La Fed está a salvo de Donald Trump… por ahora

El presidente de la Fed estará en funciones hasta mayo de 2026, aunque el mandatario estadounidense ya ha iniciado su ofensiva contra la institución a solo tres días de tomar posesión.
El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell, tiene su mandato vigente en la institución monetaria más influyente del mundo hasta mayo de 2026. Hace unos meses, cuando aumentaba la posibilidad de que Donald Trump regresara a la presidencia de Estados Unidos —lo que finalmente sucedió—, Powell aseguró que cumpliría con su periodo.
Sin embargo, la convivencia con Trump no será sencilla. Durante su primer mandato como presidente, Trump fue un feroz crítico de las políticas monetarias de la Fed y de su dirigente.
No es una historia nueva. En 2018, Donald Trump insinuó la posible destitución de Powell en una disputa sobre las tasas de interés. En aquel momento, los líderes de la Fed estaban preparados para implementar una respuesta de emergencia mediante un proceso legal que protegiera la integridad del banco central. Se dice que Powell le expresó al entonces secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, su disposición a luchar contra su destitución si el presidente llegaba a solicitarla.
A Trump le molestaba que la Fed aumentara las tasas de interés en contra de sus deseos, y así lo expresó públicamente. Sin embargo, no estuvo dispuesto a asumir el costo político de una crisis económica que podría haber surgido de su animadversión hacia Powell.
Cabe recordar que fue el propio Trump quien eligió a Powell como presidente de la Fed, en sustitución de Janet Yellen. No obstante, la relación tampoco fue cordial: desde su llegada, criticó la política monetaria de Yellen por, según él, no impulsar suficientemente la economía estadounidense. Bastaron unos meses con Powell al frente para que Trump también se enfrentara a su propio candidato.
En 2020, al inicio de la pandemia de COVID-19, Trump volvió a criticar a Powell, acusándolo de tomar malas decisiones. Incluso argumentó que tenía derecho a destituirlo, algo que nunca ocurrió.
Los ataques de Trump contra la Fed y su presidente durante su primer mandato rompieron con décadas de respeto a la independencia de la institución. Aunque el banco central está sujeto a la supervisión del Congreso, tradicionalmente los presidentes de Estados Unidos han evitado intervenir directamente en sus decisiones. Trump, sin embargo, afirmó que debía tener voz en las decisiones de la Fed, lo que marcó el inicio de su constante intento por infringir la autonomía del organismo.
Ahora, en su regreso a la Casa Blanca, Trump solo esperó tres días para volver a atacar a la Fed y a Powell. El Foro Económico Mundial, celebrado en Davos, Suiza, fue el escenario para el inicio de esta nueva ofensiva.
Exige bajar tasas de inmediato
Durante su participación remota en el Foro Económico Mundial, Trump exigió que las tasas de interés en Estados Unidos bajen de inmediato. Además, retomó las críticas hacia Powell, sin mencionarlo directamente, pero claramente refiriéndose al titular de la Fed.
“Creo que conozco las tasas de interés mucho mejor que ellos, y sin duda mucho mejor que el principal encargado de tomar esa decisión”, afirmó Trump, aludiendo a Powell, a quien él mismo nombró durante su primer mandato.
Estas declaraciones llegan pocos días antes de la primera reunión de política monetaria de la Fed en la nueva era Trump, programada para el 28 y 29 de enero. Según el consenso del mercado, los funcionarios de la Fed mantendrán las tasas de interés sin cambios.
Aunque Trump parece no tener motivos inmediatos para pedir la salida de Powell, sus promesas de campaña —como reducir las tasas hipotecarias y los costos de endeudamiento para los hogares— podrían derivar en choques constantes con la Fed, al igual que ocurrió durante su primer mandato.
De hecho, uno de los riesgos que la Fed ha señalado para mantener tasas de interés bajas es la posibilidad de rebrotes inflacionarios, un escenario que contrasta con la intención de Trump de aplicar aranceles generalizados.
Las tensiones entre Trump y la Fed
Trump no solo busca influir en la política económica de su país, sino también en la dirección de la política monetaria de la Fed. Durante su intervención en Davos, además de exigir recortes en las tasas de interés, señaló que pedirá a Arabia Saudita y otros grandes productores de petróleo que reduzcan los precios.
“Con la baja en los precios del petróleo, exigiré que las tasas de interés bajen inmediatamente, y lo mismo debería suceder en todo el mundo”, afirmó Trump. También culpó a los niveles elevados de las tasas de interés por haber aumentado los déficits y provocado una “calamidad económica” durante el mandato de su predecesor, Joe Biden.
Todo indica que en los próximos meses la Fed y su presidente estarán bajo presión constante desde la Casa Blanca. Por ahora, parece que no sucederá nada más grave. De hecho, el actual secretario del Tesoro de EU, Scott Bessent, reafirmó al Senado el 17 de enero reafirmó la importancia de la independencia de la Reserva Federal, subrayando que su política monetaria debe permanecer alejada de influencias del Ejecutivo.
Resaltó que el Comité Federal de Mercado Abierto tiene la responsabilidad de actuar con total autonomía para preservar la estabilidad económica.
Pero en 2026 Trump tendrá la oportunidad de nominar a un nuevo presidente para la Fed. Entonces, sabremos con mayor claridad cuál es su visión para el banco central más influyente del mundo y cómo intentará controlar su rumbo.
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