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Enseñanzas de Premios Nobel de la Paz que México debe aprender

27-02-2020, 6:10:38 AM Por:
© Cortesía

La construcción de Paz en México ha sido un proceso difícil. Por eso, hoy más que nunca, se necesita crear conciencia de la necesidad de educar para la paz. Este artículo es nuestro granito de arena.

Una experiencia deliciosa y enriquecedora. Eso fue para mí escuchar a personas y organizaciones que han ganado el Premio Nobel de la Paz. Conocer a Bernice King, hija de Martin Luther King; a Tawakkol Karman, quien alzó fuerte la voz contra su dictador en el Medio Oriente; a Frederik Willem de Klerk, expresidente de Sudáfrica, quien junto con Nelson Mandela puso fin al Apartheid, que prohibía a la población de raza negra la entrada a algunos lugares.

Los galardonados con el Premio Nobel de la Paz viajan alrededor del mundo compartiendo mensajes inspiradores. Esto es posible gracias a la Cumbre Mundial de Premios Nobel de la Paz, que desde hace 20 años se celebra anualmente en distintas ciudades por iniciativa de Mikhail Gorbachev.

En la cumbre del año pasado, celebrada en septiembre en Mérida, Yucatán, se dieron cita un número histórico de laureados: 30. Entre ellos se encontraban Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia, quien finalizó con el conflicto armado en su país que duró más de 50 años; Jody Williams, quien trabaja para prohibir y desmantelar minas terrestres diseñadas para matar o mutilar personas; y, por supuesto Rigoberta Menchú, la primera mujer indígena en ganar el Premio Nobel.

También destacaron, por su participación, Lech Walesa, expresidente de Polonia y fundador de Solidaridad, el primer sindicato libre en asegurar el derecho de los trabajadores; David Trimble, quien encontró una solución pacífica al conflicto de Irlanda del norte; Shirin Ebadi, la primera mujer musulmana en ganar el Premio Nobel de la Paz por su lucha por la democracia y los derechos humanos; Kailash Satyarthi, activista indio en contra de la explotación de los niños, y Leymah Gbowee, quien puso fin a la guerra liberiana en 2003.

En este foro global se habló mucho acerca de la paz. Por eso me di a la tarea de buscar en la Biblia algo que me diera luz y encontré unas palabras llenas de esperanza: “La justicia producirá paz, tranquilidad y confianza para siempre”. La palabra justicia es sinónimo de rectitud. Esto es muy importante porque precisamente por las injusticias cometidas por las personas no hay paz en el mundo.

Los temas más importantes que se discutieron en la cumbre fueron violencia, discriminación, racismo, iniquidad, desarme nuclear, fracaso de los sistemas políticos, pobreza extrema, migración, cambio climático, refugiados, pueblos indígenas, esclavitud infantil, tiranía, corrupción, terrorismo, opresión y muchas otras formas en las que se manifiesta la maldad del ser humano. Contra todo esto y más han luchado los ganadores del Premio Nobel de la Paz. 

Lee: Premio Nobel de la Paz para Primer Ministro de Etiopía

Las enseñanzas más valiosas 

“Cuando te armas de valor y decides cambiar las injusticias a tu alrededor, entonces hay una semilla de laureado del Premio Nobel de la Paz dentro de ti. Pero tienes que hacerlo sin esperar nada a cambio. ¡Levanta la voz! El pesimismo y la pasividad son los mayores enemigos del mundo”, dijo Kailash Satyarthi, quien los últimos 40 años ha luchado contra la esclavitud de los niños e incluso logró acuerdos con explotadores de menores de edad para que no siguieran cometiendo esta aberración.

“Algo sumamente importante para mi padre Martin Luther King fue que todas las personas sean tratadas con respeto y dignidad, porque estamos creados a la imagen de Dios”, expresó Bernice King, presidenta del Centro Martin Luther King en Atlanta, Georgia.

Bernice King
Cortesía

El sueño de Martin Luther King era que sus cuatro hijos vivieran en un país donde no se les juzgara por el color de la piel, sino por la fortaleza de su carácter. Y si la gente mala persiste en hacer cosas malas, la gente buena tiene que ser igual de perseverante en enseñar los valores una y otra vez, sin bajar la guardia.

“No existe paz si hay tiranos. Hay que combatirlos porque producen injusticia, pobreza, corrupción, terrorismo, racismo e inestabilidad. Tenemos que decirles: ¡basta! Y detenerlos. Dejen de apoyar a los dictadores. No sólo matan gente, sino que asesinan la paz internacional. Yo voy a continuar y no me callaré”, dijo Tawakkol Karman, periodista yemení que hace un llamado para practicar la libertad de expresión.

Tawakkol Karman
Cortesía

“Yo soy abogado de profesión. Si hablamos del poder de la ley, una de las premisas más importantes es que ‘si tú rompes la ley, hay consecuencias’. Necesitamos darles dientes a las instituciones para asegurarnos de que haya consecuencias”, aseguró Frederik Willem de Klerk, expresidente de Sudáfrica.

El mensaje práctico de Lech Walesa es diagnosticar la situación y luego empezar a hablar sobre el tratamiento. “En una ocasión me dijeron que sólo una guerra iba a poder cambiar el statu quo. Pero en cuanto logramos un acuerdo y una medida correcta, cualquier cosa es posible”.

Lech Walesa
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“¿Quién va a obligar a los gobiernos a obedecer la ley? No es la gente. Nosotros nos hemos opuesto a nuestros dictadores durante 40 años y no nos escuchan. Necesitamos fortalecer las Naciones Unidas para que los gobiernos sigan el estado de derecho”, sostuvo Shirin Ebadi, quien desde su infancia siempre tuvo una fuerte conciencia de la justicia.

“Hay que ser sumamente realistas. No vamos a resolver los problemas adoptando nuevos acuerdos o protocolos. Tenemos muchísimos que no se respetan. El todo no va a arreglarse con buenos documentos o discursos. Necesitamos abordar a las personas y gobiernos que están ocasionando problemas. Y estar listos para persuadirlos. Pero tiene que haber un deseo de los pueblos de hacer esto”, afirmó David Trimble, exprimer ministro de Irlanda del Norte y líder del partido Unionista del Ulster.

“Desde la Conquista anularon a los pueblos indígenas. Para muchos no existen. Yo trato de enseñar con mi vida que sí existimos. Trato de ser una voz conciliadora que busca soluciones”, dijo Rigoberta Menchú.

Un activista es el que construye un movimiento. Se levanta de la silla y alza la voz. Las redes sociales son sólo una herramienta de comunicación. Los cambios se hacen con acciones”, expresó Jody Williams, luchadora por la prohibición y desmonte de minas antipersona.

Dos historias conmovedoras

La activista liberiana Leymah Gbowee acababa de graduarse de la preparatoria –a los 17 años de edad– cuando estalló la guerra en su país. Le dijeron que no podía hablar con el enemigo. Cuando empezó con su trabajo pacifista, ella interactuaba con niños soldados. Confiesa que llegó a sentir odio por ellos. Un día, un adolescente con apariencia ruda, al que le habían amputado las manos, se le acercó, y Leymah se dio cuenta de que él estaba en trauma.

Leymah Gbowee
Cortesia

“Yo lo veía sólo como un asesino, pero cuando platiqué con él supe que sus padres lo habían abandonado a los ocho años y fue reclutado para matar a otros seres humanos. Era la única manera de sobrevivir. Esa interacción transformó la manera en que yo veía a los niños soldados. Me di cuenta de que yo pude haber sido una de ellos. Hay que cruzar fronteras para conocer al otro y romper con los estereotipos”, compartió Leymah Gbowee quien organizó un movimiento de paz que logró acabar con la segunda guerra civil liberiana en 2003.

Cuando a Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia, lo nombraron ministro de Defensa a la mitad de la guerra civil en su país, su responsabilidad era triunfar. En ese momento recibió un gran consejo de un general retirado, humanista e inteligente: ‘Trate a la contraparte como seres humanos. Ellos son colombianos y el día de mañana le tocará sentarse con ellos a negociar la paz’

Juan Manuel Santos
Cortesia

“Y yo le dije lo mismo a todos mis soldados. Traten a los guerrilleros con dignidad y respeto. Si los capturan, no los maten. Si pueden motivarlos a desmovilizarse, háganlo. Eso contribuyó enormemente a que después, en la mesa de negociación, nos respetáramos como seres humanos”, explicó Juan Manuel Santos.

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Conclusiones

Al cierre de la cumbre se anunció una iniciativa para promover el estudio de paz, todos los días, durante una hora, en todas las escuelas del mundo. Los Premio Nobel coincidieron en algo contundente: Debe haber rendición de cuentas, hasta que no quede nada pendiente. Recomiendan buscar a dos o tres personas a quienes rendirles cuentas. Alguien que se comprometa contigo y tú con él.

Todos los laureados piensan que la gente debe ponerse de pie y levantar la voz cuando vea una injusticia. Piden despertar la conciencia; verdaderos diálogos y verdaderas negociaciones. Entender la raíz de los problemas y encontrar una ruta para solucionarlos.

Ingeborg Breines
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autor Reportera.
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