La importancia de proteger los sabores de México
México tiene actualmente 15 denominaciones de origen, sin embargo, los productores del país deben impulsar una protección jurídica de los alimentos originarios para garantizar un beneficio económico.
En el pasado mes de septiembre, mes de festividad nacional en el que todos los mexicanos celebramos nuestra independencia, sucedió un hecho sin precedente en nuestro país en materia de denominaciones de origen. En primera instancia, a finales de agosto, agregamos nuestra denominación de origen (DO) número 15, “Cacao Grijalva”, de la región de Grijalva de Tabasco, al catálogo nacional. Esta DO viene a sumarse a las 14 anteriores y evidencia el esfuerzo de los grupos de productores y del propio Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) de incorporar cada vez más DO a este catálogo nacional.
Este esfuerzo se inició a finales de 1974 cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la declaración de la denominación de origen “Tequila”.
Estamos lejos de tener un número importante de DO. Pero hay que reconocer que en los últimos siete años ha habido un esfuerzo significativo de incrementar la protección de productos representativos originarios de algunas de las regiones geográficas del país.
La buena noticia es que, además de estas 15 DO, existen al menos otras tres en proceso de análisis para su formal declaración de protección. Con esto, esperamos se genere una inercia en todos aquellos productores de las diversas regiones del país, para que promuevan la protección de sus productos originarios a través de esta figura jurídica y obtengan los beneficios que la misma ofrece.
En segunda instancia, también durante septiembre, se promovió un menú especial por el mes patrio basado en DO, en uno de los restaurantes más representativos de nuestro país. El IMPI hizo las gestiones necesarias con las autoridades de Sanborns para que su menú especial del mes incluyera platillos en los cuales se incorporara el uso de arroz del estado de Morelos, chile habanero de la Península de Yucatán, vainilla de Papantla, café de Chiapas, mango Ataúlfo del Soconusco, Chiapas y algunas otras DO nacionales.
Exitoso definitivamente. Primero, por tener un foro como el que representa la cadena Sanborns para las denominaciones de origen y, segundo, por el acercamiento que tuvo toda la gente que cotidianamente acude a comer en estos restaurantes a las DO de su país.
Así pues, con este esfuerzo conjunto se ha conseguido que buen número de mexicanos, que no necesariamente saben que algunos de los productos que consumen están protegidos por una figura jurídica como la DO, hagan consciente que nuestro país es rico en productos originarios y que, al menos algunos de ellos, al contar con la protección de la DO, son de gran demanda y compiten a nivel mundial en el mercado culinario.
El Festival de Sabores de México debería repetirse con más frecuencia y en diferentes lugares o cadenas de restaurantes, no unicamente para dar a conocer las DO protegidas, sino para que este tipo de escaparates sirva como motor para generar entusiasmo en los agentes productivos de gran cantidad de productos originarios a través de toda la República Mexicana, y que en algunos pocos años contemos, no solamente con 15 denominaciones de origen, sino con decenas de ellas.
Todos nosotros, todos los días estamos cercanos o consumimos artículos o productos que, perfectamente, podrían obtener la protección que garantizara, como ha sido en el caso del tequila, la estandarización de los productos, los cumplimientos de calidad y, por supuesto, el beneficio económico al que tienen derecho estos sectores productivos.
*El autor es presidente de Becerril, Coca & Becerril, firma legal especializada en propiedad intelectual, transferencia de tecnología y los asuntos corporativos desde 1969.
Fernando Becerril Es presidente de Becerril, Coca & Becerril, firma legal especializada en propiedad intelectual.