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Dubái, más cerca de México que nunca

14-02-2020, 6:20:29 AM Por:
© Depositphotos

Con la incursión de Emirates Airlines en el mercado mexicano, descubrir este paraíso terrenal dejó de ser un sueño.

Eran exactamente las 19:40 horas del 9 de diciembre pasado cuando abordamos el vuelo inaugural de Emirates Airlines con destino final Dubái. Aproximadamente 19 horas después del despegue de la Ciudad de México, el Boeing 777-200 LR, con capacidad de 38 asientos en la parte frontal y 264 en clase turista, tocó tierras árabes. Antes hicimos una pequeña escala de no más de una hora en el aeropuerto de Barcelona-El Prat, en España.

Entre ambos trayectos son unas 18 horas de vuelo de ida y un par más de regreso, por aquello de que los aviones vuelan contra el viento y se vuelven un poco más lentos. Siendo honestos, por la calidad del servicio de la nueva aerolínea y la comodidad de la clase Business, las horas pasan prácticamente inadvertidas.

Las horribles comparaciones

Cuando pones el pie dentro del Aeropuerto Internacional de Dubái (DXB), mismo que es el centro de operaciones de Emirates Airlines, y observas su tamaño, sus instalaciones y el glamour que lo engloba, lo único que se te viene a la mente son las obsoletas y precarias Terminales 1 y 2 de la Ciudad de México. Luego viene el reclamo mental sobre la mala decisión de haber cancelado el nuevo proyecto de Texcoco, que a estas alturas ya iría muy adelantado. 

La pregunta obligada es: ¿por qué los dubaitíes pudieron y nosotros no, siendo que ellos están en pleno desierto? A medida que mi viaje avanzó, encontré la respuesta: todos trabajan en alcanzar lo mejor para la ciudad, y las palabras “delincuencia” y “corrupción” no aparecen por ningún lado. Solo como dato: el índice de delincuencia en Dubái es de 0.5% anual.

Reuters Avión de Emirates se aproxima al aeropuerto de Dubai (Reuters).

Este aeropuerto, en cuyo interior se encuentra una pasarela bordeada de palmeras, incluye infinidad de tiendas de lujo de marcas internacionales, relajantes tratamientos de spa y hasta cápsulas de descanso, y es tan solo uno de los tres aeropuertos con que cuenta este Emirato. El segundo es exclusivo para las aerolíneas internacionales y el tercero para las consideradas de bajo costo.

Parece increíble que una ciudad con una población infinitamente más pequeña que la existe en Ciudad de México cuente con tres aeropuertos de tal magnitud y nosotros no tengamos ni uno para presumir. Pero eso es parte de otra historia.

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Dubái: donde todo es gigantesco

Aunque no es la capital de los Emiratos Árabes Unidos, Dubái es la ciudad más famosa del país y es altamente reconocida como la urbe con la infraestructura más moderna y cosmopolita del mundo.

Sus rascacielos, entre los cuales sobresale el Burj Khalifa, con sus más de 848 metros de altura; su marina con sus lujosos edificios, considerados dentro del Récord Guinness por su altura y cantidad edificada en tan poco espacio entre cada uno de ellos; y sus islas artificiales Palm Islands y The World (archipiélago artificial que reproduce el mapa del mundo) son apenas algunos de los múltiples puntos de interés que Dubái ofrece a los turistas.

A diferencia de lo que muchos piensan, hoy en día los ingresos procedentes del petróleo solo representan 4% del PIB de Dubái. El crecimiento económico se sustenta prácticamente en el turismo, transportación y logística, bienes raíces, comercio mayorista y minorista, manufactura y servicios financieros, en ese orden.

El desarrollo de infraestructura turística y de bienes raíces se observa por doquier. La construcción de carreteras, zonas residenciales, centros comerciales, hoteles y atracciones se deja ver desde cualquier parte de Dubái. Y ahora mucho más ante las múltiples edificaciones alrededor del nuevo Centro de Exposiciones, el cual deberá estar listo para Expo Dubái 2020, a mediados de este año.

El idioma oficial es el árabe, aunque todo mundo habla inglés; de hecho, los señalamientos se encuentran en ambos idiomas. Es una estrategia perfectamente desarrollada cuando una nación quiere convertirse en el destino turístico de lujo más importante del mundo y cuando 95% de su población está constituida por expatriados. Solo 5% son emiratíes.

Un pequeño recorrido

Luego de un vasto desayuno nos encaminamos a las instalaciones del Emirates Aviation College Crew Training. Simplemente impresionantes. Es en este colegio donde cada año se reciben más de 54,000 solicitudes para sobrecargo, provenientes de todo el mundo. Solo 5% de las solicitudes son aceptadas y después inicia una intensa capacitación: se enseña desde defensa personal, primeros auxilios, temas de seguridad y psicología, hasta cómo maquillarse.

En el interior de uno de los edificios hay una réplica de una aeronave. Como parte de su entrenamiento, las sobrecargos son expuestas a simulacros de accidentes aéreos, para que aprendan cómo reaccionar y cómo operar para ayudar a los pasajeros. Tuve la oportunidad de vivir esta intimidante experiencia y, en verdad, no es nada grato. La caída de las máscaras de oxígeno, el despliegue de los toboganes y el caos que se experimenta es realmente impactante.

Después nos mostraron las cocinas donde se elaboran los cientos de miles de comidas diarias que se suben a bordo. En estas instalaciones se producen desde el pan dulce y salado, hasta los postres. Después de comer en las oficinas directivas continuamos el trayecto hacia donde se construye Expo Dubái 2020.

Un majestuoso recinto

La edificación de distintos pabellones en el nuevo Dubái Trade Centre –Jebel Ali– es una realidad. La majestuosidad de cada uno de ellos, creados con los máximos adelantos tecnológicos, sin duda garantizan el éxito del evento. Este espacio gigantesco (como todo en esta ciudad de los emiratos árabes) abarca un área de más de 400 hectáreas, ubicadas en una zona cercana al aeropuerto internacional Al Maktoum. La Expo estará comunicada por la red de transporte más innovadora del mundo y dividida en seis distritos (Aeronáutico, Comercial, Golf, Logística, Exposición y Residencial), además de un centro empresarial destinado a startups y grandes compañías internacionales.

La Expo tiene contemplada una duración de seis meses a partir del 20 de octubre de este año, con la participación de más de 180 países, incluyendo México. Se estima una recepción de 25 millones de visitantes.

Uno de los temas centrales en Expo Dubái 2020 será la sustentabilidad, con miras al progreso sin que se comprometa la vida y las necesidades de las siguientes generaciones. Como muestra de ello, toda la energía que se requiera en este complejo será generada por innovadores paneles solares. Por lo que pude validar, este evento pondrá a Dubái en los cuernos de la luna y muchas miradas voltearán hacia este destino.

Si bien por el número de visitantes se podría pensar en una circulación colapsada, nada más equivocado. Desplazarse por Dubái en automóvil resulta bastante rápido, principalmente si se utiliza la arteria principal, Aheikh Zayed Road, una autopista de 12 carriles y cuyo límite de velocidad es de 100 millas por hora. Uno también puede moverse por metro elevado y disfrutar de una vista muy agradable. De un lado se ve la playa y del otro, el desierto.

Cuando se inauguró el metro de Dubái, este fue concebido como el más largo del mundo por su distancia de 74.5 kilómetros. Además, no lo opera un conductor. Se estrenó el 9 del mes 9 del 2009 a las 9 de la mañana con 9 minutos y 9 segundos. La razón no es casualidad: el jeque de Dubái, Sheikh Mohammed Bin Rashid, es uno de los hombres más supersticiosos que existen en el mundo.

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Durante nuestro tour de un lado a otro y con rumbo definido al Burj Khalifa, para observar desde las alturas la ciudad de Dubái, pasamos por el Mall of the Emirates, un inmenso centro comercial que guarda en su interior la pista de esquí indoor más grande del mundo, la Ski Dubái. Sus dimensiones sorprenden por sí mismas: 85 metros de altura, 80 metros de anchura y una longitud que alcanza los 400 metros. La pista ofrece cinco recorridos y diferentes niveles de dificultad. Pistas rojas, azules y hasta con pingüinos para que te tomes una selfie con ellos.

Burj Khalifa

Burj Khalifa

Mención aparte merece este rascacielos de 848 metros de altura y cuya construcción comenzó en enero de 2004. Tan solo en cuatro años fue concluido en su totalidad. Desde la cúspide resulta complejo identificar lo que hay bajo ella, pero la cantidad de grúas de construcción que se vislumbran en el horizonte llama mucho la atención. Existen tantas edificaciones en proceso que, desde mi punto de vista, la oferta de bienes inmuebles está muy por encima de la demanda. Esto, tarde o temprano, cobrará factura.

El deseo de los dubaitíes de ser concebidos como un país de referencia los ha llevado a crear lo impensable. Ejemplo de ello es el propio Burj Khalifa, que en breve dejará de ser considerado como el rascacielos más elevado del mundo. Se estima que para finales de este año será desbancado por la Torre Jeddah, que superara los 1,000 metros de altura.

El desierto, el viejo Dubái y sus mercados

A menos de una hora del centro financiero de Dubái se localiza el desierto Lahbab. Aquí es viable realizar un recorrido surcando las dunas rojas mediante la contratación de un experto conductor de camionetas todo terreno.

Después de 30 o 40 minutos de adrenalina pura, es buen momento para tomar un destilado, fumar en shisha, tomar un café árabe y unos dátiles deshidratados de la región, junto con una barbacoa, mientras se contempla un espectáculo de tanoura (una danza oriental) y danza de vientre en el Al Khayma, un exclusivo campamento en pleno desierto. Uno no puede dejar el lugar sin experimentar un paseo en camello, imaginando cómo habrá sido la vida de los antiguos beduinos.

Finalmente, dejar Dubái sin haber conocido parte de su historia comercial, sus mercados de especias y de oro, así como sus mezquitas, es un verdadero pecado. Así que cuando vayas a descubrir esta impactante nación no dejes de visitar todo eso con calma.

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