Rusia, un mercado olvidado por los empresarios mexicanos

Por Gerardo Yong

“Contrario a lo que muchos piensan, la economía de la Rusia actual es capitalista”. Esto fue lo que me contestó el embajador ruso en México, Viktor Koronelli, cuando en una entrevista se percató de que me estaba refiriendo a su país como en los momentos del más puro socialismo soviético. “Es un error muy frecuente, incluso entre académicos e intelectuales, quienes aún no se han quitado la venda de los tiempos de la Unión Soviética”, señaló.

“Me temo que eso es lo mismo que pasa con los empresarios que quieren hacer negocios con Rusia. Mi país está muy interesado en hacer negocios con Latinoamérica, especialmente con México, Argentina y Brasil, en sectores como hidroenergía, aeroespacial y tecnología informática. Tuvimos un periodo muy complicado durante los años 90, pero los problemas que nos causó la desintegración de la Unión Soviética ya están superados. En el sistema que ahora tenemos, bajo el liderazgo de Vladímir Putin, nuestra economía ha aumentado, así como nuestro nivel de vida. Cada día, el papel de Rusia en la comunidad internacional es más relevante”.

La misión diplomática de Koronelli comenzó en 2018, pero la promoción del comercio ruso la empezó desde que era embajador en Argentina. Rusia se ha acercado a Latinoamérica de una forma muy precavida, buscando principalmente quitarse la imagen del sovietismo y, sobre todo, acercándose a posibles aliados en la región, como México y Venezuela.

“Para nosotros, América Latina es un continente muy importante, no solo por su potencial económico, sino porque son voces independientes en los foros internacionales. Nuestro interés es aumentar las relaciones con países latinoamericanos que tienen estas características. Entendemos que tanto Estados Unidos como China y algunos países europeos, como España, también tienen una presencia muy fuerte en la región. Cada uno tiene su nicho. Cada uno tiene sus propios fines e intereses. Nos interesan aquellos países que tienen agendas independientes en torno a ciertos temas internacionales, como el de Venezuela, sobre el cual algunos países han optado por seguir el camino trazado por Estados Unidos. Hoy en día, Rusia tiene una presencia diplomática muy fuerte: tenemos 18 embajadas y tres consulados generales en la zona. Hemos firmado con la mayoría de los países latinoamericanos y del Caribe acuerdos sobre supresión de visas. Desafortunadamente, la única excepción es México. Belice es otra nación con la que todavía mantenemos el visado”.

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Uno de los países más libres

Moscú ha realizado inversiones que han sido casi invisibles para los propios empresarios mexicanos. Entre los sectores que más atraen su interés está el de los hidrocarburos. Tan solo en 2019, Rusia invirtió más de 15,000 millones de dólares (mdd) en proyectos de infraestructura energética. En la actualidad planea traer capitales para Petróleos Mexicanos (Pemex), específicamente para abrir nuevos yacimientos en el Golfo de México, donde se especula que hay reservas comprobadas por hasta casi 4 millones de barriles diarios.

Uno de los primeros trabajos del embajador ruso en México fue crear las condiciones para que la balanza comercial de México, que apenas es de 461 mdd, aumente en suelo ruso, aprovechando un mercado que ha permanecido casi olvidado para los hombres de negocios mexicanos.

En un intento por abrir las perspectivas empresariales, Koronelli trajo a Sergey Cheremin, jefe del Departamento de Economía Externa y Relaciones Internacionales, y los reunió con los directivos de las principales cámaras industriales, como Canaco y Concanaco.

Entre los sectores que Cheremin destacó para atraer capital mexicano a Rusia están el de transporte público, infraestructura verde, movilidad y seguridad urbana, así como desarrollo de vivienda, hospitales y servicios médicos. Si los mexicanos no han invertido en estos sectores, no solo es por el desconocimiento de las oportunidades de su mercado, sino porque prevalece sobre Rusia el estigma de un pasado con puertas cerradas.

“La Rusia de ahora es democrática. Es una democracia que está fortaleciéndose con una economía de mercado. En los años 90, Rusia aceptó de verdad las reglas del mundo democrático. A casi 30 años de cambios políticos, económicos y sociales, podemos decir con orgullo que Rusia es uno de los países más libres en el concierto internacional –dijo Evgeny Sajarov, tercer secretario de la Embajada de Rusia en México–. Estos cambios coinciden con los que hizo México en los años 90, cuando ingresó a la zona de libre comercio con América del Norte. Con ello estrechó los lazos internacionales y abrió su comercio a la globalidad. Pero Rusia también lo hizo: abrimos nuestro comercio y pasamos a ser parte de este mercado mundial”.

Piedras en el zapato

La fama del comunismo soviético no es lo único que afecta las relaciones comerciales de Rusia con el mundo; también las críticas de países como Estados Unidos, Alemania y Francia respecto a la crisis de Ucrania en 2014, y lo que califican con una inclusión ilegal de la península de Crimea. Estos países aplicaron sanciones económicas a Moscú, como la prohibición a la importación de productos originarios de Crimea o Sebastopol a la Unión Europea, y las exportaciones de ciertos bienes y tecnologías a empresas de Crimea o para su uso en Crimea en diversos sectores, inversiones y servicios turísticos en Crimea o Sebastopol.

“En febrero de 2014 se dio un golpe de estado en Ucrania apoyado por Estados Unidos, Francia y Alemania. La asonada no fue aceptada por gran parte del pueblo ucraniano, porque una de las condiciones impuestas por los golpistas fue prohibir el ruso como lengua regional. En Ucrania hay mucha población rusa, con pasaporte ucraniano, pero se autodefinen como rusos”, indicó Sajarov.

La situación fue más difícil aún en Crimea, donde más del 70% de la población es rusa. El gobierno legítimo de Crimea llevó a cabo un referéndum en el que más del 80% de la población votó en favor de volver a Rusia. Fue así como Moscú los reintegró a su soberanía. Es importante destacar que esta situación tiene una importancia histórica para Rusia, pues Crimea fue la cuna del cristianismo ortodoxo. Fue ahí donde el príncipe Vladímir recibió el bautismo en el siglo X. También era el puerto de matrícula de la marina rusa en el Mar Negro.

Rusia también se ha visto afectada por los señalamientos de Estados Unidos de intromisión en sus elecciones presidenciales, en las cuales se le acusa de haber favorecido la candidatura de Donald Trump. Sin embargo, esta situación fue más bien favorable para que Moscú pudiera ingresar a México. En 2018, el presidente Enrique Peña Nieto aprobó la compra de material estratégico, como aviones, helicópteros y vehículos blindados para el Ejército mexicano a través de la empresa rusa Rosoboron Export, dejando en claro que la tendencia podría ir aumentando favorablemente.

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