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El futuro de General Electric al dividirse en tres empresas

22-08-2022, 6:10:00 AM Por:
© Arturo Aguirre

A ocho meses de que la compañía estadounidense anunció la división en tres compañías independientes —una dedicada a la salud, otra a energía y la tercera a la aviación—, GE confía en que esta decisión generará valor y crecimiento a largo plazo.

México tiene un lugar especial en la historia de GE, pues fue el primer país fuera de Estados Unidos, donde abrió oficinas. Desde 1896, cuando inició sus operaciones en el país, GE ha visto a México como un mercado clave. Tan solo un año después de haber llegado al país, la empresa instaló un poderoso alternador trifásico en la planta de Echavarría, una de las primeras grandes plantas hidroeléctricas de México.

En 1902, GE ya tenía presencia en las minas de Guanajuato como proveedor de electricidad a través de generadores y transformadores. Años más tarde, en 1930, la compañía inauguró su primera planta de manufactura en Monterrey. Actualmente GE cuenta con cuatro plantas de fabricación en el país, un centro de servicio y un centro de operaciones globales en Monterrey.

A lo largo del siglo xx, GE también se consolidó como un actor clave en el desarrollo del sector salud, al colaborar con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) trayendo los primeros microscopios electrónicos, los electrocardiógrafos y la primera máquina de rayos X de nueva generación. De igual forma, aportó los primeros aparatos de radioterapia para el tratamiento de cáncer en Nogales, Sonora.

En 1960, inició su incursión en la aviación, al dotar de motores a la Compañía Mexicana de Aviación y Aeronaves de México (hoy Aeroméxico), para liderar el sector en América Latina.

En la última década, la empresa se ha enfocado en colaborar con gobiernos estatales para innovar en infraestructura energética y tecnológica. Actualmente, GE genera gran parte de la electricidad de México: alrededor del 50% de la electricidad generada por gas utiliza la tecnología de GE Gas Power, lo que para finales de 2020 representó aproximadamente 20,000 megawatts de energía, mientras que GE Renewable Energy pronto alcanzará una base instalada de 450 megawatts de generación de energía eólica, suministrando energía limpia para un gran número de hogares.

Además de formar parte del desarrollo energético del país, GE también ha invertido en el talento mexicano. El General Electric Infrastructure Querétaro (GEIQ) es el primer centro de ingeniería avanzada e innovación en América Latina, que busca aportar tecnología mexicana al resto del mundo. Desde su apertura en 1999, este centro ha registrado más de 50 patentes.

Platicamos con Vladimiro de la Mora, quien desde su posición como presidente y director general de GE México busca consolidar la transformación de la compañía, para pasar de ser una empresa industrial a una digital industrial.

AN • Vladimiro, ¿cómo definirías a GE, una empresa que está cumpliendo 126 años en nuestro país?

Como una empresa que siempre está transformándose. En 2015, decidimos salirnos del negocio de servicios financieros a nivel global. En México, este negocio era muy importante, porque teníamos presencia en varias industrias: tarjetas de crédito, renta de automóviles, parques industriales… El negocio era rentable, pero el corporativo decidió enfocarse en tecnología industrial sustentable e innovadora y nos quedamos con cuatro unidades de negocio: aviación, salud, energía renovable y gas power [electricidad generada por gas].

En noviembre de 2021 anunciamos la escisión de nuestros negocios para crear tres compañías independientes: una enfocada en la salud, otra en energía y la tercera, a la aviación. El objetivo es que cada empresa pueda beneficiarse de un enfoque más claro, una asignación de capital apropiada y una flexibilidad estratégica para impulsar el crecimiento y el valor a largo plazo. Cada empresa tendrá su propio Consejo de Administración.

La unidad de salud se convertirá en una empresa independiente en el primer trimestre de 2023, con su propia marca y cotización en bolsa. En 2024, nuestros negocios de energía se reagruparán para conformar, también, una compañía única. Lo mismo sucederá con aviación.

Hoy, el 95% de nuestros recursos están trabajando como si no hubiera separación, lo cual yo estoy liderando a nivel Latinoamérica. Nosotros vemos un futuro brillante para las tres empresas, porque somos líderes en el mercado a nivel mundial, gracias a nuestra tecnología e innovación, no solo por el tiempo que hemos estado presentes en el mercado. Nuestro propósito es construir un mundo que funcione, impulsados por los esfuerzos continuos de transformación que hemos tenido como compañía.

AN • ¿Cada una de las tres empresas independientes tendrá un nuevo nombre?

Es algo que no se ha decidido aún, pero en verano se hará el anuncio de cómo quedará el nombre de cada empresa. Cuando hemos separado otros negocios, se sigue reconociendo el valor de la marca GE, aunque ya no participemos.

Más allá de los nombres, reconozco que la cultura de innovación de la marca GE es generada por la gente.

AN • ¿Cuál será el enfoque de cada una de las empresas?

Uno es el futuro de la aviación. Estamos trabajando en tecnologías híbridas eléctricas y en propulsión con hidrógeno para cuidar el medio ambiente y descarbonizar el mundo. Los desarrollos en la industria de aviación toman mucho tiempo. El motor más exitoso en la aviación comercial es el CFM, pero nosotros, junto con la empresa francesa Safran, desarrollamos su sucesor, el CFM LEAP, que hoy equipa los aviones Airbus 320 y Boeing 737.

La alianza de GE Aviation y Safran Aircraft Engines es la más exitosa en el mundo, y hace unos meses anunciamos que continuaremos trabajando juntos para desarrollar RISE (Revolutionary Innovation for Sustainable Engines / Innovación Revolucionaria para Motores Sustentables), un nuevo motor de palas abiertas, que permitirá reducir en 20% el consumo de combustible y las emisiones contaminantes.

Somos líderes en aviación comercial, pues tenemos acerca de 40,000 motores volando en todo el mundo. Cada dos segundos despega un avión propulsado por motores nuestros, y también tenemos una presencia importante en motores de aviones militares.

En energía estamos trabajando en la transición energética y descarbonización. Entendemos que el mundo se está moviendo hacia una generación de energía eléctrica más amigable; hacia energías renovables producidas por el viento o el sol. Sin embargo, se necesita un sistema que mantenga la electricidad cuando no hay viento ni sol. Una fuente de energía adicional, con potencial, es el gas, porque genera 50% menos emisiones de dióxido de carbono que otros combustibles fósiles. Las plantas de generación con gas se han vuelto muy eficientes. Nuestras turbinas de gas alimentan plantas que han sido reconocidas por Guiness World Records como las más eficientes del mundo en materia energética. La planta de la principal empresa de generación y distribución eléctrica de Francia, EDF, cerca del poblado de Bouchain, alcanzó 62% de eficiencia neta y también fue la primera planta de ciclo combinado en el mundo en contar con una turbina de gas basada en la arquitectura HA de GE.

En la parte de salud, estamos trabajando en salud de precisión, con diagnósticos y tratamientos especializados para cada paciente, usando analítica y tecnología de imágenes en función de la genética. Así, se podría detectar una enfermedad, como el cáncer, de manera temprana.

Tenemos más de cuatro millones de equipos instalados en el mundo. Alrededor de 2,000 millones de estudios se realizan con equipo GE. Somos uno de los proveedores top de equipo médico.

AN • ¿Cuál es la participación de cada negocio?

A nivel global, en 2021 tuvimos ingresos por 74,000 millones de dólares (mdd). La aviación participa con 21,000 mdd, el negocio de salud con 18,000 mdd y energía con 33,000 mdd.

AN • ¿Cuál es la importancia de México para GE?

No solo operamos comercialmente en el país; tratamos de tener toda la cadena de valor, desde equipos de compra que se encargan de adquirir partes para las plantas fuera de México, hasta fábricas de manufactura para cada uno de los distintos negocios. Tenemos una planta de salud en Ciudad Juárez, con más de 1,500 empleados. Ahí fabricamos equipos de ultrasonido y dispositivos para medir la presión. En Monterrey está la planta donde se manufacturan los sistemas de gradientes que se utilizan en las resonancias magnéticas. En Saltillo fabricamos arneses para las turbinas de los aviones.

En México también está la oficina que da soporte al área de Recursos Humanos; son cerca de 350 personas que atienden toda la región de Latinoamérica. La joya de la corona es nuestro centro de ingeniería en Querétaro, el GEIQ, donde desarrollamos tecnología. Ahora está enfocado en la industria de aviación y en la generación de electricidad. Más de 1,500 ingenieros mexicanos que laboran ahí han generado decenas de patentes.

AN • ¿Cuál es el mayor reto que hoy enfrenta GE en nuestro país?

Pasar la transición hacia tres empresas independientes; sin embargo, siempre nos hemos transformado. El reto es mantener el enfoque en el desarrollo de tecnología y seguir impulsando y aprovechando el talento mexicano que trabaja en el centro de ingeniería. Hemos demostrado globalmente que hay mucho talento en México. Hay ingenieros que han sido reconocidos como especialistas en su área. Debemos seguir impulsando el desarrollo del talento mexicano.

Bajo la política del gobierno actual, pareciera que las energías renovables no tendrán un repunte, pues los recursos públicos se siguen dirigiendo a la generación de electricidad a través de combustibles fósiles. Creo que el mercado va a pedir energías limpias, y eso será un motor muy importante para direccionar el rumbo de México hacia la transición energética. Actualmente, el sector público y el privado pueden ofrecer energías limpias. En el sector privado hay granjas eólicas que venden certificados limpios, y el sector público tiene hidroeléctricas y está a cargo de la energía nuclear, que también se considera como una energía limpia.

La buena noticia es que la demanda eléctrica crece dos veces de lo que crece el país. Es una buena noticia, porque si hay crecimiento, se demanda más electricidad. El reto es generar esa energía, transmitirla y distribuirla para que llegue al usuario con precios competitivos. La oportunidad está ahí y el mercado será quien dicte lo que quiere.

La mayoría de las grandes empresas en México se están comprometiendo a utilizar energías limpias. Es un compromiso con sus accionistas y eso significa que lo van a cumplir. México no puede quedarse varado.

AN • ¿Cómo es la relación de GE con el gobierno?

Tenemos una comunicación constante. Participamos en algunos de sus eventos, como aquellos enfocados en la promoción del sureste del país. Hace unas semanas estuve con el presidente López Obrador en Veracruz. Creemos en México y por eso llevamos 126 años aquí; además, queremos seguir invirtiendo en el país. Se requiere confianza y trabajo en equipo para el crecimiento de México, y también aprovechar la relación cercana que tenemos con Estados Unidos.

AN • ¿Se han acostumbrado grandes empresas, como ustedes, a vivir en un país en donde no hay estado de derecho?

Yo creo que el estado de derecho es fundamental para que una empresa pueda operar, porque se necesitan reglas claras y que se ejecuten. Yo creo que te acostumbras a diferentes visiones y todas son respetables. Hemos operado 126 años en el país y nos hemos ajustado a ellas. Compliance es muy importante para nosotros: si no hay reglas claras, no jugamos. Siempre hemos estado abiertos a platicar y a negociar.

AN • ¿Qué tan difícil es operar una empresa cuando hay fenómenos, como la inflación, que hoy está afectando a todos los países?

Cuando la inflación se eleva, pensamos en ser más productivos, pero con estos niveles de inflación, la productividad no es suficiente para mantener los precios para el consumidor. Esperamos que este fenómeno sea transitorio, porque no solo lo vivimos nosotros, sino toda la competencia. Por fortuna, hay una ventaja: el tipo de cambio se ha mantenido estable por mucho tiempo.

Retos como la inflación hacen que las empresas sean más flexibles y más innovadoras; aprendes a vivir con eso, siempre y cuando haya estado de derecho; porque si no existe, no se puede operar. Las organizaciones que logren adaptarse a las circunstancias y superar los retos van a ser exitosas. Nosotros lo hemos sido durante 126 años en México. El cambio tiene que ser disruptivo, como la separación de nuestros tres negocios que hoy estamos llevando a cabo. Se trata simplemente de evolucionar.

AN • Por último, ¿cómo se están insertando los grandes negocios de GE en el mundo digital?

Sin duda, las tecnologías digitales están complementando nuestros tres grandes negocios. En la parte médica, por ejemplo, hacemos que nuestras tecnologías puedan ayudar a los doctores a hacer mejores diagnósticos, gracias a la inteligencia artificial que nos ayuda a tener los datos correctos.

En aviación, gracias a las tecnologías digitales podemos analizar todas las variables físicas que intervienen en el desarrollo de un motor, para poder predecir, por ejemplo, cuándo ocurrirá una falla antes de que suceda, y entonces darle al motor el mantenimiento preventivo.

En energía, tenemos software que gestiona la transmisión y distribución de electricidad; es decir, monitorea las demandas de electricidad.

Yo veo un futuro brillante para nuestros tres negocios, como empresas independientes. Ser parte de la historia es algo reconfortante y estamos muy emocionados de seguir construyendo un mundo que funcione.

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