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Finanzas

Inversionistas esperan un complicado segundo semestre para la BMV

19-07-2024, 11:32:02 AM Por:
Inversionistas esperan un complicado segundo semestre para la BMV
© Especial

Factores internos tienen más peso en este momento, y se combinarán con el contexto internacional, que no luce favorable para la renta variable mexicana.

Los inversionistas y analistas en general no tienen una perspectiva positiva para los mercados de valores mexicanos en el segundo semestre del presente año. Una serie de factores internos se combinarán con algunos externos y pueden extender la tendencia negativa que mostró el mercado en el balance de la primera mitad 2024.

El peso de los factores internos es mayor en estos momentos respecto a los factores externos, que también tienen su influencia, pero es claro que hay presiones locales si observamos la trayectoria positiva de las bolsas en Nueva York, que en otras condiciones deberían ‘jalar’ a nuestro mercado.

Por ejemplo, al cierre del 18 de julio el Índice Industrial Dow Jones reporta una ganancia acumulada en el año de 7.89 por ciento. Por su parte, el índice de acciones tecnológicas Nasdaq repunta en este 2024 un 19.05 por ciento, con la acción de Nvidia como gran impulsor del mercado al avanzar 144.52 por ciento al cierre de ayer. Además, el S&P 500, el índice bursátil de mayor capitalización en el mundo, refleja un incremento de 16.25 por ciento.

En contraste, el principal indicador bursátil de la Bolsa Mexicana de Valores, el IPC, tiene un desempeño negativo en el año al retroceder 7.56 por ciento, marcando una clara divergencia con la plaza de Nueva York. Por ejemplo, analistas de Fidelity International destacan justamente el desapego del mercado accionario mexicano de su similar estadounidense, no es la primera ocasión que sucede, pero hacía tiempo que no era tan evidente.

Los factores internos que pesan

De acuerdo con analistas, una serie de factores internos están pesando sobremanera y se combinan con algunos factores foráneos para la trayectoria negativa que refleja el mercado, pero dicha combinación se mantendrá.

El resultado de la elección del 2 de julio, especialmente por la amplia mayoría que obtuvo el partido gobernante para la conformación del Congreso, lo que le facilitaría hacer cambios a la Constitución sin consensos, ha incrementado la incertidumbre entre los inversionistas. La presentación de una reforma al poder judicial que propone elegir a los jueces por voto popular genera desconfianza en torno a la certeza jurídica necesaria para los inversionistas, tanto así que solo en junio salieron más de 1,000 millones de dólares de los mercados de capitales nacionales.

La certeza o certidumbre jurídica es un factor indispensable para los mercados financieros en México y en todo el mundo, de modo que los inversionistas están esperando lo que sucederá en México, mientras eso sucede, se vuelven más cautelosos y recortan posiciones en renta variable.

Otro factor de incertidumbre para el mercado accionario nacional es el inicio del próximo gobierno. Por el lado positivo, ha mostrado todas las intenciones de mantener la misma política económica y social; es decir, habrá continuidad, una señal de relativa estabilidad para los mercados. Sin embargo, el factor negativo es que los inversionistas quieren saber quién gobernará, ya que, hasta ahora, la ganadora y virtual presidenta Claudia Sheinbaum, ha mostrado señales de estar demasiado cerca del presidente saliente; es decir, los mercados no conocen todavía a quien verdaderamente llevará las riendas de México en los próximos seis años. Aunque es positivo el factor de continuidad, se necesitan señales de gobernabilidad de la nueva mandataria, algo que todavía no ocurre.

Las altas tasas de interés tampoco ayudan mucho a los mercados de renta variable, ya que es difícil competir con un rendimiento de 11 por ciento, el que actualmente tiene la tasa de referencia de Banxico. De hecho, es una de las mayores tasas de interés en el mundo actualmente y que ayuda a la estabilidad del peso mexicano, pero castiga las inversiones en los mercados accionarios, con efectos sobre los emisores. En el mediano plazo, que en esencia no es demasiado, la aduana del 2026 parece generar temores en los inversionistas por la revisión del T-MEC, especialmente si quien despache en la Casa Blanca para entonces sea Donald Trump.

Estos factores se van a combinar con otros más en los próximos meses y eso va a generar presiones sobre los principales indicadores bursátiles de nuestro país, al grado de que no hay expectativas favorables para el segundo semestre del año.

El contexto global tampoco ayudará

La elección presidencial en Estados Unidos es un factor de riesgo para la economía mexicana, especialmente porque el candidato republicano, el expresidente Donald Trump, parece tener cada vez más posibilidades de regresar a la Casa Blanca.

Aunque de acuerdo con los expertos, una eventual victoria de Donald Trump beneficiará a Wall Street, no necesariamente sucederá lo mismo con los mercados en otras latitudes, como en nuestro país, debido entre otras cosas a la posibilidad de una guerra arancelaria, así como a las presiones del gobierno estadounidense para que las empresas inviertan más en su propio país.

Por el último factor anterior, un eventual gobierno de Trump podría generar presiones para la economía mexicana, y con perspectivas de bajo crecimiento las finanzas de las emisoras no tienen un buen desempeño, el factor de descuento que caracteriza a los mercados de valores podría entrar en juego este mismo semestre y generar malos resultados en el balance final de la segunda mitad del año.

La errática política monetaria de los bancos centrales, que obedece a los altibajos inflacionarios y la persistencia de las presiones sobre los precios generales en la llamada “última milla” del proceso desinflacionario, será otro factor de riesgo para el mercado accionario mexicano. Con una política monetaria errática y la posibilidad de que la inflación no ceda del todo e incluso registra periodos de rebrote como el actual, las presiones en la renta variable tienen una elevada posibilidad de permanecer estos próximos meses y contribuir para un mal desempeño.

Si bien los mercados son cíclicos, también hay factores que pesan y provocan que muchas veces los indicadores se muevan a contraciclo, o bien ajenos a otros indicadores como es el caso actual del mercado mexicano.

Salvo que ocurra algo que modifique radicalmente el contexto actual, la segunda mitad del año no luce favorable para la renta variable mexicana, ese es el escenario base en estos momentos para los inversores y gestores en los mercados de accionarios nacionales.

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