los distintos gobiernos de la capital mexicana han generado una mayor presión en el mercado de vivienda, la cual “responde al capital privado más que a las necesidades sociales de la población”.
Esta última situación se presenta por diversos factores, entre los que destacan: El alto costo del suelo, la normativa que es restrictiva, los pocos mecanismos financieros que están disponibles, “la falta de apoyos gubernamentales, y por supuesto la falta de certidumbre a la inversión”.
Alquimia Urbana concluye que, para abatir el rezago habitacional en la Ciudad de México, deben implementarse políticas públicas específicas que beneficien a la población de menos recursos.
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