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La reforma judicial perjudica a los estudiantes de derecho

30-08-2024, 8:39:33 AM Por:
La reforma judicial perjudica a los estudiantes de derecho
© Envato Elements

Al desaparecer la carrera judicial, y eliminar el sistema de méritos y preparación, las legítimas aspiraciones de los jóvenes también se cancelan.

Con una matrícula de 368 mil alumnos, la licenciatura en Derecho es la carrera que más se estudia en México, la cual se imparte en poco más de 2,100 escuelas, facultades e institutos de todo el país, cuyos egresados -independientemente de la calidad de los estudios recibidos- también se verán afectados por la reforma al Poder Judicial que en los próximos días se discutirá en el Congreso.

Al plantearse que los jueces y magistrados sean elegidos con el voto de los ciudadanos, la carrera judicial será cancelada, eliminándose el sistema escalafonario que permite ascender y cambiar de puesto en el Poder Judicial de la Federación (PJF), y en algunos de los Tribunales Superiores de Justicia de los estados.

La carrera judicial permite ocupar puestos de mayor responsabilidad dentro del PJF, a partir de cursos de capacitación y exámenes de oposición.

Contra la cancelación de este sistema los trabajadores de este poder se encuentran en paro desde la semana pasada, junto con jueces y magistrados, lo cual ha sido apoyado en los últimos días por cientos de estudiantes de distintas facultades de derecho de la Ciudad de México.

Actualmente, cualquier abogado titulado y con los conocimientos suficientes puede aspirar a ocupar un empleo en el PJF, aunque -primero- debe aprobar un examen para competir por un cargo.

Además, dependiendo de la vacante, la Escuela Federal de Formación Judicial suele impartir cursos propedéuticos que deben aprobarse previamente, antes de que los aspirantes realicen los exámenes de oposición para ingresar al Poder Judicial.

Esta posibilidad desaparecerá con la reforma, afectando las legítimas aspiraciones de los egresados de derecho, quienes hoy en día incluso pueden hacer sus prácticas profesionales o su servicio social en juzgados y tribunales, antes de que concluyan la licenciatura.

Desdén por los méritos

Si bien la carrera judicial es perfectible, y necesita ser mucho más abierta, sobre todo para que se contrate al personal que permita una mayor celeridad en la resolución de los casos, la iniciativa de reforma la desdeña por completo, sustituyéndola por una metodología en la que será el poder político el que determine quiénes podrán ser candidatos.

La propuesta que se prevé aprobar en el Congreso determina que habrá “Comités de Evaluación” en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, para integrar un listado de las diez personas mejor evaluadas para cada cargo, ya sea para ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, magistrado o juez.

“Posteriormente, depurarán dicho listado mediante insaculación pública para ajustarlo al número de postulaciones para cada cargo, observando la paridad de género”, apunta el dictamen.

Es decir, sin importar que aspirar a ser juez o magistrado es un proyecto de vida profesional, y no un empleo como cualquier otro, al final será la suerte la que presuntamente determine quiénes serán los candidatos que van a votar los ciudadanos.

Por ende, los estudios, la experiencia, la ética y calidad en el desempeño de la abogacía, y la calificación de los exámenes de oposición que hoy se hacen en la carrera judicial, dejarán de ser los criterios que rijan la contratación de los juzgadores.

Además, en este caso, el voto popular estará claramente orientado, pues la misma reforma ordena que las boletas electorales contendrán, entre otros datos, el cargo al que se aspira, los nombres completos numerados de las personas candidatas, y “la autoridad postulante”.

Igualmente se destacarán “los nombres de las candidaturas de las personas servidoras públicas que estén en funciones en los cargos a renovar”.

Todo esto servirá para inducir el voto de los electores, toda vez que es mucho más probable que se elija en las urnas a los candidatos que propondrá la presidencia, excluyendo a los aspirantes que hayan sido propuestos por los otros poderes.

Adicionalmente, los trabajadores del Poder Judicial que hoy no son jueces ni magistrados, ya no podrán aspirar a serlo, ya que al desaparecer la carrera judicial deberán someterse a la votación popular, cumpliendo previamente con los pasos previos que establece la reforma.

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autor Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.