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La entrevista personal

17-03-2010, 6:03:41 PM Por:
La entrevista personal fifu

Bueno, si usted fue citado a Entrevista Personal.... ¡¡ Felicitaciones!! Ya ha recorrido una buena parte del camino, pero le espera el trayecto que definitivamente definirá su aceptación o rechazo.

Por eso es tan importante prepararse como para participar en la Olimpiada: Física, Mental y Anímicamente. La entrevista personal tiene como objeto permitirle al seleccionador o administrador de personal conocer a los candidatos, verificar su primera impresión, (la que se hizo con la Carta de Presentación y la Hoja de Vida), constatar la información recibida de usted, y en general, asegurarse de que usted posee el perfil adecuado y es la persona más indicada para llenar la vacante.

Sin embargo no debe sentirse amedrentado por ello. Como en todas las batallas y justas humanas, conociendo algunos principios sencillos y de fácil aplicación podrá salir victorioso, con la medalla de oro al cuello. (Bueno, más bien con el contrato en su portafolios)

Éstos son los principios básicos para enfrentar la Entrevista Personal:

Preséntese muy puntual. Como la citación a la entrevista por lo general se hace con suficiente anticipación, asegúrese de conocer bien el lugar, (No siempre es el mismo en donde dejó su H.de V.) las rutas, las condiciones del tráfico, y demás. Calcule su arribo con diez o quince minutos de anticipación, para sortear eventuales complicaciones en el desplazamiento. Es preferible llegar con mucha anticipación y gastar el tiempo sobrante tomando un café o leyendo el diario en un sitio muy cercano al de la cita, que llegar dos minutos tarde. Preséntese en la oficina convenida a la hora exacta o unos cinco minutos antes. Ningún entrevistador le aceptará la disculpa de que el tránsito estaba terrible, o que se desinfló una llanta, y menos que tuvo que ir primero a dejar los chicos en la escuela. Ninguna, óigase bien, ninguna disculpa es válida para llegar tarde a la entrevista.

Esmérese en su presentación personal. Debe dar una impresión de pulcritud en su traje y en su persona.

No asista con vestidos estrafalarios, o muy llamativos, joyas, o adornos excesivos. Su apariencia debe ser formal y discreta. Evite las prendas informales, como el Jean y ni se le pase por la mente presentarse en Bermudas y Camiseta, o con la más atrevida de sus minifaldas y esa linda y sexi ombliguera que estrenó el verano pasado.

No abuse de los perfumes o lociones. Son incomodísimos, distraen y no hacen buena impresión. Si los usa, que sean finos y muy discretos.

No llegue cargado con una maleta de viaje. Lleve solamente los documentos esenciales.

No abuse del maquillaje. Pondrá al seleccionador en trabajos pensando que habrá debajo de la máscara.

Salude con naturalidad, sin mucha efusividad y sin servilismo. Recuerde las normas de urbanidad y ajústese a ellas. Espere a que el entrevistador le extienda la mano, antes de ofrecerle la suya, a no ser que usted sea una dama. En ese caso usted debe ofrecer la mano al entrevistador, suponiendo que éste sea un caballero.

Por ningún motivo emplee expresiones vulgares ni palabras soeces, cuide su lenguaje.

Siéntese cuando se lo indiquen y relájese.

No se presente comiendo o mascando goma.

Mucho menos pida prestado el teléfono y menos aún el baño.

No trate de “Tu” al entrevistador. Recuerde que está en una entrevista formal, no en una tertulia con sus amigos.

Responda de manera clara y concisa a las preguntas, sin irse por las ramas.

Incluso, aunque normalmente el entrevistador tratará de darle suficiente confianza y de “romper el hielo” pidiéndole que le relate libremente algún aspecto aparentemente informal, no se extienda demasiado. Use un lenguaje claro, no sea “sobrador” y no emplee palabras rebuscadas.

No se sorprenda por preguntas que aparentemente no tienen relación con el empleo. Si el entrevistador le pide, por ejemplo, que hable de su familia, está tratando de hacerse a una imagen personal de usted, muy importante al elegir un candidato. Respóndale claramente, con naturalidad, sin entrar demasiado en intimidades ni caer en el campo de la chismografía.

Igual que en su CV. haga hincapié en aquellos puntos fuertes, que tengan directa relación con el cargo y/o las actividades de la empresa, y que son los “Ganchos de venta” de su imagen. Omita, o deje para el final y sin extenderse demasiado, aquellos que no tienen mucha relevancia.

Muéstrese seguro de sí mismo: No implore, no ruegue, no le cuente la amarga situación que está viviendo…. Sea positivo, hable de sus logros, haga notar con cierta discreción sus virtudes, pero no se dedique solo a alabarse ni se muestre autosuficiente o engreído.

No pretenda “sobrar” al entrevistador, ni superarlo en conocimientos, (O por lo menos no lo demuestre) no lo interrumpa, ni lo corrija, no entre en polémicas, espere que él lleve el ritmo de la entrevista. Eso no significa que su actitud deba ser pasiva, sino que debe ajustarse a la velocidad de su eventual contertulio. No se rezague, pero tampoco lo obligue a correr tras de usted.

No pretenda convertirse usted en el entrevistador, acosándolo con preguntas: “Y ¿Cuánto pagan?, ¿qué toca hacer?, ¿a qué hora es la entrada? y ¿la Salida? Etc.”

Normalmente después de que el entrevistador considera que ya se ha formado una imagen clara de usted, le hablará de la empresa, del cargo, de la asignación salarial y demás aspectos pertinentes. Muéstrese sinceramente interesado: ahora es el momento para formular preguntas, preferiblemente de tipo general, y que demuestren que el tema es de su agrado.

Muchos administradores de personal finalizan con una pregunta como esta: Ahora que ya conoce nuestra compañía y el cargo vacante, ¿por qué cree usted que es la persona indicada? Si usted puede responderla satisfactoriamente, es porque realmente se ha preparado, y posiblemente acaba de triunfar en esta escaramuza.

autor Equipo de jóvenes periodistas cuyo objetivo es explicar las noticias más relevantes de negocios, economía y finanzas. Nos apasiona contar historias y creemos en el periodismo ciudadano y de servicio.
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